Tata Vista

El nuevo Tata Vista es un coche que encaja perfectamente para la situación económica actual, ya que los tiempos en los que un porcentaje muy alto de los españoles se podía permitir la compra de automóvil premium han pasado. Ahora la clase media, en su mayoría, valora las marcas generalistas a la hora de pensar en la compra de un vehículo nuevo; o, en su defecto, se fija en las marcas catalogadas como low cost. La número uno en España de este concepto low cost es Dacia, la filial de Renault, pero no hay que descartar a otra marca que en un futuro cercano podría crecer notablemente. Nos estamos refiriendo al gigante indio Tata, un grupo automovilístico que hoy día es el propietario de marcas del prestigio de Jaguar o Land Rover.
En nuestro mercado la marca Tata ha estrenado este año nueva empresa distribuidora, y en la actualidad cuenta con dos nuevos modelos: el Xenon y el Vista. El todoterreno pick-un Xenon lo probamos recientemente en la presentación nacional a la prensa, por lo que ahora le toca el turno al utilitario Vista, un modelo cuyas ventas se iniciaron el pasado mes de abril. Se trata del coche de su segmento con la mejor relación entre espacio, equipamiento y precio, ya que por 7.960 euros podemos acceder a un coche válido para todo tipo de usos que no olvida ni el aire acondicionado como dotación estándar.
Hay que recalcar esta dotación de serie, que además de aire acondicionado incluye anclajes isofix para sillitas de niños, radio-cd con conexión USB y Bluetooth, los faros antiniebla o la apertura remota de maletero y depósito entre otras cosas. Decimos esto porque si no valorásemos todo su equipamiento no podríamos afirmar que tiene la mejor relación entre espacio, equipamiento y precio del mercado, pues el Dacia Sandero, que además es algo más grande, tiene un precio de salida más bajo todavía (desde 6.290 euros), pero en el Dacia es necesario solicitar una acabado más alto y pagar como extra el aire acondicionado para igualar el equipamiento del Tata, momento en el que el Sandero supera significativamente los 8.000 euros. Aún así, para el nuevo Vista el Sandero es el rival más duro y directo.

La carrocería del Vista muestra por fin a un Tata de líneas actuales y bastante acertadas. Por su medidas (3,79 metros de largo, 1,69 metros de ancho y 1,55 metros de alto) es más parecido a un pequeño monovolumen que a un utilitario convencional, y de hecho, la posición de los asientos es más elevada de lo habitual, con las ventajas a nivel de acceso cómodo y visibilidad que ello conlleva. El espacio en el habitáculo es más que suficiente para que se acomoden cuatro adultos, e incluso da cabida a un quinto pasajero en la fila trasera, sólo que ya con algunas apreturas. El maletero cubica 232 litros, un volumen suficiente pero inferior al de sus rivales más próximos.Por su proporciones se asemeja a un pequeño monovolumen.
Al volante del Tata Vista percibimos desde el primer momento su austeridad. Plásticos duros y una instrumentación justita nos recuerdan a generaciones pasadas de los modelos actuales. Incluso el equipo de radio-cd (de serie) no va integrado, sino que es auxiliar, como era común antaño. Vamos sentados bastante altos, lo cual resulta cómodo para entrar y salir frecuentemente, aunque por la postura que se adopta nos da la impresión de que su puesto de conducción no ha sido fruto de muchos estudios ergonómicos.

Su mecánica recurre a un sencillo y veterano propulsor de cuatro cilindros de origen Fiat. Es un 1.4 de 75 cv de potencia y 115 Nm de par que no mueve con demasiada alegría al Tata Vista, que es un tanto pesado para su tamaño. Prueba de su tranquilidad a la hora de acelerar es su tiempo que marca en la aceleración de 0 a 100 km/h: 16 segundos. Lo cierto es que cualquier moderno motor de tres cilindros en una carrocería más ligera proporciona mejores resultados. En cuanto a consumos y emisiones, estos datos son bastante aceptables, con 5,9 l/100 km de media y 139 g/km de CO2; unos datos que también se ven perjudicados por peso. Por lo demás, tanto el cambio manual de cinco velocidades, como las suspensiones, la dirección o los frenos cumplen sin problemas su cometido; aunque en general la sensación de conducir el Tata Vista 2012 es similar a la que se podía experimentar al volante de un utilitario de los años 90.

El consumo no es alto, 5,9 l/100 km/h, pero la agilidad no es su fuerte, con 16 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h.

En definitiva, un coche sencillo con una carrocería de diseño actual y habitáculo suficientemente espacioso. De serie, por los 7.960 euros que cuesta, viene muy bien equipado; mientras que por funcionamiento se muestra correcto para la mayoría de los usos. 

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