206 HDi/Yaris D4D/Clio dCi

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TRES DIESEL PARA TODO

No pretenden ser los ‘TDi’ de su categoría, pero tampoco son los diesel de batalla. Son tres honestos polivalentes 5 puertas, de ajustado precio y aceptable equipamiento, con motores de menos de 1.500 cc y similar potencia capaces de asumir el uso diario urbano con un consumo mínimo, y moverse sin complejos en carretera.

Con casi cuatro años a cuestas, nacidos con pocos meses de diferencia, y rejuvenecido el Clio el pasado año con un precoz ‘restyling’ que le dio una imagen más agresiva, tanto éste como el Peugeot 206 son rivales directos entre los polivalentes medios de 3,5 a 4 m de longitud. Ambos comparten la misma fórmula de carrocería dos volúmenes en 3 y 5 puertas y casi las mismas dimensiones, (3,81 m de largo el Renault y 3,83 m el Peugeot), pese a que el primero tenga una batalla ligeramente mayor (2,47 m frente a 2,44).
Frente a estos dos clásicos rivales, llegó un tercero en discordia hace dos años, el Yaris de Toyota, que con sólo 3,62 m de largo ofrece una habitabilidad similar, gracias a su banqueta trasera deslizante, a cambio de un maletero algo menor, pero modulable. Con menos batalla (2,37 m) pero más alto (1,50 m), apenas cede habitabilidad ante sus rivales, mejorando su polivalencia urbana.
Ahora los tres cuentan con nuevas versiones turbo diesel de inyección directa ‘common rail’ de bajo consumo, con el propulsor más moderno a cargo del modelo nipón, que pese a ser el de menos cilindrada (1.364 cc) es el que se muestra más brillante, con 75 CV oficiales que deben ser algunos más reales, a juzgar por sus cronos. Con culata de 8 válvulas, turbo y un generoso ‘intercooler’, es el único con bloque de aluminio y distribución por cadena en vez de correa, así como el único con un ‘common rail’ de segunda generación (1.600 bares, frente a los 1.350 del Clio y 206). En el Clio, el motor 1.5 dCi sube de 65 a 80 CV gracias a la adopción del ‘intercooler’ (radiador del aire de admisión), mientras que el 1.4 HDI del 206 se queda en 70 CV al carecer del mismo.

Exterior

DIFERENTES ESTAMPAS

Pero a pesar de ciertos paralelismos, su estampa es bastante diferente, y su temperamento, también. En todo caso, dos líneas muy familiares frente a la menos vista del Yaris, el más corto de los tres, que gracias a su altura es también el más agradable en conducción urbana. Su frontal de faros almendrados y formas redondeadas casa bien con su espíritu funcional, con su cintura alta y una recogida zaga que engaña respecto a la capacidad real de su maletero, que aunque sea el más pequeño de los tres, deja de serlo si se avanza al máximo la banqueta trasera.
Los tres cuentan con una gran superficie acristalada, con mayor sensación delantera de luminosidad y espacio en el Peugeot por su avanzado parabrisas, y mayor detrás en el Renault, con pilares posteriores más finos. Similar altura de cintura y de ubicación y hasta de molduras protectoras laterales acaban de aproximar su aspecto frente al más distinto del Yaris.

Habitabilidad

HABITABILIDAD PARECIDA

Renault ClioFrente a la simplicidad de diseño del Yaris, no demasiado pesado en 5 puertas pese a su cintura alta, sus rivales son algo más barrocos. De lado, el 206 incluso en 5 puertas resulta más macizo, con las lunas traseras de una pieza -aunque no desciendan del todo, como las del Toyota- frente a las partidas del Clio y Yaris.

Por detrás el Renault ofrece mejor acceso, con un portón rectangular sin los caprichosos ‘mordiscos’ del 206 -que no afectan al interior- y un maletero ligeramente mayor (apenas 10 litros) por su mayor altura, mientras que el del 206 le supera en anchura y profundidad, y sobre todo por su forma más regular, llevando además una malla sujetaequipajes. Pero por volumen no destaca ninguno, estando los dos al filo de los 260 litros reales, aunque superando los 215 oficiales del Yaris en su posición más retrasada de banqueta (unos 200 reales), que pueden ser casi 260 si se avanza ésta al máximo. La rueda de repuesto va bajo su piso, con acceso exterior en el 206 e interior en el Clio, siendo en ambos de ‘verdad’, mientras que el Yaris se conforma con una ‘galleta’ de emergencia, aunque de acceso interno.

