La mejor ‘insignia’
A pesar de las convulsiones que está sufriendo el mercado del automóvil en la actualidad, los fabricantes no dejan de sorprender con la creación y el desarrollo de nuevos modelos cargados de diseño, calidad y tecnología que mejoran notablemente su oferta anterior. Este es el caso del nuevo Opel Insignia, una de las novedades más recientes en el mercado de berlinas medias que está obteniendo un éxito casi inesperado, dando como resultado un gran paso para la marca alemana e iniciando una nueva era de elegante y atractivo diseño, algo de lo que hasta ahora carecía Opel, una calidad muy superior a la actual y, todo acompañado por una sorprendente tecnología de última generación al alcance del gran público, factores que marcarán las nuevas generaciones de la marca como ya hemos conocido sobre el nuevo Astra, puesto que se coloca en el entorno comprendido entre los 23.000 euros y los 36.760 euros. El modelo que probamos es de los más altos de gama y con un motor realmente potente, exactamente un 2.0 Turbo con 220 cv, cambio automático y con acabado Cosmo que tiene un precio final de 31.670 euros, a lo que habrá que sumar los extras.
a favorDiseño moderno y tecnológicoInterior habitable y cargado de lujoComportamiento muy estable y dinámicoen contraPeso muy elevado perceptibleTecho bajo en plazas traserasRetardo del motor en recuperaciones
Con estas credenciales ha llegado al segmento de berlinas medias no premium para arrebatar gran parte del éxito a los superventas Volkswagen Passat, Ford Mondeo, Honda Accord, Citroën C5, Mazda 6, Seat Exeo o Renault Laguna, entre otros muchos contendientes, con una carrocería muy voluminosa que le otorga más presencia que a aquellos, un diseño muy refinado que le concede una elegancia innata y una tecnología de última generación en seguridad y confort muy al día con lo que ahora demanda el público. De hecho incluye elementos innovadores muy llamativos como el sistema de suspensión adaptativa FlexRide, que permite configurar la suspensión manualmente entre confortable y deportiva o adaptarse automáticamente a las circunstancias, el sistema de iluminación adaptativa AFL+ combinado con faros bi-xenón con nueve funciones de adaptación de la intensidad de la luz o un sistema de lectura de señales viales mediante una cámara situada tras el espejo retrovisor interior denominado Opel Eye, que avisa al conductor sobre las señales verticales de la carretera para adaptarse a las circunstancias legales.
El Insignia en sus dos carrocerías, tanto en la nuestra de 4 puertas como en la de 5, muestra un diseño muy refinado visto desde cualquier ángulo, llamando la atención primeramente su estilizada línea de estilo coupé que tan atractiva resulta y tan de moda está actualmente entre los coches del segmento premium, en una carrocería de 4 puertas y gran longitud que casi alcanza los 5 metros. Toda esa envergadura se presenta llena de expresividad y dinamismo, algo que se echaba en falta en modelos anteriores de la marca, con unos trazos de carrocería estilizados y en tensión que dibujan una silueta deportiva y muy aerodinámica, dejando su coeficiente de penetración en sólo 0,27 Cx. Destacan en el frontal, sobre una estructura redondeada y con líneas dinámicas muy marcadas sobre el capó, unos faros afilados y rasgados, en nuestra unidad de xenón multifunción con sistema AFL Plus, que dejan ver una luz de posición en forma de ala que se plasma por toda la carrocería del coche, así como unas ópticas traseras también romboidales con iluminación por led. La vista lateral es muy poderosa, con el predominio de unas llantas de aleación cromadas en 18 pulgadas que calzan neumáticos deportivos llenando unos llamativos pasos de rueda ensanchados. En la zaga, corona el portón del maletero un alerón esculpido que fluye desde el techo y en la zona inferior un doble sistema de escape a los lados propio de esta versión 2.0 Turbo. En definitiva, la imagen general combina una gran elegancia con una deportividad inusitada en el segmento.
El interior sugiere una gran amplitud y distinción reflejando sobre un salpicadero panorámico el sinuoso diseño exterior caracterizado por el motivo alado, insignia del coche, con detalles muy refinados y distinguidos de coches de alta gama. Los materiales del interior han mejorado notablemente respecto al Vectra, sobre todo en la consola central, con un tacto suave y agradable que refina el conjunto. La mayor deportividad en el interior viene de la mano de un cuadro de mandos orientado hacia el conductor con iluminación del fondo en colores blanco azulado y rojo cuando se presiona el modo Sport, así como de los asientos deportivos muy ergonómicos en piel negra de gran sujeción mediante múltiples regulaciones eléctricas, incorporando además calefacción y ventilación el del conductor. Mientras la habitabilidad en el interior es muy buena para cuatro pasajeros, sobre todo delante, la línea caída del techo puede llegar a estorbar la cabeza de alguno de la fila trasera.
Entre el despliegue tecnológico destacan innovadores sistemas de seguridad y confort opcionales que mejoran la calidad de conducción como la iluminación en curva adaptativa AFL+ con 9 funciones de variación sobre los faros de xenón, el FlexRide o suspensión adaptativa con tres modos, Normal, Sport o Tour, o el sistema de tracción 4×4 adaptativa que reparte la fuerza del motor indistintamente entre las ruedas según las necesidades. De serie con el acabado Cosmo no falta el control de estabilidad ESP, tapicería de piel con asientos eléctricos, sistema de audio con lector de CD y MP3, sensores de lluvia y luces, climatizador bi-zona o llantas de aleación de 18 pulgadas.
Mucha potencia y comportamiento de lujo
El motor que hemos elegido para mover a nuestro Insignia es uno de los más potentes de gasolina, un 2.0 Turbo derivado del que monta el roadster GT que desarrolla 220 cv a 5.300 rpm y un par motor de 350 Nm a 2.000 rpm, que en este caso está combinado con un cambio automático de 6 velocidades que hace más confortable la conducción de este pura sangre, aunque cierto es que le resta algunas prestaciones. Con estas cifras de potencia y par están garantizadas unas prestaciones muy interesantes a cualquier régimen de giro, con una aceleración de 0 a 100 km/h de 7,8 segundos y una velocidad máxima de 240 km/h, mientras los consumos que consigue son algo elevados con una media de unos 10,5 litros en nuestra prueba. Se nota el fuerte carácter que tiene el motor con cada pequeña caricia al acelerador, con una respuesta inmediata tanto en las reacciones del motor como de la dirección, sobre todo si llevamos activado el modo de chasis Sport, que actúa sobre la suspensión, la dirección y la inmediatez de reacción del acelerador.
La configuración del chasis nos ha sorprendido por su gran estabilidad y un tacto muy directo, respondiendo de forma muy eficaz a las necesidades que requiere un motor de tanta potencia. No es extraño, puesto que lleva cantidad de sistemas electrónicos de ayuda a la conducción, desde todo tipo de controles que garantizan la seguridad, como el sistema de chasis FlexRide adaptado sobre una configuración de suspensión totalmente independiente delante y detrás que brinda el máximo confort con una agilidad notable. La única pega que hemos encontrado es que se ha disparado el peso total del conjunto hasta los 1.655 kilos, algo que se deja notar tanto en su comportamiento como en sus prestaciones puras.
En definitiva, del Insignia 2.0 Turbo Cosmo sólo podemos decir que es una berlina que combina magistralmente la elegancia y la distinción con una gran deportividad gracias a su potente motor turboalimentado.