El sistema nace principalmente por la necesidad de los usuarios de motores con grandes prestaciones en todo el rango de vueltas del motor, con esto se buscaba una óptima respuesta del motor a cualquier régimen, reducir las emisiones cuando se circula con el motor a poca carga, reducir los consumos finales, favorecer la respuesta más confortable del motor a bajo régimen y conseguir las mejores prestaciones en altas revoluciones. El sistema actual consta de una cadena de distribución con tensores automáticos sin mantenimiento, un regulador de válvulas que se adapta electrónicamente a todos los sistemas del motor mediante la centralita, como la carga en el acelerador, en el motor, el régimen al que está girando, la temperatura del aire de admisión, la del aceite, etc Este sistema garantiza el máximo rendimiento en todo el régimen del motor, entregando el 100% del par motor entre las 4.600 y las 6.000 rpm, pero el 90% entre las 2.000 y las 7.000 rpm hasta el corte de inyección que está en las 7.300 rpm.
Porsche lanza al mercado el nuevo Cayman, el nuevo miembro de la familia que representa el acceso a la gama de los coupes biplazas de motor central de la marca, como continuación al tremendo éxito que ha obtenido su hermano mayor Cayman S, que ha duplicado sus ventas hasta la fecha. Con la presentación del modelo básico del Cayman se amplia la oferta de mercado de la marca de Stuttgart por la zona inferior, colocándose por su precio de 53.478 € en una categoría un 8% superior al Boxster y un 20% por debajo del Cayman S. Otros competidores con el mismo espíritu deportivo y diferente cuna los encontraríamos en el nuevo Audi TT 3.2 V6 de 250 cv, que se muestra más progresivo y algo menos sensacionalista, el BMW Z4 3.0 de 231 cv, con las mismas capacidades deportivas, aunque de concepto roadster, o el Mercedes SLK 280 de 231 cv, más enfocado al lujo y al confort, entre otros muchos deportivos de raza.
Los elementos que realmente le diferencian del más potente Cayman S, son principalmente pequeños matices de diseño o de equipamiento, como el faldón delantero de color negro, las llantas de 17 pulgadas de serie en lugar de las de 18 del Cayman S, que montan unos neumáticos igualmente más pequeños de 205/55 delante y 235/50 detrás, las grandes pinzas de freno negras en lugar de las rojas del S, con unos discos también algo más pequeños, además del propulsor que es el nuevo 6 cilindros tipo bóxer de aluminio de 2.7 litros de cilindrada en posición central combinado con el sistema de distribución variable VarioCam Plus, común a los modelos 911, Boxster y Cayman S, entregando una potencia de 245 cv a 6.000 rpm y un par motor máximo de 273 Nm desde las 4.600 a las 6.000 rpm, lo que garantiza un aprovechamiento perfecto del motor en todos los regímenes. Las prestaciones son muy generosas dada la potencia final de este pequeño Porsche, que alcanza una velocidad máxima de 258 km/h, realiza el 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y consigue unas cifras de consumo bastante ajustadas, con 9,3 litros a los 100 km en ciclo combinado, 6,8 litros en ciclo extraurbano y ascendiendo a los 13,8 en una conducción urbana. Todas estas cifras se obtienen con la caja de cambios manual de 5 velocidades de serie, mientras que el comprador puede optar entre otra manual de 6 velocidades del paquete deportivo que aumenta la velocidad máxima a 260 km/h y otra automática secuencial Tiptronic S de 5 relaciones que ralentiza la aceleración hasta los 7 segundos y la velocidad máxima a 253 km/h.
En el Cayman más pequeño encontramos 3 características realmente destacables: el diseño exterior, que le otorga una identidad propia que en nada se parece al Boxster, con una carrocería heredada de su hermano mayor Cayman S, con el particular diseño agresivo y aerodinámico característico de Porsche, el motor central, que le otorga un perfecto reparto de pesos al chasis y favorece la máxima estabilidad y una tremenda rigidez de chasis, gracias a su carrocería coupé. Todas estas cualidades típicas de Porsche se completan con una más, un gran funcionalidad interior, como demuestra la capacidad de carga de sus dos maleteros, el anterior con 150 litros y el posterior con 260 y la gran cantidad de huecos portaobjetos que se distribuyen por todo el interior, haciendo de este deportivo la elección perfecta para el disfrute tanto por largas autopistas a gran velocidad, como por enrevesadas carreteras de montaña en la zona más alta del cuentavueltas, e incluso por el más denso tráfico en ciudad en marchas cortas.
El equipamiento interior también se diferencia del Cayman S porque de serie es algo más escaso, aunque como buen Porsche tiene multitud de elementos opcionales para completarlo a nuestro gusto. Difiere de aquel en las esferas de los relojes del cuadro de instrumentos que son de color negro, mientras que comparte el climatizador, el sistema PSM (Porsche Stability Management) o un equipo de audio con reproductor de CD´s, seis airbags y la parte central de los asientos de piel realizado en lujoso Alcántara. Entre las opciones se ofrecen los faros de xenon, una opción deportiva que incluye el cambio manual de 6 velocidades y el tren de rodaje activo denominado PASM (Porsche Active Suspension Management), el cambio Tiptronic, cuatro modelos de llantas de 18 pulgadas e infinidad de acabados en carbono y madera para las molduras del interior. Además, para aumentar la deportividad, se ofrece el paquete Sport Chrono, que incluye una rampa de inyección más pronunciada, un limitador de régimen más deportivo y límites de actuación más elevados en lo que se refiere al control de estabilidad PSM y al tren de rodaje PASM, siempre que el vehículo vaya equipado con esta opción.