Peugeot 206Por dentro, 206 y Clio presentan un puesto de conducción parecido. El salpicadero del 206, pese a unos plásticos de apariencia no muy atractiva, está mejor diseñado y ofrece más huecos útiles, con una guantera (con tapa tapizada) de gran capacidad, mientras que el interior del Clio se beneficia de unos asientos delanteros más cómodos y de excelente sujeción lateral, lo que no es el caso de los del 206 XT, que sin embargo ofrecen mejor mullido y apoyo de banqueta. Peor sujeción a la espalda brinda el Yaris aunque la posición más vertical de conducción hace que se note menos. A cambio ofrece el salpicadero más práctico y con más huecos, tres sin tapa (uno bajo el volante y dos a cada lado de la consola) y dos con tapa, la guantera principal y otra supletoria encima, ya bastante pequeña. Lástima que la altura del asiento (no regulable) haga que las rodillas toquen con facilidad con el plástico duro de la zona clara del salpicadero.
El cuadro es parecido en el Clio y 206, contando los dos con reglaje interior de luces y de altura de volante, como el Yaris, que sin embargo se desmarca con su cuadro de implantación central, con un velocímetro digital muy legible, pero con un cuentavueltas por ‘leds’ de difícil lectura y sin termómetro de líquido de refrigeración.
Toyota YarisDetrás, la ventaja es del Renault Clio, más amplio en anchura y en espacio para piernas, y un poco menos en altura para la cabeza. Ventaja decisiva a la hora de disponer de tres plazas en este asiento, que si no van bien en ninguno, en el Peugeot y el Yaris apenas aguantan un viaje corto, mientras que en el Renault -siempre que no sean muy grandes- soportan mejor un trayecto medio. En el Yaris las piernas de los ocupantes traseros gozan de menos sitio que en sus rivales (lógico, por menor batalla y longitud) pero si se retrasa a tope la banqueta le falta poco para igualarlos.
Los apoyacabezas traseros son de serie en los tres, sin afectar mucho a la visión por el retrovisor interior en los dos coches galos y algo más en el nipón. La mejor posición al volante es la del 206, con una buena ergonomía de mandos, pero los tres cuentan con bastantes detalles de buen gusto (espejos de cortesía con luz, portaobjetos bajo el asiento del acompañante, bolsas en los respaldos, etc). En los tres los dos airbags delanteros son de serie (y en el Clio también los laterales) con el aire acondicionado opcional en todos, lo mismo que la radio (con lector mono CD y mandos al volante en ambos) en el Clio y 206, mientras que el Yaris Luna ofrece de serie radiocassette y en opción el lector CD (mono o de 6 unidades). Los espejos retrovisores externos son de mando eléctrico en el Clio y 206 y manuales en el Yaris, donde tampoco disponen de sección asférica para reducir el ángulo muerto en visión tres cuartos.
La calidad de los plásticos del salpicadero deja algo que desear en el Peugeot y el Toyota, aunque su acabado (con la tapa de la guantera forrada en tela en el 206, y la terminación bitono del Yaris) es algo mejor que en el Renault, que a cambio posee una terminación muy cuidada con inserciones en azul y la mejor calidad de revestimientos de los tres.

Comportamiento

FACIL EL CLIO, AGIL EL 206, DEPORTIVO EL YARIS

Renault ClioUna vez en marcha, se aprecia el distinto carácter de cada uno. Con un esquema muy similar de suspensiones, el 206 subvira menos aunque balancea un poco más, con una amortiguación demasiado suave. Su dirección es más bien lenta (3,3 vueltas entre topes, como el Yaris) frente a la del Clio (2,8) aunque muy precisa, con un eje trasero más receptivo a los cambios de apoyo, pero sin insinuarse más que cuando lo forzamos con el acelerador, ayudando entonces a cerrar la curva. Llevado al límite, tiene unas reacciones casi neutras, descolocándose más por la inclinación de la carrocería que por deslizamiento de ejes, permitiendo jugar un poco con la zaga a base de gas, siempre de modo controlable gracias también a un calzado progresivo (neumáticos de 175/65R14 en llanta de 5,5×14, como el Yaris).

