LEON 1.6 16V

MEJOR QUE MUCHOS 1.8

Por Carlos Lera, Autocity.
4 de abril de 2001

En esto de los coches en muchos casos se hace cierto el dicho de que el tamaño no es lo que importa, y en el del León 1.6 16v así sucede. Gracias a la adopción de un sistema de admisión variable el motor posee unas posibilidades prestacionales equiparables a las de un 1.8, especialmente en lo referente a par motor a medio régimen y consistencia en baja. Este elástico carácter se complementa con un buen comportamiento en la zona más elevada de giro, sin ser esta su mejor característica de todas formas. Lo que el León 1.6 16v sí es capaz de aceptar es un crucero mantenido elevado con altos grados de estabilidad, respuesta… y eso sí, consumo.

COMPORTAMIENTO
ESTABLE Y SANO DE REACCIONES

El bastidor que el grupo Volkswagen emplea en todos sus compactos destaca por un aplomo a toda prueba, que se hace patente en la solidez de los cambios de apoyo en curvas lentas y la imperturbable respuesta de la dirección ante frenadas de emergencia en giros. Por lo demás todos los sistemas de control, tanto dirección como frenos o amortiguadores, están a la altura. La dirección es firme y precisa, muy agradable en carretera pero algo dura en ciudad, mientras que los frenos son suaves de tacto pero enérgicos de actuación y cuentan con la garantía del ABS para las actuaciones más enérgicas. Por su parte los amortiguadores son eficaces en cuanto a la función de estabilizar el coche, sin buscar en ellos un especial comportamiento deportivo, pero a cambio ofrecen una comodidad excelente.

El motor pone el dinamismo necesario al conjunto, con una capacidad de recuperación notable desde bajo régimen pero especialmente competente en el entorno de las 3.000 revoluciones por minuto, justo donde más se usa. La respuesta al acelerador es rápida y eficaz. Muy agradable.

Por su parte el cambio de marchas tiene unas relaciones bastante bien estudiadas y muy utilizables, sin escalones entre ellas pero no por ello demasiado cortas. Lo que no nos convenció fue el embrague, de recorrido extraño y punto de acoplamiento difícil de encontrar.

COMODIDAD Y EQUIPAMIENTO
COMPLETO Y SEGURO

Se hace difícil últimamente distinguir a un coche de su competencia por el nivel de equipamiento, pues casi todos los rivales directos cuentan con los mismos elementos, aunque este no quita para poderlo calificar de muy completo.

Empezando por la seguridad de serie incorpora ABS de última generación y airbags frontales y laterales, una dotación completa que de todas formas se puede aumentar con el control de tracción (30.000 pesetas) o el paquete que incluye además de este elemento el control de estabilidad (115.000 pesetas).

El climatizador se incluye de serie en esta versión Signa, la más equipada de los dos niveles de acabado disponibles, lo mismo que el autoradio con RDS y casete. También posee ordenador de viaje con lectura de consumos instantáneos y medios, así como autonomía, velocidad media y otras opciones. El cierre es centralizado con mando a distancia y los elevalunas son eléctricos en las cuatro puertas de serie, con función de un solo toque en el del conductor.

Los tapizados ofrecen un buen aspecto, y los asientos son bastante cómodos y fáciles de colocar en la posición correcta para cada conductor. El acabado y la presentación general son buenos aunque el resultado de algunos elementos a medio plazo es deficiente, como la pintura plástica de los asideros de las puertas, que por la experiencia al cabo de unos pocos miles de kilómetros se deteriora produciendo mal efecto.

En las plazas traseras se pueden acomodar tres personas, con suficiente comodidad pero con las apreturas propias de este tipo de coches, mientras que si se trata de dos pasajeros el espacio es realmente amplio en anchura y longitud para las piernas. El techo queda a una altura suficiente, por lo que no molesta más que en el caso de pasajeros ‘king size’.

Por último, el maletero es de los más capaces de la categoría, con 340 muy buenos litros y formas bastante planas, si que sobresalgan los pasos de rueda de forma demasiado molesta.
El elevado ruido procedente del motor es otro inconveniente, que afecta a la comodidad acústica y por tanto al confort general.

MOTOR Y PRESTACIONES
BUENO POR POTENCIA Y MEJOR POR FUERZA

El motor 1.6 del León es uno de los mejores de la categoría, un importante paso adelante respecto a la versión anterior en consistencia e inmediatez de respuesta más que en prestaciones puras. La cifra de par de 148 Newton/metro es la normal para su cilindrada, e incluso el régimen al que se logra sobre el papel parece elevado (4.500 revoluciones por minuto). Sin embargo, una vez en funcionamiento se advierte que la entrega de fuerza se produce desde bastante pronto y de forma muy lineal, sin titubeos ni vacíos en toda la progresión del reloj indicador.

Es por esto muy agradable de llevar y fácil de encontrar un régimen adecuado casi con independencia de la marcha engranada. En la zona de máxima potencia pierde algo de empuje, pero es normal y tampoco supone un problema reseñable en un coche orientado más a mantener ritmos que a buscar límites de rendimiento. No obstante los 105 caballos están ahí y por lo tanto las prestaciones puras son muy correctas, con 10,3 segundos en la aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora, 15 segundos en las recuperación entre 80 y 120km/h en quinta y una punta de 192km/h.

Los consumos sin embargo son un poco elevados en uso real, se espera algo menos de un 1.6 de última generación, y mientras que en ciudad se nos quedaron bastante cortas las cifras oficiales (9,4 litros), en carretera, a ritmo real de circulación, se aproximó a los 11 litros. Si se conduce primando la economía se puede llegar no obstante a unos 7 litros que no están mal.

CARACTERISTICAS TECNICAS

COMPETIDORES

Citroen Xsara

GALERIA FOTOGRAFICA

 

Nada más subir al coche me llamó la atención el navegador que traía esta unidad. Lástima que sea una opción cara y compleja de usar, porque me ha parecido muy interesante. Por otro lado, también destacaría el gran atractivo visual de los acabados, que cada vez se parecen más a los de cualquier Volkswagen y por tanto la calidad se nota por todas partes.

En cuanto al motor me ha parecido muy agradable de conducir. Empuja de forma lineal de cualquier forma que lo conduzcas y aunque no tiene un gran tirón permite mantener cruceros elevados por autopista sin quejarse.

No creo que se pueda calificar como un coche gastón, e incluso puede ser una opción muy válida para quienes no lleguen a realizar suficientes kilómetros como para justificar la inversión en un TDI o que sencillamente no les guste el tacto de los motores diesel. El gasto de gasolina en ciudad me parece correcto, lo mismo que por carretera si nos mantenemos en los límites legales. Si nos gusta ir ligeros por carretera tendremos que recurrir demasiado al cambio y eso lo notaremos en la aguja de la gasolina.

El comportamiento es otro de los puntos que me han dejado satisfecho, a pesar de que a mí me parece un poco blando de suspensión y balancea bastante en las curvas. El límite de todas formas parece estar muy lejos y se nota que posee una gran nobleza. Se nota que tiene un bastidor muy moderno, de última generación.