Tras la reciente presentación de la versión Cabriolet del 911 Carrera, Porsche vuelve al ataque con el lanzamiento del nuevo Boxster y Boxster S de tercera generación, completando así la gama descapotable más jovial de la marca. De hecho, este nuevo Boxster denominado por código 981, se presenta con un diseño mucho más atractivo que su antecesor, recogiendo claramente rasgos de diseño que se veían en el precioso Boxster Spyder, versión especial realizada sobre el Boxster de anterior generación, y el nuevo 911 Carrera. Este roadster biplaza es tan atractivo, tan eficaz en conducción rápida y tanto más económico que el 911 Carrera, que nos hace preguntarnos, ¿hace falta un 911 para disfrutar de la conducción más deportiva?
El nuevo Boxster está repleto de cambios muy significativos, más que ninguna de sus generaciones anteriores, lo que le coloca en una posición de privilegio frente a sus rivales de marcas premium como el BMW Z4, el Mercedes SLK, el Nissan 370Z o el Audi TT Roadster. Gracias a un nuevo chasis de construcción ligera es más ahorrador, rápido y ágil que el anterior. Desde el inicio de su desarrollo se ha buscado a toda costa que encaje mejor en la filosofía Porsche Intelligent Performance o prestaciones inteligentes propias de Porsche, por lo que todos los elementos dinámicos del vehículo están convenientemente preparados para conseguir la máxima deportividad, con un peso mucho menor, una batalla más larga, ancho de vías aumentado y llantas más grandes y atractivas. La dirección electromecánica refuerza aún más ese dinamismo. Por ello, además de conseguir uns prestaciones sobresalientes consigue reducir los consumos y las emisiones en un 15%, con lo que en su versión Boxster convencional el consumo medio a los 100 km se cifra en menos de 8 litros.
El diseño cambia radicalmente, con una imagen mucho más deportiva y aerodinámica de rasgos mucho más marcados, voladizos cortos y silueta mucho más plana con 13 cms menos de altura. Toda la carrocería muestra cambios muy interesantes, como el frontal con los nuevos faros al estilo Carerra GT con una ligera forma triangular y grandes rejillas de ventilación, el lateral con tremendas entradas de refrigeración que nacen en las puertas y muerden las aletas traseras y la zaga con unos faros de forma ovalada rasgados ya vistos en el Boxster Spyder partidos por un llamativo spoiler que recorre toda la zona trasera. La capota de lona eléctrica está también completamente rediseñada para conseguir una aerodinámica perfecta, minimizar los ruidos exteriores y las diferencias de temperatura, que ademáas ahora se recoge en un compartimento independiente.
Por su parte el interior presenta un espacio vital bastante más amplio y útil para sus dos únicos pasajeros, con un aspecto actualizado al estilo moderno de Porsche protagonizado por una ergonómica consola central inclinada con todos los mandos que hereda de sus hermanos Panamera, Cayenne, y 911 Carrera, y visto por primera vez en el Carrrera GT. Como es habitual en la marca, el cuadro de mandos presenta tres relojes, en lugar de los cinco del 911 Carrera, con el cuentarrevoluciones como reloj central. Además del espacioo para los pasajeros, el espacio para el equipaje sigue siendo bastante amplio mediante su doble maletero, con 150 litros delante y 130 litros detrás.