Por su parte, el Clio 1.5 dCi 80 CV muestra un comportamiento más radical. De entrada calza de serie en el nivel Dynamique ensayado neumáticos de 185/55R15, con amortiguadores y muelles más duros, junto con una barra estabilizadora delantera más gruesa (24 mm frente a 20 mm el 206, montando detrás de 19 mm en los dos). Con una dirección más rápida, este Clio dCi se muestra ágil, subvirando algo más que el 206 y balanceando muy poco, aunque ahora sus reacciones al límite son un poquito más bruscas, con un zaga ya no tan inasequible al deslizamiento como antes, aunque menos sensible que la del 206.
Peugeot 206Sobre buen piso y curvas rápidas se encuentra en su salsa, para ir empeorando en curva lenta sobre asfalto degradado, terreno donde el 206 impone su ventaja. En cualquier caso, se muestra muy eficaz y fácil de conducir, y menos exigente a tope que el 206 y el Yaris, ventaja tanto más apreciada cuanto que su mecánica le permite mayores prestaciones. Además, en opción puede montar el control dinámico de estabilidad ESP, no disponible ni en el 206 ni en el Yaris.

Por su parte el Yaris se beneficia de ser el más corto y ligero de los tres en los trazados más virados, con una agilidad de apoyos superior gracias a una amortiguación más firme, y también más necesaria dada su mayor altura. Tan ágil como el 206, su tren trasero es también como en éste más receptivo a la acción del acelerador que el del Clio, y dada su menor batalla obliga a trazar más fino, y sobre todo, a frenar con más cuidado -incluso con ABS- a la entrada de las curvas, ya que descompone antes la trayectoria si se desalinea. Con una estabilizadora delantera más gruesa que sus rivales, subvira más, pero como pesa menos, su inercia es también menor. En realidad es muy eficaz, a cambio de ser quizá el menos confortable sobre mal piso y el más exigente en conducción rápida, sin que la cosa cambie mucho jugando con las presiones de neumáticos. Sin embargo no pierde aplomo a alta velocidad, algo de elogiar en un cochecito de sus dimensiones.
Toyota YarisEn cuanto a frenos, la ventaja es para el Clio por potencia y resistencia al calentamiento, seguido del Yaris, que pese a ser el que tiene los discos delanteros (ventilados en los tres) más pequeños, se beneficia de su menor peso para detenerse en casi los mismos metros que el Renault, y eso sin ABS (con éste en opción, el Yaris mejora mucho su dotación con discos macizos detrás). A cambio el 206 presenta la mejor progresividad y tacto de pedal, pero sin ABS (opcional) se alarga bastante en las frenadas. Con los mayores discos delanteros de los tres, el Clio sólo adolece de un servo algo brusco que empaña un poco su correcta graduación, lo que no obsta para que logre distancias de frenado sorprendentemente cortas (menos de 60 m a 120 km/h), con el Toyota no muy a la zaga (62 m), mientras que el 206 se queda en el umbral de los 70, bloqueando además enseguida en cuanto el piso está mojado.
Respecto al cambio, el del 206 es suave y preciso, aunque algo largo de recorridos. Más rápido -y duro- el del Clio, y realmente modélico, por precisión y rapidez, el del Yaris, cuyos desarrollos son algo más cortos, salvo en 5ª, que iguala la del 206.

Motores

PRIMERO TOYOTA, SEGUNDO RENAULT, TERCERO PEUGEOT

Renault ClioEn cuanto a motores, el del 206 1.4 HDI es una delicia por suavidad y empuje en baja, aunque se acaba demasiado pronto y se queda un ‘pelín’ corto a alto régimen, algo parcialmente compensado con unos desarrollos levemente más cortos que los del Clio. Da sus 70 CV a 4.000 rpm, como los otros pero el par máximo de 15,3 mkg llega a 1.750 rpm, lo que le permite igualarse con el Clio en recuperaciones y en general en su respuesta hasta las 3.000 rpm, a partir de las que el Renault impone su dominio. El Clio dCi 80 CV presenta una mayor sonoridad -pese a su inyección ‘common rail’- y también más vibraciones, aunque bastante menos que el anterior 1.9 dTi de 80 CV. Pero sus 80 CV y sobre todo sus 19,3 mkg a 2.000 rpm le permiten distanciarse del Peugeot en aceleraciones, ganándole casi un segundo en el km desde parado y más de medio en el 0-100 km/h, y eso que este 206 ha mejorado todos sus cronos oficiales. Diferencia que se reduce en velocidad punta, prácticamente igual en ambos (los dos superan los 170 km/h reales), permitiendo sin esfuerzo un cómodo crucero en autovía de 130/140 km/h.

