Un depósito de combustible de 66 litros de capacidad y un motor de gasoil TDI optimizado son las dos claves de la última variante GreenLine, la ‘etiqueta verde’ con la que Skoda distingue a sus modelos más eficientes. En este caso se trata del Skoda Superb de última generación, el automóvil más grande de la marca (4,86 metros de longitud el sedán y 4,83 m. el familiar Combi), que bajo las soluciones técnicas GreenLine homologa un consumo de carburante de 3,7 litros cada 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 95 g/km.Su consumo mixto homologado es de 3,7 litros a los 100 kilómetros
Para recorrer 1.780 kilómetros sin parar a repostar el Skoda Superb GreenLine incorpora una motorización diésel TDI de 1.6 litros que desarrolla una potencia máxima de 120 CV, asociada a una caja manual de seis velocidades y al sistema start-stop de arranque y parada del motor. Además también incorpora al equipamiento de serie el dispositivo de regeneración de la energía de la frenada y dispone de recorridos de marcha más largos y de la reducción catalítica selectiva (SCR). Además, el coche dispone de dos unidades de tratamiento de los gases de escape.
Los desarrollos del cambio manual de seis velocidades son más largos
Los desarrollos del cambio manual de seis velocidades son más largos