Toyota Prius

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INVENTO GENIAL

Mucho se habla en la actualidad sobre la contaminación, la necesidad de cuidar el medio ambiente, disminuir los gases, el ruido, etc. Por su parte, los fabricantes de automóviles tienen ya muy desarrollados métodos de propulsión alternativa para lanzarlos en cuanto sea posible; pero la mayoría de los gobiernos –ya sea por motivos políticos, económicos o de cualquier índole- no se deciden a crear infraestructuras que hagan viable su puesta en el mercado.
  Porque, aunque esté más que demostrado que un vehículo puede funcionar perfectamente con otra alimentación que no sea ni gasoil ni gasolina, parece que a las autoridades les interesa apurar las reservas de petróleo, y no se deciden a crear una red de estaciones de servicio. Y evidentemente ¿para qué va a lanzar una marca un coche que no pueda respostar en casi ningún sitio? Bueno, todo llegará, y probablemente muy pronto -en otros países sí se están iniciando ya unas infraestructuras considerables- pero hasta ese momento en la mayoría de las naciones los vehículos híbridos (un motor convencional y otro eléctrico) son la mejor opción para gastar y contaminar menos.
El ejemplo más representativo es el Toyota Prius, un automóvil que todavía mucha gente no conoce, pero que poco a poco está alcanzando una cifra de ventas considerable (de enero a septiembre de 2005 ha vendido 651 unidades, más, por ejemplo, que un Celica), y estamos plenamente convencidos de que si muchos conductores lo probaran antes de decantarse por un coche convencional las ventas del Prius se multiplicarían de manera espectacular.
Lleva un motor eléctrico con el cual a bajas velocidades se puede mover sin contaminar en absoluto ni hacer el ruido más mínimo, consume menos que un diesel, y el ahorro en ciudad puede llegar hasta el 50% comparado con algunos competidores de su tamaño y prestaciones. Va bien en carretera, su equipamiento y calidad son notables, y su precio no es mucho mayor que el de cualquier modelo de similar potencia, acabados y tamaño.
Con el Toyota Prius no se podrá presumir de deportivo, de superberlina o de SUV de lujo; pero su propietario podrá regocijarse de poseer la última tecnología y de estar afrontando el siglo XXI con una conciencia ecológica y de futuro. Cuesta 25.200 euros, tiene 112 cv y puede acelerar de 0 a 100 km/h en 10,9 segundos. Por si a alguien le puede preocupar la fiabilidad, Toyota, además de tener la mejor fama posible en este tema, da una garantía de 8 años en todas las piezas del sistema eléctrico.
De su funcionamiento vamos a hablar en las siguientes páginas, pero lo más recomendable es probarlo, momento en el que muchos conductores cambiarán totalmente su idea de la conducción y de lo que significa un vehículo de este tipo. En la actualidad los Toyota Prius y Honda IMA son las opciones más conocidas, aunque la marca de lujo del Grupo Toyota -Lexus- ya tiene listo su todoterreno híbrido RX 400h, y en breve la berlina híbrida GS 450h. Y si nos fijamos en el último Salón de Frankfurt, casi todas las marcas van a comercializar en breve uno o más modelos con este sistema de propulsión.
Enrique Marco, Autocity.
27 de Octubre de 2005
DISEÑO Y EQUIPAMIENTO

 
El Toyota Prius es también original por su diseño, pues por una parte es más bien alto (1,49 metros), pero por otra muy aerodinámico (cx 0,26, de los mejores coeficientes del mercado). Mide 4,45 metros de largo, pero no es muy ancho: 1,72 metros. Destaca también por su portón acristalado, el cual da paso a un maletero de 408 litros, o 1.210 litros si abatimos los asientos posteriores.
El cuadro de mandos en original, con la instrumentación principal digital y en el centro del salpicadero, tiene una buena calidad y materiales acertados en la consola central, y sólo el volante, que es de plástico, desentona un poco. Aún así debemos recocer que este volante agrupa mandos para muchas más funciones de lo habitual. Ahora bien, la nota de color la pone la gran pantalla táctil a color, la cual hace las veces de ordenador y también nos muestra un croquis del funcionamiento de los dos motores y cómo actúan en cada caso.
Por equipamiento el Toyota Prius va bien servido, y como opciones apenas tiene la del navegador más teléfono, por un precio de 2.000 euros. Lo demás, pantalla táctil, climatizador, control electrónico de estabilidad, ocho airbags, e incluso un excelente equipo de sonido con radio cd y altavoces JBL, es de serie.
CONDUCCION

