Clio DCi Vs Corsa Di

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SEGUNDA GENERACION DE POLIVALENTES DIESEL

Innovador el Clio, demasiado continuista y soso el Corsa, ambos son dos claros ejemplos de polivalentes urbanos y ruteros. Con mecánicas diesel de última generación, mantienen una economía de uso realmente envidiable, y un precio muy asequible, por debajo de dos millones de pesetas.
Prácticamente son igual de largos (3,81 m el Clio, que gana 4 cm con este ‘restyling’ debido a unos parachoques algo más prominentes y 3,82 m el Corsa) y casi de igual batalla (2,47 m el Renault y 2,49 el Opel), los dos con carrocería 5 puertas, la más funcional. Ambos son un claro ejemplo de la actual generación de polivalentes urbanos, más cerca de los 4 metros que de los 3,5, de gran habitabilidad (pero no más que sus predecesores, más cortos) y seguridad activa y pasiva acrecentada, en línea con el promedio hoy exigible, que ya pide airbags laterales además de los dos delanteros y el ABS de serie, algo que ofrece el Renault mientras que es opcional (75.000 ptas) en el Opel.

INNOVACION FRENTE A CONTINUIDAD

El nuevo Renault Clio cambia su frontal sobre el de la segunda generación presentada en 1997, convirtiéndose en su primer ‘restyling’, ya que el resto de la plataforma y carrocería permanecen invariables. Los mayores cambios van en el interior y salpicadero, junto con la novedad del motor turbodiesel 1.5 dCi. Sin embargo, su aspecto exterior resulta muy distinto, más anguloso y menos ‘redondo’ que antes, con su parrilla con dos tomas de aire simétricas en torno al rombo central, faros triangulares de doble óptica interna con los intermitentes integrados por arriba, nuevos paragolpes -manteniendo la zona de protección en negro-, y algún retoque menor (nervadura central de capó, borde plano de pasos de rueda, etc). Por detrás no varía, salvo el habitual rediseño de grupos ópticos y un leve remodelado de parachoques, con la moldura protectora por abajo.
En el interior, el salpicadero conserva la consola central pero cambia su revestimiento con mejores plásticos -ahora bitono- y se une la pantalla multifunción superior al conjunto de la misma. El cuadro lleva ahora una visera con una leve doble curvatura y hay algún hueco portaobjetos extra -como el de la izquierda, lástima que demasiado pequeño- lo mismo que los superiores de las puertas, así como portabotes, aunque la guantera pierde su práctica repisa inferior (pero a cambio es más profunda).

La seguridad pasiva y activa mejora muy notablemente, montando de serie doble airbag de inflado diferenciado, airbags laterales, ABS con EBD y frenado de emergencia SAFE, anclajes Isofix delantero y traseros, etc. Hay detalles inteligentes, como los reposacabezas traseros, pensados para no estorbar en reposo la visibilidad por el retrovisor interior, o el airbag de acompañante, desconectable con llave.

El Corsa presenta un aspecto más continuista y clásico, pese a tratarse de un diseño más reciente -la tercera generación del modelo, presentado en el pasado otoño- que estrena un bastidor completamente nuevo, de 2,49 m de batalla (sólo 2 cm más que el Clio) y su misma longitud. Si el Renault resulta incluso demasiado agresivo por delante, el Opel es más armonioso, casi soso, aunque menos ‘blando’ de líneas que su predecesor. La zaga recurre a las ópticas a lo alto, flanqueando la luneta del portón (siguiendo la moda que marcó el Fiat Punto), quizá más logradas que en ninguno de sus rivales, dando la impresión de ser un coche mayor.

Habitabilidad

HABITABILIDAD: EMPATE VIRTUAL

La habitabilidad es parecida, con casi el mismo espacio para piernas (apenas 1 cm de ventaja Opel) y un poco más de anchura también en éste (aquí la diferencia es mayor, unos 3 cm), aunque sin ser determinante para el confort de la hipotética tercera plaza central. El Clio cuida muy bien las plazas delanteras, aunque su posición al volante es menos racional (por altura e inclinación del mismo) que la del Corsa, sin que baste la regulación vertical para corregirlo. A cambio, los asientos son mejores en el Renault. Detrás, el Corsa trata mejor a sus ocupantes, con un poquito más de espacio en todas las cotas, en especial en altura al techo. En cuanto a huecos, hay ligera ventaja Opel (todos son un poco mayores), extensible al maletero, con 260 litros oficiales que vienen a ser unos 280 reales (frente a 255 oficiales en el Clio, que cubica en realidad 275 reales). Si se abate el respaldo trasero, la ventaja del Corsa es algo mayor, tanto por plano de carga como por altura al techo. Pero en conjunto ambos están muy igualados.

En el bastidor hay también bastantes coincidencias: los dos montan el mismo esquema de suspensiones (Mac Pherson anterior y semitorsional posterior) y los dos llevan dirección asistida eléctricamente, de un tacto bastante similar. Las dos son bastante rápidas (2,8 vueltas entre topes el Clio y 2,9 el Corsa) y de tacto un poquito más duro en el Opel. En cuanto a frenos, los dos llevan discos ventilados delanteros (de 259 mm en el Renault y más pequeños de 240 mm en el Opel) y tambores traseros, de similar potencia, siendo algo más resistentes al calentamiento en el Renault. Las distancias de frenado son muy parecidas (sobre 65 m en los 120 km/h a 0), con los ABS bien tarados en ambos (opcional el del Corsa).

