Skoda Octavia Combi Scout

Con el inmenso crecimiento del segmento de los vehículos todocamino, tanto en versiones derivadas de turismo como sobre carrocerías elevadas al más puro estilo todoterreno con algunas capacidades más camperas que los primeros, casi la totalidad de marcas se han puesto manos a la obra para desarrollar sus conceptos SUV de diferentes formas. Desde el nacimiento del Skoda Octavia Combi 4×4 ya se veía la intención de la marca checa por figurar en este segmento, cosa que demostró con más fuerza con la nueva generación de Octavia que también tiene su réplica con ese sistema de tracción. Pero es ahora cuando ha entrado de lleno en el segmento con el desarrollo de un nuevo concepto todocamino denominado Scout, también sobre la base del modelo familiar Combi.

El Octavia Combi Scout se coloca por delante de muchos de sus rivales del segmento gracias a dos mecánicas muy atractivas y potentes, a un diseño robusto que se distingue por su atractivo, a un equipamiento muy completo, a una capacidad de carga superior que va desde los 580 litros hasta los 1.620 litros con los asientos abatidos y, todo esto, con un precio bastante ajustado que va desde los 26.450 euros de la refinada versión de gasolina hasta los 27.100 euros de la potente y económica versión diesel. Con todas estas virtudes competirá directamente desde su lanzamiento en el mes de abril con los modelos pioneros y más lujosos del segmento como el Alfa Romeo Crosswagon, el Subaru Outback, el Volvo XC70 o el Audi A6 Allroad de su misma casa, aunque todos ellos a un precio base muy superior.
Este nuevo Octavia Combi Scout ofrece unas capacidades mucho más camperas que su homologo 4×4 normal, puesto que incorpora una serie de elementos estéticos y de protección destinados fundamentalmente a la conducción por campo. Entre estos curiosos detalles encontramos los paragolpes delantero y trasero sobredimensionados, el primero con antinieblas integrados, realizados en material plástico resistente a las rozaduras, que se extiende por los pasos de rueda y los bajos laterales, complementándose con unas molduras en las puertas del mismo material y color gris oscuro. Además para proteger la mecánica se incluye ahora una placa protectora de color plateado en la toma de aire frontal inferior, así como un resistente cubrecárter bajo el motor y la caja de cambios. El diseño trasero destaca fundamentalmente por las ópticas traseras de aspecto envolvente y la salida de escape doble cromada. El logo Scout identifica al modelo tanto en la zona trasera como en el embellecedor del umbral de la puerta.
Con estos aditamentos y con un objetivo muy claro de afrontar terrenos complicados, el Octavia Scout muestra unas dimensiones algo superiores que su hermano de gama Octavia Combi 4×4 del que deriva, con 9 mm más de longitud (4.581 mm), 15 mm más de anchura (1.784 mm) y 40 mm más de altura (1.533 mm). Dada su concepción todocamino, lo más destacable es su distancia libre al suelo, que crece hasta los 180 mm superando en 17 mm al Octavia Combi 4×4 normal y en 40 mm al Octavia berlina. Una altura mayor obtenida también mediante la incorporación de unas preciosas llantas de aleación de 5 brazos en 17 pulgadas con neumáticos 225/50 R17.
La organización del habitáculo es tan funcional y práctica como sus hermanos de gama, con unos asientos cómodos de gran sujeción, un volante de cuatro brazos terminado en piel y multitud de huecos portaobjetos por todo el habitáculo. El volumen de carga es de los mayores del segmento, con 580 litros de base, que se pueden ampliar hasta 1.620 litros con los asientos traseros abatidos, en proporción 60/40. La carga útil del vehículo se ha maximizado hasta poder transportar hasta 660 kg. de peso.
En el interior, con una calidad de acabados excelente, figura un panel de instrumentos diseñado en color negro en combinación con la tapicería de tela negra Scout. Se puede optar por asientos con tapicería de piel Alcántara también en color negro Onyx, para los asientos y paneles de puertas. Llama la atención el asidero de color plateado colocado frente al asiento del pasajero con el logo “Scout”, que sirve para proporcionar mayor sujeción en conducción por caminos rotos y bacheados.
El equipamiento de esta versión Scout es muy completa de serie, dado que lleva unas exclusivas llantas de aleación de 17 pulgadas, control de estabilidad ESP con un sistema de corrección de la dirección, sistema Autohold de ayuda de ascenso en pendientes, lavafaros, pedales de aluminio, Climatronic bizonal, radio CD con lector de MP3 y 8 altavoces, control de velocidad, preinstalación de audio para reproductores de MP3, sensor de lluvia, retrovisor interior fotosensible y asistente de luces entre otros muchos elementos. En opción quedan los sensores de aparcamiento, los faros de xenon, los reposacabezas activos, el techo solar eléctrico, el cargador de 6 CD ´s o el sistema de navegación con pantalla a color.
En cuanto al chasis, se mantiene la configuración de suspensión del Octavia, con una suspensión delantera McPherson y un sistema posterior Multi-Link, que combinados con la tracción 4×4 garantizan la mayor sujeción y comodidad en cualquier tipo de terreno. La suspensión del Scout se ha elevado respecto al Octavia en 40 mm, ofreciendo unos ángulos para afrontar obstáculos en conducción Off-Road muy generosos, de 16,3º el de ataque y de 16,9º el de salida.
Como en el Octavia Combi 4×4, la tracción integral se ha confiado a un embrague electrohidráulico de tipo Haldex, de forma que la mayor parte de la fuerza del motor la recibe el eje delantero, pero cuando se detectan pérdidas de adherencia de las ruedas delanteras, el embrague activa la tracción trasera. En condiciones normales, el reparto de la tracción es de un 90% para el eje delantero y un 10% para el trasero, mientras que en condiciones adversas puede llegar a ser de un 50/50.
Los propulsores que mueven al Scout son dos muy representativos, uno de gasolina y otro diesel, ambos con la tecnología más moderna de inyección directa con la mejor relación entre altas prestaciones y economía de consumo. En ambos casos se combinan con un cambio manual de 6 velocidades. El gasolina es un 2.0 litros FSI de 150 cv que desarrolla unas muy buenas prestaciones gracias a una potencia máxima de 150 cv que entrega a 6.000 rpm y un par motor bastante alto de 200 Nm a las 3.500 rpm. Así, la aceleración de 0 a 100 km/h se realiza en 10 segundos mientras que alcanza una velocidad máxima de 200 km/h, consumiendo una media en ciclo combinado de 8,7 litros a los 100 km.
Por su parte el diesel es el conocido 2.0 TDI DPF de 140 cv que asombra por sus altas prestaciones y bajo consumo, además de por su respeto al medioambiente con el filtro de partículas sin mantenimiento incluido de serie. Gracias a su alto par motor desde bajas vueltas permite una conducción muy agradable en cualquier circunstancia, destacable y necesario cuando se circula fuera de asfalto. El par motor es de 320 Nm a sólo 1.750 rpm mientras que la potencia de 140 cv la entrega a 4.000 rpm. La velocidad máxima del Scout TDI es de 197 km/h y su aceleración de 0 a 100 km/h se hace en 10,2 segundos, facilitando unas recuperaciones en cualquier marcha mucho más contundentes que el motor de gasolina. Además, su consumo medio combinado es de 6,4 litros a los 100 km.

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