Toyota Celica

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TODAVIA MAS BELLO

La séptima generación del Toyota Celica, que se lanzó en 1999, recibe ahora su primer retoque estético y técnico con el fin de acentuar su deportividad y eficacia. A simple vista ya observamos un frontal con numerosos cambios, entre los que destacan las nuevas tomas de aire, así como los modernos grupos ópticos delanteros que además mejoran la visión nocturna. Del mismo modo, en el puesto de conducción aumenta el confort gracias a un rediseño de los asientos y a una mejora de los mandos, que de paso varían sus tonalidades, tanto en el salpicadero como en el panel de mandos.

Mecánicamente se ha revisado la suspensión, mientras que en el modelo estándar se ha incrementado el diámetro de los frenos y en el TS se ha añadido el control de estabilidad en el equipamiento de serie. En cuanto a motores, continúan los conocidos 1.8 litros en sus variantes VVT-i de 143 cv y VVTL-i de 192 cv. Los nuevos precios apenas han ascendido: 25.420 euros para el primero y 29.645 euros para el segundo.
Enrique Marco, Autocity.
13 Noviembre de 2002.

En marcha

EN MARCHA

El puesto de conducción del Toyota Celica es una delicia, pues la postura al volante resulta muy deportiva y a la vez cómoda. Ya con el coche en marcha percibimos la suavidad de manejo de todos sus mandos, entre los que destaca especialmente el agradable uso de la palanca de cambios, de perfecto guiado y con unos recorridos cortos y precisos. Otra de las virtudes del Toyota es la dirección: rápida y de las que permite recibir toda la información que nos transmite el terreno.
Del motor 1.8 VVT-i de 143 cv se saca mucho partido, debido a su buena respuesta, al contenido peso del conjunto (1.110 kilos) y a las relaciones de la caja de cambios de seis velocidades. Da sensación de plenitud y es más que suficiente para difrutar de una conducción rápida. Ilustrativos son sus datos de prestaciones, pues 205 km/h de velocidad máxima y 8,7 segundos para pasar de 0 a 100 km/h no están al alcance de cualquiera. El consumo: 7,7 l/100 km/h como media. Nos gustó tanto el Celica estándar, que casi lo vemos mejor opción que el potente VVTL-i de 192 cv, ya que, aunque sobre el papel las cifras de potencia y prestaciones sean mucho mejores, en la práctica para extraer semejante rendimiento deberemos situar la aguja del cuenta revoluciones siempre por encima de 6.000 rpm, un regimen quizá demasiado elevado.
Por último, el comportamiento dinámico nos parece más que acertado, pues al eficaz chasis y correcta puesta a punto de suspensiones se le unen unos controles de tracción y estabilidad muy eficazes. Además, para los amantes de la conducción deportiva hay que decir que el control de estabilidad no es excesivamente intrusivo -como sucede en otros automóviles- y permite ciertas alegrías antes de corregir la trayectoria y ponerse en su sitio.

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