Como es habitual la gama dispondrá inicialmente de dos versiones en función de su potencia y su equipamiento, claro está. Son el Boxster y el Boxster S, y ambos se mueven con motores de 6 cilindros bóxer con inyección directa DFI que aumentan notablemente su eficiencia gracias a los sistemas de recuperación de energía, desplazamiento “a vela” y el sistema Start/Stop de serie. La versión básica Boxster incorpora un motor de 2.7 litros con inyección directa, 200 centímetros cúbicos más pequeño que el de su antecesor, subiendo sin embargo su potencia en 10 cv hasta alcanzar los 265 cv y 280 Nm de par motor. Es un fiel reflejo del 3.4 litros que mueve al Boxster S, que entrega 5 cv más que antes hasta alcanzar los 315 cv y 360 Nm de par. Ambos van equipados de serie con un caja de cambios manual de 6 velocidades, mientras que puede optarse en los dos casos por la automática PDK de doble embrague y 7 relaciones. En ambos casos las mejores cifras de consumo se logran con el cambio automático PDK, así como las aceleraciones más contundentes. El Boxster consume 7,7 litros a los 100 km y emite 192 gr/km de CO2, mientras que el Boxster S cumple los 100 km con 8 litros y unas emisiones por km de CO2 de 206 gr/km, acelerando en 5,7 y 5 segundos respectivamente.El Boxster ha rebajado tanto su peso que se convierte por mucho en el más ligero de la categoría
Cualquiera de las dos versiones puede optar por el Paquete Sport Chrono que optimiza estas prestaciones dinámicas, así como incorpora el innovador diferencial autoblocante mecánico para el eje trasero denominado Porsche Torque Vectoring PTV. El comportamiento en la práctica es realmente alucinante respecto a la anterior generación, con un chasis de gran estabilidad y ligereza que le convierte en el roadster más ligero del segmento, que nos permite ir a ritmos realmente elevados con total seguridad y sencillez. Esto es gracias a un reparto de pesos excepcional del 46% delante y 54% en el eje trasero, debido a la ubicación del motor en posición central tras los asientos.
Los precios a los que ya se puede adquirir estos roadster de Porsche comienzan en los 52.789 euros para el Boxster y van hasta los 67.135 euros del Boxster S. En este último caso, si optamos se opta por el cambio automático PDK tan sólo habra que desembolsar 505 euros más, debido a la bajada del impuesto de matriculación.Ambas versiones con mayores cifras de potencia, 265 cv y 315 cv, consiguen homologar sus consumos en torno a los 8 litros
Porsche 911 Carrrera Cabriolet
Acompañando a la gran novedad actual de la firma de Stuttgart pudimos subirnos al recientemente lanzado 911 Carrera Cabriolet, que tras 48 años de historia está más joven y musculado que nunca. La versión Cabriolet se ha presentado recientemente con una entidad propia, como siempre ha hecho siguiendo los pasos de su hermano Coupé.
Acompañando a la gran novedad actual de la firma de Stuttgart pudimos subirnos al recientemente lanzado 911 Carrera Cabriolet, que tras 48 años de historia está más joven y musculado que nunca. La versión Cabriolet se ha presentado recientemente con una entidad propia, como siempre ha hecho siguiendo los pasos de su hermano Coupé.
Pero esta versión 991 Cabrio presenta un detalle muy especial, una capota de lona que por primera vez consigue una silueta totalmente idéntica a la de su hermano coupé. Una capota muy estudidada y de alta calidad para aligerar notablemente el peso y conseguir el mayor asislamiento del exterior, mediante materiales como el magnesio y el Thinsulate. Asimismo, incorpora un nuevo deflector que se levanta automáticamente pulsando un botón en la consola y evita por completo la entrada de aire en el habitáculo.
A nivel mecánico, como ocurre con el Boxster, figuran el Carrera y el Carrera S con dos motorizaciones diferentes y niveles de acabado. El nuevo Carrera se mueve con un bloque de 3.4 litros bóxer de inyección directa que aumenta su potencia hasta 350 cv, mientras que el Carrera S emplea un 3.8 litros de 400 cv y 440 Nm de par. A igualdad de motorizaciones, hemos podido probar que el consumo en la versión cabrio aumenta tan sólo 0,2 litros a los 100 km (8,4 l/100 km) frente a la versión cerrada, mientras se demora en aceleración de 0 a 100 km/h sólo 0,2 segusndos, cumpliéndolo en 5 segundos.
Un auténtico juguete que podremos adquirir desde 113.332 euros en su versión básica Carrera, mientras que para conducir el arma definitiva, el Carrera S necesitaremos aumentar el presupuesto hasta los 129.395 euros.