 

Pocas o ninguna conducción puede haber tan cómoda y relajada como la del Toyota Prius. El hecho de que lleve dos motores y tanta tecnología no debe asustar a nadie, pues en la práctica el Prius es facilísimo de conducir. El cambio de marchas es automático, y la puesta en marcha mediante botón, por lo que los mandos se reducen a la mínima expresión. En la consola central no existen ni la palanca de cambios ni el freno de mano, de forma que queda un espacio bien aprovechado por numerosos compartimentos.
Y es que el pequeño selector de marchas (para poner la marcha atrás, directa, punto muerto o parado) se sitúa con el salpicadero, muy cerca del volante; y el freno de estacionamiento es de pie, ubicado en el lateral izquierdo. Al volante se va algo más alto que en un turismo, pero no tanto como en un monovolumen, y en general la postura, y sobre todo el acceso, son muy cómodos.
Una vez pulsado el motor de arranque un indicador nos avisa de que el Toyota ya está listo para iniciar la marcha, pero el motor de gasolina no “arranca”. Si pisamos levemente el acelerador el coche comienza a moverse con el motor eléctrico de 68 cv, pero del convencional “ni rastro”. Es al llevar unos segundos en marcha, cuando se va tomando velocidad, o cuando se pisa más a fondo, el momento en el que de forma automática y muy discreta el 1.5 de 75 cv entra en acción (algo de sonido se percibe, pero son tirones, ni acoplamientos “raros”). Si la demanda de potencia es media el eléctrico se para, y en ese momento va “cargando” batería.
Ahora bien, cuando se va ya a velocidad de crucero en carretera y se requiere la máxima aceleración los dos motores trabajan a la vez, y se nota un considerable empuje, casi como un turbo (aunque no muy potente), pues notamos como una fuerza se suma a otra. De este modo el Prius saca todo el jugo a sus 112 cv, pero realmente la sensación de empuje es mayor que en la de cualquier otro turismo convencional de ese mismo peso y esa misma potencia. Prácticamente podríamos decir que el rendimiento es similar a un coche de sea potencia pero turbodiesel, más que nada por el generoso par motor que entrega el Prius.
Al notar tal agilidad es cuando vemos en el sistema de propulsión todo ventajas, pues además de poder circular a bajas velocidades de forma totalmente eléctrica (un máximo de dos kilómetros), con nula contaminación, vibraciones o ruido que ello conlleva, comprobamos como en circunstancias normales de circulación el funcionamiento es óptimo. Pero el Prius todavía tiene más particularidades, vamos a describirlas. El conducción ciudadana es donde más ventajas obtenemos. En primer lugar porque al llegar a un semáforo e ir frenando el motor de gasolina se detiene, con el consiguiente ahorro de combustible y privilegio sonoro. Reanudamos la marcha y el conductor nada tiene que hacer, ya que si sólo vamos a avanzar unos metros y a baja velocidad el Prius se moverá sin necesidad de arrancar el motor 1.5, mientras que si pisamos a fondo o andamos un rato se pone en marcha casi sin enterarnos. Y es en ciclo urbano donde el ahorro es mucho mayor. De consumo homologado declara en ciudad 5,0 l/100 km, y en la práctica si echamos cuentas vemos como gasta prácticamente la mitad que un coche “normal”.
En carretera gasta muy poco (4,2 l/100 km), aunque en este caso la ganancia ya no es tan sustancial. Eso sí, en ciclo combinado los 4,3 l/100 km de media son difíciles de igualar. Por lo demás, el Toyota Prius se comporta como un buen coche, más silencioso que la media a poca velocidad, y algo más ruidoso que la media a alta velocidad. De suspensiones va bastante firme, sin ser excesivamente duro. La dirección y frenos no admiten ninguna pega, y el cambio –que no admite manejo secuencial- hace los pasos de una marcha a otra rápidamente y sin tirones. La velocidad máxima es de 170 km/h, más que suficiente tal y como están las cosas hoy día. Además, las recuperaciones a 100 ó 120 km/h se realizan de forma sorprendentemente ágil.

A favor y en contra

A FAVOR Y EN CONTRA

 

A FAVOR
+ Rendimiento mecánico.
+ Ahorro de combustible y bajas emisiones.
+ Tecnología de futuro.
 

EN CONTRA
+ Nivel sonoro a altas velocidades.
+ Volante de plástico.
+ Poca anchura.

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