Equipado y deportivo
Los coches con carrocería “station wagon” están tomando mayor protagonismo en nuestro mercado, y ya no sólo se eligen para familias numerosas o para cagar muchos paquetes, sino también por clientes que disfrutan de diversas actividades de ocio, o incluso por una preferencia estética. Es por ello que las marcas van cuidando más y más estos modelos, como ahora lo hace Renault, al introducir la versión S-Line en el Megane Grand Tour.
Más deportivo y más equipado, así es la versión más cuidada de un familiar medio que tiene en los Volkswagen Golf Variant, Opel Astra SW o el recién llegado Kia Ceed Sporty Wagon a sus máximos rivales. Se diferencia del resto de los Megane Grand Tour por detalles en la parrilla delantera, barras de techo en cromo satinado, llantas específicas de diez brazos y techo panorámico.
Entre su equipamiento de serie figura el regulador-limitador de velocidad, el ESP, el climatizador, los sensores de luz y lluvia, las bandejas tipo aviación para las plazas traseras, el radio-cd de 4×15 w y, opcionalmente, el radar de proximidad trasero. En cuanto a la gama cromática, se ofrece este color “azul amanecer” combinado con un interior en “carbón oscuro” y una nueva tapicería.
Este Renault Megane Grand Tour S-Line está disponible con cuatro mecánicas, tres diesel y una gasolina. El de gasolina es un 1.6 de 110 cv, y cuesta en esta deportiva y bien equipada versión 19.502 euros. Los diésel comienzan con el 1.5 dCi de 105 cv, tienen el punto medio en el 1.9 dCi de 130 cv y culminan la gama con el 2.0 dCi de 150 cv. Sus precios oscilan entre los 21.452 y 24.102 euros.