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Cada elemento cumple una función. El 911 también saca de ahí su fuerza interior. No sobra nada, eso no tiene cabida en el concepto. El coeficiente aerodinámico extremadamente bajo de 0,29 del 911 Carrera es la consecuencia lógica.
Las tomas de aire del nuevo carenado delantero se han agrandado. Para lograr una mayor capacidad de refrigeración. Y un aspecto aún más deportivo.
De serie en todos los modelos 911: los faros Bi-Xenon. Los intermitentes y las luces de posición y conducción diurna realizados con tecnología de LEDs se han integrado armoniosamente en los grupos ópticos delanteros sobre las entradas de aire, conformando una llamativa estética. La luz de curva de regulación dinámica, no de serie, dispone de un módulo giratorio para la luz de cruce: una tecnología visible para una mejor visibilidad.
Los retrovisores exteriores modificados ofrecen una visión aún mejor.
También la trasera cuenta con una nueva configuración. Los nuevos y llamativos pilotos traseros con tecnología de LEDs se extienden a lo largo de las aletas, terminando en punta hacia los laterales. Inconfundibles, especialmente por la noche. Las salidas de escape de acero inoxidable de cuádruple salida en los modelos S están completamente integrados en el carenado. El nuevo diseño de las ruedas también constituye una valiosa aportación a la estética. Los modelos con motor de 3,6 litros calzan de serie ruedas de 18 pulgadas, los modelos S con motor de 3,8 litros ruedas de 19 pulgadas.
Reservado a los modelos de tracción total: la carrocería, ensanchada 44 mm a la altura de las aletas traseras, y la nueva franja de pilotos traseros que, como inconfundible rasgo de diseño, imprime un carácter aún más enérgico a la trasera.
Recapitulemos: el diseño es inconfundiblemente 911. Porque obedece a la función. Y lo hace fascinando siempre.
Eficiencia, potencia, deportividad. Desde siempre las verdaderas virtudes del 911 Carrera. Son el exponente más directo de la sensación originaria de conducir un deportivo. Hemos vuelto a trabajar en él. Y de nuevo con éxito.
En materia de eficiencia: su motor cuenta ahora con inyección directa de gasolina (Direct Fuel Injection, DFI).
Motor boxer de 6 cilindros y 3,6 litros, dispuesto en la parte más baja de la trasera. Esto no puede ser de otro modo.
De ahí el 911 Carrera extrae ahora 283 kW (385 CV) a un régimen de 6.500 rpm y un par motor máximo de 390 Nm a 4.400 rpm. Y todo ello reduciendo las emisiones de CO2 en un 9% y el consumo un 6% (modelos de transmisión manual). Unas cifras elocuentes. Como estas otras: de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos. Velocidad máxima 297 km/h.
La caja de cambios deportiva de seis velocidades con embrague autorregulable, de serie, se ocupa de la correcta desmultiplicación.
Llaman la atención las dos nuevas salidas de escape sencillas. Al igual que el inconfundible sonido Porsche. Las ruedas Carrera IV de 18 pulgadas de serie son de nuevo diseño.
Las mordazas fijas de aluminio de 4 émbolos, en arquitectura monobloque y color negro del sistema de frenos, son ahora más rígidas gracias a su estructura cerrada. Los discos de freno traseros son 4 mm más gruesos y tanto delante como detrás se ha incrementado su diámetro hasta los 330 mm. Para mejorar aún más las prestaciones de los frenos.
Otras características de seguridad se incorporan ahora de serie, como el Porsche Stability Management (PSM) de desarrollo avanzado o los faros Bi-Xenon, por ejemplo.
Eficiencia, potencia, deportividad. Tres virtudes que distinguen al 911 Carrera.