Las siglas OPC (Opel Performace Center) para Opel significan mucho. Significan deportividad hasta el extremo, significan tecnología de última generación, significan sus modelos más potentes y prestacionales. Pero también tiene un gran sentido para los amantes de la conducción deportiva, puesto que representa la conducción pura. Y para comprobar lo que dan de sí tres siglas nos ponemos al volante del OPC más serio, el espectacular Insignia OPC, el Opel de serie más potente fabricado hasta la fecha por la marca alemana y el tope de gama del modelo.
a favor-Motor muy potente y divertido-Impresionante diseño deportivo-Interior cómodo, elegante y deportivoen contra-Consumo disparado-Rumorosidad mecánica constante-Acceso incómodo de los pasajeros traseros
Con un solo vistazo transmite el dinamismo y la pasión en la conducción que luego nos regalará, con un aspecto realmente soberbio en todos sus detalles tanto a nivel exterior como interior. Con estas interesantes cualidades y un precio muy jugoso que parte de los 43.000 euros, se enfrenta cara a cara a algunas de las berlinas más poderosas de la tierra como son el Audi S4 y S5 Sportback, el BMW Serie 3 335i, el Infiniti M37S, el Volkswagen Passat R36, el Volvo S60 T6 o el Mercedes Clase C350, entre otros modelos de élite.
Impresionante diseño deportivo
Lo primero que nos encandila del nuevo Insignia OPC es la imagen brutal que transmite, con unos paragolpes abombados delante y detrás, redondeados que se extienden casi hasta el asfalto, con unas tremendas entradas de aire laterales en el frontal al estilo de los colmillos de un tigre enmarcados en cromo satinado, una carrocería completamente ensanchada y rebajada en altura para albergar los ejes más anchos con llantas muy grandes de 20 pulgadas de cinco brazos en Y calzadas con neumáticos de 255 mm de sección, que se complementa con una zaga aplomada y rematada con un spoiler integrado sobre la tapa de maletero y dos salidas de escape separadas integradas en el paragolpes con formas triangulares que emiten un bramido excitante. Todo está coronado en nuestra unidad con el color azul eléctrico exclusivo de esta versión OPC.
Lo primero que nos encandila del nuevo Insignia OPC es la imagen brutal que transmite, con unos paragolpes abombados delante y detrás, redondeados que se extienden casi hasta el asfalto, con unas tremendas entradas de aire laterales en el frontal al estilo de los colmillos de un tigre enmarcados en cromo satinado, una carrocería completamente ensanchada y rebajada en altura para albergar los ejes más anchos con llantas muy grandes de 20 pulgadas de cinco brazos en Y calzadas con neumáticos de 255 mm de sección, que se complementa con una zaga aplomada y rematada con un spoiler integrado sobre la tapa de maletero y dos salidas de escape separadas integradas en el paragolpes con formas triangulares que emiten un bramido excitante. Todo está coronado en nuestra unidad con el color azul eléctrico exclusivo de esta versión OPC.
a favor- Exclusividad y diseño- Chasis y dirección- Sonido del motoren contra- Crujidos plásticos en habitáculo- Relación precio/equipamiento- Sequedad en uso urbano
El interior está vestido con traje de competición todo realizado en color negro, en el que destacan unos impresionantes asientos deportivos de tipo backet en piel negro perforada firmados por el especialista Recaro, que sujetan el cuerpo de maravilla y proporcionan paradójicamente un gran confort de marcha gracias a su regulación en todas direcciones. Esto le ha valido la certificación como excelentes por un organismo de expertos ortopedas alemanes. Se complementan a la perfección con un salpicadero impecable de presentación y organización, elegante, ergonómico y con detalles de alta calidad rematados en cromo. También llama la atención el grueso volante deportivo con forma achatada inferior.El Insignia OPC es todo motor, con un 2.8 V6 Turbo de 325 cv que nos dispara la adrenalina
La habitabilidad interior para cuatro pasajeros es muy buena, pudiendo ir un quinto en el asiento central trasero, aunque algo incómodo por la dureza del asiento en ese punto. El acceso a las plazas traseras queda algo condicionado por una preciosa línea de techo descendente hacia la zaga, que resulta muy estética pero dificulta el acceso a la segunda fila de asientos. Todos los pasajeros gozarán de gran espacio de carga en el maletero, con 530 litros de capacidad, que nos permite alcanzar los 1.465 cuando abatimos los respaldos traseros. Eso sí, la boca de carga es estrecha y nos obliga a jugar al tetris para introducir el equipaje.
