El fabricante japonés Toyota, como la marca pionera y líder en la democratización de los coches híbridos alrededor del mundo, lleva años estrujando a sus ingenieros para que desarrollen vehículos cada vez más respetuosos con el medio ambiente en todas las líneas, desde con los híbridos hasta proyectos de vehículos exclusivamente eléctricos. Ellos de momento confían en el prototipo híbrido como la tecnología más viable, como demuestran con toda su gama híbrida HSD.
a favor-Misma polivalencia que el Prius normal-Tremenda autonomía eléctrica-Cómodo para cinco pasajerosen contra-Diseño muy visto y color único no muy agraciado-Escasa autonomía eléctrica-Precio elevado
Pero han ido un poco más allá… Fruto del duro trabajo nació el proyecto del Prius Plug-In Hybrid que hoy probamos, que trataba de presentar un vehículo aún más eficiente desarrollado sobre la base del Prius convencional, pero enchufable a la red eléctrica para aumentar notablemente su autonomía y recuperar mediante el enchufe casero, parte de la electricidad necesaria para la circulación diaria.
Por ello nació este Prius Plug-In, que supone la opción más eléctrica de Toyota hasta la fecha, puesto que el diseño exterior es exacto al de un Prius convencional, con su conocida carrocería aerodinámica y algún que otro pequeño detalle. Se le dota exactamente del mismo conjunto propulsor en paralelo, con un motor eléctrico y otro de combustión de 1.8 litros, que es capaz de extraer su energía no sólo de la regeneración de la energía en frenadas y desaceleraciones por rozamiento, sino de una nueva batería triple de ión-litio de mayor capacidad que permite ser recargada mediante los enchufes de luz convencionales de 230 Voltios. Una configuración perfecta para que cada motor funcione independiente o conjuntamente según necesidades.La autonomía en eléctrico se va hasta los 25 kilómetros y hasta una velocidad de 85 km/h
Esto logra aumentar la autonomía en desplazamiento exclusivamente eléctrico EV hasta 25 kilómetros, el lugar de los escasos 2 kilómetros del Prius convencional, y circular en modo eléctrico hasta los 85 km/h, en lugar del límite de los 45 km/h de su hermano básico, permitiéndole ahorrar una buena cantidad de combustible en casi todas las fases de la conducción.
Además, bueno es conocer el dato de que en tan sólo hora y media la batería del Prius Plug-In se carga por completo mediante un enchufe a la red convencional de 230 Voltios que se conecta a la aleta trasera (en los prototipos iba en la aleta delantera). Lo bueno de estas nuevas baterías es que ocupan menos espacio, brindan mucha más capacidad de energía y se cargan, sin efecto memoria, en mucho menos tiempo. Traducido en ventajas reales frente al Prius convencional de tercera generación, el consumo se reduce en un 30% en ciclo combinado, homologando un sorprendente cifra de 2,6 litros a los 100 km y unas emisiones de sólo 59 gr/km de CO2.
En cuanto a su apariencia, es exactamente igual que su hermano básico, salvo por la dotación de una entrada de carga para la red eléctrica en el lado contrario a la entrada del depósito de combustible. En el mismo interior ultramoderno con cantidad de pantallas digitales, y una original consola central inclinada en diagonal que acerca los mandos al conductor, la única diferencia respecto a su hermano mellizo la encontramos en los cuadro de mandos, donde se ha incorporado un nuevo indicador de autonomía exclusiva para el modo eléctrico EV, permitiéndonos forzar ligeramente la recarga mediante la frenada regenerativa.
En definitiva es un gran ejercicio por dar un paso más en la evolución hacia la movilidad urbana más limpia y respetuosa con el medio ambiente, combinando las ventajas de un vehículo eléctrico con las de la propulsión híbrida, traducido en autonomía total del conjunto. Resulta perfecto como eléctrico para los recorridos urbanos más cortos, sin apenas necesidad de recurrir al propulsor convencional, y como gasolina cuando se acaba la electricidad para afrontar viajes largos sin miedo a quedarnos a medio camino hacia nuestro destino.
Lo que sí es peor lógicamente que el Prius básico es el precio, que se dispara hasta los 43.250 euros, unos 11.000 euros más que aquel. Con lo que habrá que analizar la naturaleza de nuestros desplazamientos para descubrir si realmente nos interesa la versión Plug-In, con su consumo.