Seat Altea Freetrack
Todocamino familiar
Seat ya tiene en los concesionarios su nuevo SUV en formato monovolumen, el Altea Freetrack, del que ya avanzamos alguna información. Este modelo nace como el primer todocamino de la marca para hacerse eco de las demandas de los clientes tanto de espacio, adaptándo la carrocería del monovolumen Altea XL, como de polivalencia para circular por todos los terrenos, con una tracción 4×4 con gestión electrónica y detalles off road como las protecciones de la carrocería o una suspensión 40 mm elevada sobre el nivel del suelo respecto al monovolumen del que deriva. Así se convierte en uno de los mejores vehículos para disfrutar de la naturaleza y del campo en familia y de forma muy deportiva.
En los últimos días tenemos constancia de la presentación de varios modelos de otras marcas en esta línea, aunque siempre diferentes por concepto, puesto que unos no tienen ni opcionalmente la tracción 4×4 y otros son modelos SUV con aspecto todoterreno y no derivados de monovolumen como el Altea Freetrack. Con esto queremos decir que el Altea Freetrack es un modelo único. Entre los de primer tipo, derivados de monovolumen sin tracción total, encontramos rivales naturales como el reciente Renault Scenic Adventure, el Skoda Roomster Scout o el Volkswagen CrossGolf. Ya entre los SUV compactos con apariencia todoterreno rivaliza con el Nissan Qashqai 4×4, el Jeep Compass o el SsangYong Actyon. Por precio, el Seat se ubica en una parte alta del segmento, debido fundamentalmente a su tracción total y al empleo de los motores más potentes de la gama en gasolina y diesel al inicio de su lanzamiento, con 2.0 TFSI de 200 cv 4×4 por 29.900 euros y un 2.0 TDI de 170 cv 4×4 por los mismos 29.900 euros. Para el mes de septiembre se prevé el lanzamiento de una versión más económica sin la tracción total y con un motor diesel 2.0 TDI de 140 cv por 26.500 euros.
En cuanto a versiones y precios la gama queda así:
-Altea Freetrack 2.0 TFSI 200 cv 4×4: 29.900
-Altea Freetrack 2.0 TDI 170 cv 4×4: 29.900
-Altea Freetrack 2.0 TDI 140 cv 4×2: 26.500 (Para septiembre de 2007)
Vestido para el campo
Dada la demanda de vehículos de aspecto todoterreno, Seat has decidido dotar al Altea Freetrack de un look exterior muy moderno, con un nuevo vestido campestre cuya misión es estética y de protección de la carrocería de salpicaduras, arañazos y roturas al afrontar terrenos de obstáculos y pedregosos. Los rasgos exteriores fundamentales son comunes con el resto de la gama Seat, que transmiten dinamismo y modernidad, con unos faros muy rasgados, un frontal corto y redondeado, y una línea de cintura lateral muy elevada que dibuja una silueta muy dinámica. Entre los detalles exteriores propios del Freetrack están los paragolpes delantero y trasero, que se unen por los pasos de rueda y los faldones laterales, realizados en plástico muy resistente de color diferente a la carrocería para que resalte el contraste y las llantas de aleación específicas de 17 pulgadas con 5 brazos con neumáticos 225/50. Los paragolpes tienen un diseño mucho más abombado, protegiendo notablemente los faros antiniebla delanteros y traseros, y con unos protectores inferiores de los bajos del coche delante y detrás en material metálico, para proteger a la entrada o salida de desniveles. Como el Altea XL incluye las barras de techo para hacer más funcional su uso en familia.
Por otra parte, al característico chasis ágil de Seat también le han realizado una serie de modificaciones, para que además de mostrarse dinámico, divertido y seguro, como en todos los Seat de última generación, sea más apto para su utilización por caminos y terrenos de obstáculos. Entre las principales novedades encontramos una suspensión revisada y elevada en conjunto 40 mm sobre el suelo, unas barras estabilizadoras de mayor diámetro y el diámetro de las ruedas es mayor, gracias a unos neumáticos de mayor perfil. Todo esto se ha conseguido afortunadamente sin penalizar en absoluto sus características originales de pesos, consumos y prestaciones. La nota fundamental que caracteriza al Freetrack es la tracción integral que se le ha adaptado, que a través de un sistema con embrague Haldex central, reparte la tracción automáticamente entre los ejes en proporciones que pueden llegar del 100% para el delantero, en condiciones normales de conducción, hasta el 50% para ambos ejes, para mejorar la tracción en terrenos deslizantes y resbaladizos. Es decir, habitualmente se comporta como un tracción delantera, consiguiendo unos consumos más contenidos, pero si los parámetros electrónicos lo requieren, la gestión electrónica reparte la tracción entre ambos ejes. A estos sistemas se une gran cantidad de electrónica al servicio del conductor, donde no falta el ABS, el control de tracción TCS o el control de estabilidad ESP con control de estabilidad de remolque TSP.
El interior se presenta muy amplio y espacioso, con un toque de distinción en cuanto a la combinación de colores de los paneles y los asientos. Para el salpicadero y los guarnecidos de las puertas se emplea el color marrón en su zona superior, para identificarlo con los colores de la tierra, del campo Pero, en un interior que no varía mucho respecto del Altea XL, lo que destaca en el conjunto son las excelentes capacidades de transporte y de carga que ofrecía aquel en su versión básica, que mantiene esta versión SUV, con sus 593 litros de maletero, pudiendo abatir la segunda fila de asientos hasta conseguir 1.562 litros. Además, los asientos de esa fila pueden desplazarse longitudinalmente hasta 16 centímetros para priorizar la carga o el transporte de pasajeros.
El equipamiento es otro de los rasgos destacables en el Freetrack, que incluye de serie un nuevo sistema multimedia compuesto por una pantalla TFT de 7 pulgadas ubicada en el techo y un conector RCA para conectar reproductores de DVD, consolas de videojuegos, ordenadores portátiles e incluso reproductores de MP3. Entre los elementos más habituales en el segmento encontramos llantas de 17 pulgadas, barras portaequipajes, apoyabrazos central con hueco portaobjetos y otro para iPod o conexión USB, cortinillas para las plazas traseras, red de separación entre habitáculo y maletero o bandejas en las plazas traseras.
Potentes motores
Los motores iniciales con los que se ha lanzado el Altea Freetrack son dos de los más conocidos del grupo Volkswagen, además de los más potentes de la gama tanto en gasolina como en diésel. Hablamos del 2.0 TFSI con 200 cv y el 2.0 TDI con 170 cv, lo que hace destacar al todocamino de Seat frente a la competencia en cualquier sentido. Toda una demostración de la deportividad que quiere transmitir la marca.
El motor de gasolina 2.0 Turbo está alimentado por inyección directa y ofrece distribución variable, mostrándose muy elástico y ahorrador. Las prestaciones son muy altas, acelerando de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y logrando una velocidad máxima de 214 km/h, mientras que su consumo medio se queda en 9,4 litros a los 100 km. El motor turbodiésel de 170 cv cuenta con un sistema de inyección directa por common rail confiltro de partículas DPF que disminuye las emisiones nocivas al medioambiente y logra unas prestaciones excelentes, acelerando de 0 a 100 km/h en 8,7 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 204 km/h. Su consumo en ciclo combinado se queda en 6,8 litros a los 100 km.