El comportamiento de este verdadero deportivo, que de hecho posee un chasis muy superior a la potencia que desarrolla con este motor de 2.7 litros, es intachable en cualquier circunstancia y más aún en nuestra unidad que incluía el cambio manual de 6 velocidades opcional combinado con el tren de rodaje activo PASM, un sistema de amortiguación variable controlada electrónicamente, que mediante una tecla permite elegir entre una confioguración absolutamente deportiva y otra algo más confortable. Si además incorpora el paquete Sport Chrono la cosa es aún más interesante, puesto que mediante la presión del botón Sport en la consola central se aumentan las capacidades dinámicas del coche actuivando unos programas y unas estrategias de control especiales que generan unas sensaciones al volante realmente excitantes. La forma en que el motor entrega la potencia es muy contundente en todo el régimen, desde las más bajas vueltas hasta la zona roja del testigo.
Gracias a una suspensión con un tarado duro pero en su justa medida, tanto al filtrar sin molestias los pequeños obstáculos de la carretera, así como para mantener sin balanceos ni inclinaciones el conjunto en fuertes apoyos en curva, transmite una gran seguridad a los mandos, mostrando las reacciones típicas de los vehículos de propulsión, algo sobrevirador en ocasiones y muy divertido. Los complementos perfectos a estas cualidades son una dirección muy directa que transmite cada orden del piloto, un cambio de marchas exquisito y la perfecta ubicación de los pedales, que permiten jugar con ellos con mucha rapidez y precisión. Al presionar el del freno, el equipo de serie para esta Cayman básico no nos decepciona, gracias a unos discos ventilados delante y detrás de 298 y 299 mm respectivamente. Una característica que nos llamó la atención es el tremendo perfil que muestran las ruedas del tren trasero, evidentemente para llenar el paso de rueda sobre la llanta de 17 pulgadas, que de alguna manera permite algo de deriva en conducción muy deportiva, lo que lo hace aún más divertido y juguetón aunque para manos más expertas.
En los tiempos que corren, que se ha tomado verdadera conciencia de que la contaminación medioambiental es cada día un problema mayor, la solución en el sector del automóvil se conoce por una parte como inyección directa de gasolina, que reduce el consumo de combustible y así las emisiones, una realidad hasta ahora en pocos automóviles como Audi y su tecnología FSI, y por otra la distribución variable, que también reduce notablemente el consumo sobre todo en situaciones de circulación lenta y altos consumos, y esta solución sí se utiliza en una mayor variedad de marcas y modelos de automóviles. En Porsche, desde sus inicios allá por el año 1991, siempre se ha denominado VarioCam, que en la actualidad se presenta en su versión Plus. Este sistema hace referencia a un mecanismo controlado electrónicamente que varía continuamente el desplazamiento de los árboles de levas en la admisión y repercute directamente en la alzada de las válvulas, es decir, varía tanto el calado del árbol de levas de admisión (VarioCam) como los levantamientos de las válvulas (Plus) en cada línea de cilindros. Este sistema ayuda a incrementar la potencia que desarrolla el motor mientras que contiene el consumo de combustible.
En concreto, se emplea para ello un variador de álabes insertado entre el piñón impulsor y el árbol de levas, el cual permite variar mediante pequeños giros de hasta 40° por un sistema hidráulico el calado de las levas. Y para regular la carrera de las válvulas, el motor de 2.7 litros dispone de un árbol de levas especial con dobles levas para accionar respectivamente las distintas válvulas por mediación de los correspondientes empujadores hidráulicos. A propósito, estos taqués constan de dos empujadores insertados uno dentro de otro, que pueden ser bloqueados hidráulicamente entre sí mediante un bulón desplazable. El empujador interior, por ejemplo, que es accionado por la leva corta, proporciona un levantamiento de 3,6 milímetros, en tanto que el elemento exterior es el que permite una carrera de válvula de 9,35 milímetros. En el interior de cada uno de estos empujadores compuesto se encuentra además un elemento de reglaje accionado hidráulicamente, el cual se encarga de efectuar el ajuste automático del juego de válvulas. Según las circunstancias de carga o conducción, el control inteligente de ambos sistemas garantiza que el conductor disponga constantemente de una potencia y una fuerza máxima convenientes, al tiempo que el vehículo optimizará el consumo y a las emisiones de escape.
Curiosamente el sistema VarioCam de Porsche celebra este año 2006 su decimoquinto aniversario, aplicándose por primera vez en el Porsche 968 de 1991, al que se le introdujo un tensor de cadena oscilante para evitar las holguras de la cadena de distribución y se vio que además las funciones de variar el momento y el tiempo de duración de la apertura de las válvulas de admisión, lo que mejoraba las prestaciones cuando se exigía al motor. Este sistema se optimizó ligeramente en 1996 para el lanzamiento del modelo Boxster, que continuó dando un excelente resultado. En 1997 se introduce en el 911 Carrera (996), mientras que para el año 1999 se destina al impresionante y afamado 911 Carrera Turbo en su versión Plus, que desarrolla unas nuevas funciones y mantiene a bajo régimen las levas poco abiertas y a regímenes altos abre más y cierran más tarde. Ya en el 2004 se incorpora al propulsor del nuevo 911 (997). En la actualidad, todos los deportivos de Porsche incluyen el VarioCam Plus, en los últimos Boxster se introdujo recientemente con la llegada de los nuevos motores.