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REFINAMIENTO JAGUAR
Hoy día ya no extrañan a nadie los acuerdos de colaboración entre marcas para el desarrollo de motores. Siempre los ha habido, pero cierto es que ahora más que nunca, y los buenos aficionados al motor conocen ya todas las fusiones. Hace unas décadas algunos clientes compraban su vehículo sin saber la procedencia del motor, y si se daba el caso de que la marca adquirida era de prestigio y el fabricante del motor era “generalista” se producían algunos enfados de ciertos clientes que se sentían defraudados. Pero todo eso ha cambiado, y ahora que la globalización en el mundo del automóvil es un hecho, a casi nadie le molesta ya que su Audi tenga un motor como el de un Skoda, su Lancia como el de un Fiat; o como en el caso que hoy nos ocupa, su Jaguar como el del Peugeot que hoy probamos.
La primera vez que se estrenó este motor desarrollado conjuntamente por los grupos Ford (Ford, Jaguar, Mazda, Volvo…) y PSA (Peugeot y Citroen) se montó en el Jaguar S-Type 2.7 D. Próximanente también animará al 407 Coupe y al Citroen C6. Su tecnología es altísima, pues este V6 de 2.721 cc cuenta con una fundición de grafito compactado bastante ligera y robusta, culatas de aluminio y 24 válvulas, cubreculatas en material composite, dos turbos de geometría variable, un filtro de partículas que no requiere mantenimiento… En definitiva, un alarde de innovaciones que en este caso dan 204 cv de potencia y 440 Nm de par, y que como veremos a continuación funciona a la perfección.
La carta de presentación es buena, pues alcanza los 230 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos; lo que no está mal para un coche de 1.723 kilos. Además su consumo medio es de 8,4 l/100 km. La caja de cambios es obligatoriamente automática, eso sí, de seis velocidades, con función secuencial, desarrollada por Porsche, y muy mejorada en rapidez y agrado de conducción respecto a las primeras Tiptronic. No obstante, por la categoría y el precio similar al de este Peugeot 607 (41.400 euros) existen otros modelos de mejores prestaciones, lo que no quiere decir que brinden un agrado de conducción superior al de este V6 Biturbo.
Y es que aunque a muchos al oir biturbo les parezca que vaya a ofrecer una respuesta muy deportiva, lo cierto es que se equivocarán, pues son dos turbos “pequeños”; y otros fabricantes con uno sólo más “grande” pueden lograr una “patada” más bestia. Pero es que al desarrollar este motor se ha querido precisamente hacerlo muy constante, elástico y poderoso pero que no asuste; y vaya si se ha conseguido. La respuesta del 607 HDI V6 al acelerar a fondo es imponente, momento en el que su sonido se torna incluso bonito y sugerente (algo impensable hace unos pocos años en un diesel). Todo pasa muy rápido pero con un grado de refinamiento ejemplar, y el paso de una marcha a otra se sucede de forma bastante rápida y a la vez suave.
En cuanto a comportamiento dinámico, el 607, que en su nacimiento no destacaba precisamente en este apartado; hoy, tras retoques profundos en su esquema de suspensiones y una buena puesta a punto, se comporta de forma óptima, resultando comodísimo y silencioso. En definitiva, un vehículo en el que apetece hacer kilómetros y kilómetros.
Por último, de habitabilidad es inmenso, ya que sus 4,90 metros de largo le permiten un espacio más que sobrado para todos los ocupantes. De calidad de materiales en el salpicadero, ajuste de puertas, etc, está al nivel de las marcas denominadas “Premium”, y de equipamiento no se priva de nada, contando de serie con elementos como: airbags laterales y de cortina para las plazas delanteras y traseras, ESP, llantas de aleación de 17, etc. No obstante, existe la opción Pack (46.300 euros) con asientos de cuero, ayuda al aparcamiento, etc; y todo ello se puede completar con opciones más selectas como por ejemplo el navegador.
Enrique Marco, Autocity
11 de Marzo de 2005.
Enrique Marco, Autocity
11 de Marzo de 2005.