Motor rabioso controlado por un buen chasis
Pero es en el apartado mecánico y del comportamiento donde destaca esta versión radical del Insignia, alcanzando una nueva dimensión en lo que se refiere a conducción deportiva y dinamismo. Todo es gracias al excelente motor de gasolina del grupo GM V6 Turbo de 2.8 litros, que para la ocasión entrega 325 cv a tan sólo 5.250 rpm que lo convierten en el Opel de producción más potente de la historia.
Pero es en el apartado mecánico y del comportamiento donde destaca esta versión radical del Insignia, alcanzando una nueva dimensión en lo que se refiere a conducción deportiva y dinamismo. Todo es gracias al excelente motor de gasolina del grupo GM V6 Turbo de 2.8 litros, que para la ocasión entrega 325 cv a tan sólo 5.250 rpm que lo convierten en el Opel de producción más potente de la historia.
Combinado con un cambio automático de 6 velocidades con posibilidad de cambio manual en palanca y desde el volante con levas, consigue acelerar hasta 100 km/h en 6,3 segundos dejándonos pegados al asiento y envueltos en un sonido atronador, alcanzando rápidamente los 250 km/h limitados electrónicamente. Sus 435 Nm de par motor nos garantiza siempre un gran empuje a cualquier régimen de motor, con unas recuperaciones fantásticas incluso con largos desarrollos. El grave sonido es fabuloso durante los primeros kilómetros o en determinadas circunstancias, aunque quizás podría regularse para momentos de desplazamientos en familia.
Todas estas prestaciones del OPC se refuerzan con cantidad de elementos de alto rendimiento para el chasis y el bastidor, consiguiendo domar tanto caballo. Muestra un impresionante sistema de frenos firmado por Brembo con inmensas pinzas de cuatro pistones pintadas en azul y discos perforados y ventilados de 355 mm de diámetro en el eje delantero. Por otra parte, de serie esta versión lleva un sistema de tracción total 4×4 adaptativo con su correspondiente diferencial trasero de deslizamiento limitado controlado electrónicamente eLSD que hace de la conducción deportiva y rápida un verdadero placer. Es el mismo sistema 4×4 adaptativo de los Insignia más potentes pero recalibrado para darle un toque deportivo propio de las siglas OPC.
El único pero que le encontramos a este propulsor es el disparado consumo de combustible, rozando los 15 litros habitualmente, algo de esperar tratándose de un V6 Turbo muy apretado, combinado además con el veterano cambio automático de 6 velocidades de convertidor de par, con una gestión muy radical en los modos deportivos que requiere aún mayor gasto de combustible.
También de serie ofrece un sistema de control de la suspensión y del chasis denominado FlexRide con varios modos de conducción, Normal, Sport y OPC, que adapta todos los elementos que intervienen en la conducción. En modo Normal elige unos parámetros que potencian el confort y la suavidad de marcha, buscando siempre los mínimos consumos, mientras que el modo Sport entrega una agilidad extra muy perceptible, mejorando el tacto en conducción dinámica. Pero si pulsamos el botón OPC pasamos a una nueva dimensión de prestaciones, puesto que se endurece la dirección haciéndose mucho más directa, más inmediatas las reacciones del acelerador y el chasis adquiere un tacto y una manejabilidad muy deportivos.El chasis se ha puesto a punto para hacer fácil la conducción dinámica de este monstruo, con una suspensión rígida complementaria a la tracción 4×4 adaptativa
La configuración de la amortiguación delantera ha sido especialmente diseñada para la versión OPC del Insignia. Se ha acortado la inclinación del amortiguador y la longitud de muelles, evitando forzar demasiado la dirección en apoyos laterales, mejorando el agarre y optimizando la transferencia de potencia en curva, ofreciéndonos en conducción rápida un excelente tacto deportivo, con una precisión y respuesta optimizadas.