Peugeot 206Pero el que les moja la oreja a ambos es el D-4D del Yaris. Con una potencia real al nivel del Clio y menos peso, resulta especialmente brillante, corriendo y acelerando incluso algo más que el Clio. Supera con holgura los 170 km/h (174), y cubre en 12 segundos el 0-100 km/h (y en menos de 34 el km desde parado), registros muy brillantes para sus sólo 1.361 cc. Es el que más tarda en entregar su par y el que mejor lo aguanta a alto régimen, con un tacto y una respuesta igual a la de un motor de gasolina, tirando de maravilla de 2.500 a 3.500 rpm, para empezar a agotarse a las 4.300/4.400 rpm. Y además, no es más ruidoso que sus rivales, pese a coger más vueltas.

Consumos

EL YARIS EL QUE MENOS CONSUME

Y en consumo, también aquí el Yaris se desmarca con el mejor resultado, siendo de los tres el único que logra de verdad los casi 4 litros a los 100 km de consumo mínimo, rozando los 5 en el promedio normal en autovía y llegando a 6 en ciudad Los dos franceses arrojan cifras más discretas, incluso mejorables en el caso del Peugeot, sobre el que el Clio 1.5 dCi de Renault marca una pequeña ventaja, lo que tiene más mérito dada su mayor potencia y prestaciones.
No es que los consumos de estos Clio y 206 sean desde luego altos, pero están prácticamente al mismo nivel de un Seat Ibiza TDi o un Skoda Fabia TDi, por no hablar de los ‘mecheros’ de la categoría (Arosa y Polo TDi). Y eso andando menos Gastar sobre el papel 3,5 litros cada 100 km es fácil, pero lograrlo de verdad no tanto. Mejor es hacer como Toyota, cuyos consumos del Yaris son oficialmente mayores, pero más cercanos a los reales.

Equipamiento

EQUIPAMIENTO Y PRECIO: VENTAJA PARA RENAULT

Toyota YarisComparando equipamiento, los tres modelos vienen bastante bien de serie, con dirección asistida (electrohidráulica en el Yaris y 206 y eléctrica en el Clio), airbag de conductor y acompañante, volante regulable en altura, inmovilizador, cinturones con pretensor y limitador de esfuerzo, filtro de habitáculo, preequipo de radio con antena, lunas tintadas, maletero con luz, banqueta trasera plegable por mitades asimétricas, cierre centralizado con telemando, alzacristales eléctricos delanteros, retrovisores exteriores por mando eléctrico (salvo el Yaris que sin embargo añade de serie el radiocassette y algún otro detalle menor en la serie especial T2 del nivel Luna ensayado), etc Pero el Clio ofrece además los airbag laterales, el ABS y las llantas de aleación de 15 pulgadas (en el nivel Dynamique), y el ordenador de a bordo, siendo opcional en los tres el aire acondicionado.
Así las cosas, la ventaja del Clio (llantas, ABS, airbags laterales, ordenador, cierre automático de puertas en marcha, etc.) es palpable, sobre todo porque su precio es el menor de los tres (muy cerca del 206 -12.520 euros el Peugeot frente a 12.450 el Renault, que sube 250 euros en esta serie limitada Xtreme, que en realidad sólo añade de serie la radio mono CD- y ya más lejos de los 13.065 euros del Toyota). Y encima con más motor y mejor equipamiento que ellos, aunque a cambio el 206 ofrezca una suavidad y un equilibrio realmente ejemplares y el Yaris una sorprendente brillantez. En cualquier caso, los tres son opciones ideales en polivalentes ligeros diesel, prácticos tanto en ciudad como fuera de ella.

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