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Por Angel Alonso Madrid, 31 oct (EFE).
Una teoría muy extendida en el mundo del automóvil es que las incursiones de las marcas generalistas en las berlinas de lujo está condenada al fracaso.
Diseño
Peugeot es una marca que cuida al máximo sus diseños. No ha sido menos en el 607, aunque las formas es inevitable que evoquen, sobre todo en la parte trasera, al Audi A6, un ejercicio de diseño que ha marcado la pauta en una buena porción de berlinas que ya se anuncian. La parte delantera remeda, con el capó en caída y los faros en forma de mirada felina, al 206. En definitiva, este coche tiene en su estética un indudable poder de atracción.
Equipamiento
La complejidad electrónica de este coche es alta, pero los artilugios son llamativos. Para empezar el cierre electrónico está asociado a un recogimiento automático de los retrovisores. Desde el interior, en la consola entre asientos, se puede accionar una cortinilla parasol que cubre el parabrisas trasero. Ordenador de a bordo y otros componentes acústicos que avisan de la proximidad de obstáculos o del engarce de la marcha atrás, conforman un equipamiento en este campo de lo más vasto en este segmento, y eso que el techo ya estaba alto.
Conducción
En marcha el coche es prolongación de las buenas sensaciones que desde el inicio transmite. La ya citada -y conseguida- buena estabilidad, la ergonomía de los asientos, la notable capacidad para cinco personas con una más que apreciable separación entre las filas de asientos, una visibilidad entre las mejores, el acceso manual a la palanca y visual a la instrumentación, son colaboradores de primer orden en una rodadura muy uniforme si estridencias, llena de aplomo que invita a viajar y viajar sin la mínima sensación de cansancio.
Gama
Características
técnicas
Competidores