El Jarama como testigo
Mientras, la toma contacto con la moto es muy cómoda, nada racing. De hecho, las estriberas están incluso un poco altas y, para pesar tanto, no se mueve mal en parado. Nieta de las Ninja de 1984, poco tiene que ver con ellas. Si el salto evolutivo del 911 es dramático en cuanto a conducción, los nuevos diseños, materiales y componentes permiten conducir una moto de 200 caballos sin temor a matarse. Un sentimiento bastante presente a lomos tanto de aquellas como de las primeras ZX Tomcat y ZZR. Por cierto, que antes de avanzar, cabe aquí una nota para recordar. Una Kawa ZX es a un 911 GT3 lo que una ZZR al Turbo de Porsche. Diseñados con un ojo en la pista, los primeros; superturismos de largo recorrido, los segundos.
Facil de llevar