Motores

EN ACELERACION EL CORSA Y EN RECUPERACION EL CLIO

En cuanto a motores, la teórica igualdad de partida -65 CV en los dos, a 4.000 rpm el Clio y 4.400 el Corsa- con ventaja Renault en el par (16,7 mkg a 2.000 rpm, frente a 13,2 mkg el Corsa, constantes entre 2.000 y 3.000 rpm) se ha saldado en la práctica con superioridad del coche germano frente al francés en velocidad y aceleración y a la inversa en recuperación. Ambos contaban con un rodaje suficiente (mayor en el Corsa), pero lo cierto es que la diferencia de cilindrada -1.686 cc frente a 1.461 cc, 225 cc a favor del Opel- es determinante, superando a la más sofisticada inyección directa por raíl común esférico del Clio. Los dos montan turbocompresor fijo, y los dos carecen de ‘intercooler’, pero el Corsa añade la ventaja de su culata de 16 válvulas de flujo cruzado frente a la de 8 y flujo lateral (admisión y escape por el mismo lado) del 1.5 dCi, a lo que hay que añadir un desarrollo final ligeramente más corto en el Corsa (1 km/h menos en 5ª por 1.000 rpm).
El motor 1.5 dCi es muy suave y redondo, apenas tiene efecto turbo y resulta bastante más silencioso que el 1.7 Di del Opel, que ofrece un tacto más áspero y ruidoso, sobre todo en frío. Pero los registros del crono son inapelables. Mientras el Corsa hace los 0-100 km/h en 13,6 segundos, el Clio tarda un segundo y medio más (15,2). En velocidad punta, los dos anuncian 162 km/h, pero mientras el Opel logró los 166 reales, el Clio se quedó en 158.

Más elástico el nuevo motor de Renault, que además tira de un peso 50 kg inferior, impone su ley en las recuperaciones (ver cuadro), salvo en los 1.000 m desde 50 km/h, en los que le iguala el Opel.

Empate en consumos.- Renault anuncia unos consumos récord homologados, con sólo 5,4 litros/100 km en tráfico urbano, 3,7 en el extraurbano y 4,3 en el promedio mixto combinado. Pero en nuestra unidad de prueba sólo ha bajado tres décimas de 5 en el circuito turístico a 90/100 km/h en autovía, subiendo a 5,3 a 120/130 km/h, para quedarse en 6 escasos (5,9) en ciudad. Eso sí, varía poco por mucho que se le pise. El máximo consumo en conducción deportiva no ha pasado de 6,2, y en ciudad, con el aire acondicionado puesto, tampoco pasa de ese umbral.
Mientras el Corsa casi clava las cifras oficiales, gastando 6 justos en ciudad, muy poco más que el Clio, sólo gastó 4,3 a 90/100 km/h y 5,4 a 120/130. Sin embargo en conducción deportiva se despega algo del Clio (roza los 6,5) y eso con un uso intensivo del aire acondicionado, por cierto algo más eficaz que el del Renault.

Comportamiento

COMPORTAMIENTO

Sin duda, las versiones superiores de estas mecánicas (el 1.7 DTi de 75 CV del Corsa y el futuro 1.5 dCi de 80 CV del Clio) ya con ‘intercooler’ y en el caso del Renault además con turbo variable, suponen una opción aún más interesante, ya que no deben gastar más (anuncian los mismos consumos oficiales) mientras que dinámicamente se mueven en la zona de los 18 mkg de par, determinante a la hora de ofrecer una respuesta motriz más contundente.
Comportamiento: ventaja Renault.- En cuanto a comportamiento, en los dos está francamente logrado, sacándose aquí el Clio la espina frente al Corsa, con una mayor eficacia en curva (subvira menos) y una mayor agilidad de trazada.

El del Corsa ya no tiene nada que ver con el del anterior modelo; ha ganado muchos enteros, con un tren anterior menos cabezón, una extraordinaria nobleza de reacciones y un tren trasero casi aburrido, dada su tremenda resistencia al sobreviraje. El del Clio siempre ha sido excelente, aunque aquí -con los neumáticos 185/55 en llanta 15 del nivel Dynamique- peca de algo seco, con una ligera mayor tendencia a los rebotes sobre mal piso. Seguro que con los 175/65 x 14 de la monta estándar (Expression) sus reacciones son más progresivas y el confort se resiente menos, con un calzado más adecuado a su potencia que mejoraría consumos y prestaciones.

Precisamente el Corsa con esa medida de neumático ofrece un confort superior (se nota el mayor recorrido de suspensiones), aunque a costa de no ser tan eficaz al límite, mostrándose más burgués. Y eso que los asientos, menos envolventes y más duros que los del Clio, no le dejan sacar el máximo partido a su ventaja.

Equipamiento

MEJOR EQUIPAMIENTO Y PRECIO EL CLIO

Finalmente, el equipamiento es bastante bueno en ambos, mejor en el Renault en materia de seguridad (ABS, airbag laterales y limitador de tensión en cinturones) y en varios detalles accesorios (antinieblas, llantas de aleación, retrovisores por mando eléctrico, ordenador de a bordo…). Los dos llevan alzacristales eléctricos delanteros (detrás no), con toque secuencial en ambos en el Corsa, y cierre centralizado con telemando, siendo opcional en los dos el aire acondicionado (150.000 pesetas en el Corsa y 158.000 en el Clio, que añade adjunto al mismo el parabrisas atérmico), e igualmente opcional el equipo de radio.
Con todo, por un precio inferior a dos millones (1.946.716 pesetas el Clio 1.5 dCi y 1.846.000 el Corsa 1.7 Di) ambos ofrecen una opción muy práctica de polivalentes sencillos, de muy bajo consumo y prestaciones suficientes, más ajustada en precio el Renault (si al Corsa 1.7 Di Comfort le añadimos ABS, llantas de aleación, antinieblas, etc, se nos pone 200.000 pesetas más caro que el Clio).

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