El Aygo de segunda generación será una apuesta cargada de personalidad, arriesgada respecto al concepto original de 2005, y abrazada a la conectividad para romper con los moldes convencionales y básicos del segmento A. La idea de Toyota es competir desde un prima más emocional en una categoría atomizada en los últimos años con hasta dos docenas de modelos en liza y una guerra entre marcas que va más allá de los canales de alquiler y empresas, para sacar rédito a la crisis entre los particulares, el nuevo caballa de batalla del Aygo 2014.
Como en la anterior generación, el Aygo mantiene la alianza con los socios franceses de PSA, que también presenta este año sus nuevos urbanitas, Peugeot 108 y Citroën C1. Toyota seguirá fabricando el Aygo en su planta de República Checa con dos carrocerías de tres y cinco puertas (en 2015 llegarán las versiones convertibles con techo de lona eléctrico) y en base a la plataforma del modelo saliente. A partir de aquí, el nuevo Aygo es ligerísimamente más largo (3.455 milímetros), ancho (1.615 mm.), bajo (1.460 mm.) y tiene un maletero más grande (de 139 pasa a 168 litros de capacidad), dimensiones calcadas a los 108 y C1 y no muy diferentes a modelos de la atomizada competencia: Renault Twingo, Kia Picanto, Hyundai i10, los Volkswagen (VW up!, Seat Mii, Skoda Citigo), Ford Ka, Nissan Pixo…
Además de la plataforma, pocas cosas son comunes en los modelos de PSA y Toyota. Por fuera, el diseño de las puertas delanteras y parabrisas; y por dentro, el cuadro de mandos y el diseño y la estructura de los asientos. Para diferenciarse, la imagen desenfadada y juvenil del nuevo Aygo tiene su propia identidad, inspirada en la cultura juvenil japonesa con el diseño ‘J-Playful’ común a toda la gama y en el que resalta la ‘X’ que cruza todo el frontal del coche como si de una máscara se tratase, y con múltiples posibilidades de personalización como gran pilar de captación de un cliente más joven y menos racional.
El Aygo, el más chic y seguramente también el más caro entre los primos franceses y nipón, ofrecerá la posibilidad de que esta pieza (al igual que la inserción del paragolpes trasero o el embellecedor del paragolpes delantero) sea remplazable fácilmente y sin un coste muy elevado varios años después de ser adquirido el vehículo. Habrá piezas de carrocería y habitáculo intercambiables, fáciles y baratas de sustituir ya con el coche en la calle
La otra gran novedad del modelo la encontramos en su interior con el nuevo sistema multimedia ‘x-touch’. Se trata de una pantalla a color de 7 pulgadas y táctil que preside la consola central que incluye de serie la cámara de visión trasera. Este equipamiento cuenta con una función denominada ‘MirrorLink’ que replica la pantalla del Smartphone y sus aplicaciones compatibles en el propio ‘x-touch’.
Para España, la gama arrancará en los 9.000 euros (PIVE y promociones incluidos) y se organizará alrededor de dos niveles de acabado: ‘x’ y ‘x-play’, éste supondrá el 90% del total de las ventas (1.300 unidades para el primer año de vida) y será sobre el que recaigan todas las opciones de personalización. Sólo con el acabado ‘x-play’ se puede personalizar el nuevo Aygo
El Aygo ‘x’ ya cuenta de serie con LED de marcha diurna, seis airbags, asistente de arranque en pendiente, anclajes Isofix, dirección asistida eléctrica, equipo de sonido con conexiones auxiliar y USB, etc. El Aygo ‘x-play’ añade faros antiniebla, llantas de 15 pulgadas, climatizador manual, cierre centralizado, limitador de velocidad, y sistema multimedia ‘x-touch’.
Habrá cuatro packs, dos exteriores (‘x-mask’ y el más deportivo ‘x-line’) y otros dos interiores (‘in-touch’ e ‘in-tense’), nueve diseños diferentes de llantas, dos ediciones especiales de lanzamiento (‘x-cite’ que destaca por el exclusivo color ‘x-naranja’ de la carrocería y detalles en negro brillante y ‘x-clusiv’ con carrocería más discreta en negro ‘x-negro’ combinado con detalles en plata satinada) y un total de siete colores de carrocería, incluidos los dos ya citados para los Aygo más especiales.
Toyota no pierde la perspectiva, y a pesar del éxito de su gama híbrida, ésta quedará fuera de juego en el Aygo, que se conformará con la optimización de la mecánica vigente de gasolina de ciclo Atkinson (VVT-i): un tres cilindros, de un litro de cilindrada y 69 cv de potencia. Eso sí, habrá pequeños retoques como la inclusión del Stop and Start, un ligero incremento en la relación de compresión de 11,5 a 1, la rebaja del peso, modificaciones en el escape, o una cámara de combustión que cuenta con una mejor refrigeración gracias a unas nuevas bujías de encendido. El Aygo estrena el sistema de parada y arranque automáticos del motor en retenciones
Estas correcciones técnicas junto a un peso contenido (no supera los 900 kg.) y mejoras aerodinámicas (molduras en las placas de montaje de los retrovisores exteriores y en las carcasas de los pilotos o una altura de la carrocería disminuida en 5 mm. han permitido bajar el Cx de 0,30 a 0,29) contribuyen a que el nuevo Aygo ofrezca una respuesta más enérgica en un régimen de revoluciones más amplio (95 Nm de par máximo a 4.300 rpm, con 85 Nm disponibles desde 2.000 rpm) y a lograr una eficiencia máxima del 37% que se traduce en unas cifras de consumo de combustible de 4,1 l/100 km. (cambio manual de cinco velocidades, de serie) o 4,2 l/100 km. (transmisión manual automatizada ‘x-shift’ con levas al volante). No estará disponible para España la variante ECO (3,8 l/100 km.) de un nuevo Aygo que ofrece unas prestaciones en la media del segmento: 160 km/h de velocidad punta y 14,2 segundos de 0-100 km/h (15,5 s. en el automático).
Para concluir, Toyota no se ha olvidado de la funcionalidad dinámica, esto en un urbano de sus características se debe traducir en un acertado equilibrio entre estabilidad y maniobrabilidad. El Aygo 2015 contará con una carrocería más rígida (de 119 a 544 puntos de soldadura), unas barras estabilizadoras más gruesas en el eje posterior (de 1,2 a 2,3 mm), una dirección de asistencia eléctrica un 14% más directa que antes, un habitáculo mejor insonorizado y un puesto de conducción favorecido por el estreno del ajuste de altura y un ángulo de volante reducido de 28 a 26,6 grados.
En carretera, el Aygo tiene un comportamiento más estable y en ciudad se mueve con sobrada soltura