Un supercompacto de 250 cv
España y Suiza serán los primeros mercados en los que aterrizará la nueva versión deportiva del Megane, la cual se fabrica por primera vez en Palencia. Será en diciembre cuando esta bestia que derrocha potencia y deportividad llegue a nuestros concesionarios, mientras que durante 2010 se irá introduciendo en el resto de países. Renault España espera continuar con el éxito de esta saga, que nació en 2004 con el primer Megane Sport, y del cual se realizaron diferentes versiones: Trophy, F1 Team, R26 y finalmente el radical R26 R. Las cifras de ventas hablan por sí solas, y para ser un modelo tan exclusivo y deportivo como este, en años buenos como 2007 se llegaron a vender más de 5.000 unidades.
Todo hace indicar que el nuevo modelo, a pesar de la delicada situación actual, pueda cosechar un buen resultado de ventas, ya que probablemente sea el compacto con mejor relación “precio-deportividad-potencia”, muy igualado con el otro modelo de fabricación nacional: el Seat León Cupra R. Y es que, el Megane Sport RS, con 250 cv, un comportamiento sobresaliente y un precio de 26.450 € promete ser uno de los coches más deseados por los jóvenes. En la cumbre del segmento se encuentra el Ford Focus RS de 305 cv, y junto al Renault y al Seat podemos posicionar también al Mazda 3 MPS y, próximamente, al los Volkswagen Golf R y Scirocco R.
Aunque estamos hablando de un solo coche, prácticamente se puede decir que la oferta se divide en dos: Sport y Cup. El primero de ellos es el que cuesta 26.450 euros, e incluye de serie llantas de aleación de 18 pulgadas, asientos deportivos, salida de escape central, difusor trasero, pasos de rueda ensanchados, un eficaz ESP “tri-modo” (normal, deportivo y desconectado), etc. Luego, para los conductores más radicales, se puede pedir el pack Cup, que, por un precio adicional de 2.650 euros, incluye un chasis con una amortiguación bastante más dura, un diferencial autoblocante mecánico y unos asientos tipo backet firmados por Recaro como elementos principales.
Esta es inicialmente la primera duda a la que se enfrenta el comprador del Megane Sport RS, en la cual deberá decantarse por la comodidad o por la efectividad (y no es que el normal sea poco efectivo, ni mucho menos). El Sport es significativamente más cómodo en carretera, y sus asientos ya resultan bastante bonitos y deportivos, pero el Cup es mucho más eficaz en circuito, pues según los técnicos de Renault puede ser entre 3 ó 4 segundos más rápido dependiendo del tipo de trazado. Pero además de esta primera elección existen bien varios packs opcionales o bien varios elementos por separado, entre los que destacan el navegador Tom Tom (que sólo cuesta 510 euros), un paquete de iluminación que incluye xenón y leds para las luces diurnas, llantas de 19 pulgadas, techo panorámico o un sistema denominado RS Monitor de telemetría a bordo. Este último elemento cuesta 500 euros y resultará muy interesante para quien sea aficionado a rodar en circuito, ya que permite tomar tiempos por vuelta y analizar multitud de parámetros. Hasta la fecha, este extra estaba destinado a coches de competición o grandes deportivos, pero ahora Renault lo ofrece como opción en un modelo del segmento medio.
Una vez visto lo que lleva o puede llevar el coche vamos a ver cómo va. En la presentación de este nuevo modelo pudimos probar en carretera el Megane Sport RS normal y el Cup, además de dar unas cuantas vueltas al circuito andaluz de Ascari con una versión Cup. Si no se va a entrar nunca en circuito, muy “quemado” o sibarita hay que ser para optar por la versión más radical, ya que la normal ofrece un grado de firmeza y agarre muy acertado que se combina con una buena dosis de practicidad para el uso diario. Ahora bien, quien sea un enamorado del automovilismo y se acerque de vez en cuando algún domingo a participar en unas tandas libres de las que organizan los circuitos, le aconsejamos que opte por el Cup, ya que el autoblocante y las suspensiones se dejan notar. Y aún daríamos un último consejo, el desolicitar también el “RS Monitor”, que con su telemetría abordo hace que el conductor se sienta como un verdadero piloto.
Lo que es común a ambas opciones es la fabulosa respuesta del motor, que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en nada menos que 6,1 segundos y alcanzar los 250 km/h; y eso sin gastar ni emitir mucho CO2: 8,4 l/100 km y 195 g/km. El manejo del cambio manual de seis velocidades puede parecer un tanto duro al principio, pero una vez acostumbrados se convierte en otro aliado más gracias a su gran precisión. Más argumentos los encontramos en el perfecto funcionamiento del ESP, que dependiendo del modo seleccionado permite rodar con mayor seguridad o mayor diversión. En definitiva, un compacto irresistible que además se vende a un precio bastante razonable y, por primera vez, se fabrica en España (antes los Megane RS salían de la factoría francesa de Dieppe).