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Sugerente desde el primer brochazo, imaginado a partir del boceto más emocional, Opel lanza su modelo más deportivo por concepto y técnica: el Astra GTC, el coupé derivado del compacto cinco puertas de la familia Astra. Releva al modelo de 2005, con una ganancia evidente de vitamina, traducida en mucho músculo para dar cabida a unas ruedas más grandes con llantas de hasta 20– y un chasis de dimensiones específicas el GTC es más bajo y más ancho que el 5p-. Sin sorpresas en las motorizaciones, de inicio con el motor gasolina 1.6 turbo de 180 cv y el turbodiésel 2.0 CDTI de 165 cv como opciones más ilustres, para el Salón de Ginebra (marzo 2012) se espera la presentación mundial de la versión más radical del GTC: el Opel Astra OPC de altas prestaciones y 280 cv de potencia, el punto y final a una generación que arrancó en 2009.
En la presentación internacional, que estos días está celebrándose en Mallorca, ni palabra del rival a batir: el Volkswagen Scirocco, el coupé que por naturaleza, dimensiones y precio más se asemeja al Astra GTC, que de reojo también mira al Renault Megane Coupé, otro con un filo coupé muy acentuado. Ya más lejos quedan el BMW Serie 1 Coupé, el Audi TT o el Peugeot RCZ, tres modelos en los que la habitabilidad pasa a un segundo o tercer plano, mientras que en el modelo alemán se mantienen las cinco plazas bastante provechosas o los 380 litros de maletero (ampliables a 1.165 l) del compacto de 5p, y que además ofrece 35 l de almacenamiento interno, esto es un 50% más respecto a su antecesor.Su silueta deportiva no está reñida con su funcionalidad
Los ingenieros, técnicos y diseñadores que están detrás de la nueva obra insisten en que el Astra GTC no es un Astra tres puertas al que le han quitado dos puertas respecto al compacto original. Hay algo más. Apenas comparten elementos, reza el comunicado, aunque a la vista parrilla, paragolpes, ópticas y zaga comparten un lenguaje cultural similar. Sí que es cierto que el perfil del GTC transmite una tensión que toma forma gracias al nervio que nace en la puerta delantera y recorre todo la zona de la estribera, que, en perfecta convivencia con la silueta de techo finalizado en aluminio pulido para marcar la zona de las ventanillas, acentúa la radicalidad y su sentir deportivo con un spoiler trasero perfectamente integrado.
A nivel de diseño las dos grandes novedades son un nuevo color para la carrocería que modifica su tonalidad según la luz, denominado Blanco Mineral, a juego con un acabado interior en granate en puertas, asientos y salpicadero, y sobre todo un parabrisas panorámico, único en el segmento, ya introducido en la anterior generación del Opel Astra GTC. Además, Opel actualiza niveles de equipamiento, tomados de su anterior lanzamiento, el del monovolumen Opel Zafira Tourer: Selective y Sportive. En ninguno de los dos viene de serie la optimizada cámara frontal Opel Eye, que en su segunda generación actualiza el ramillete de tecnologías al servicio del conductor: reconocimiento de señales de tráfico, aviso de cambio de carril involuntario, indicación en segundos de la distancia de seguridad con el vehículo de delante y, por supuesto, el sofisticadísimo sistema de luces adaptativas AFL+ con faros bixenón que ofrecen hasta diez funciones de iluminación, destacando la regulación inteligente, es decir, el cambio automático de luces cortas a largas para evitar deslumbramientos (con una alcance de detección de 400 metros). También es opcional la tecnología LED para luces traseras y para la iluminación diurna en los grupos ópticos delanteros.El esquema de luces adaptativas AFL+ ofrece una iluminación superlativa
El esquema del habitáculo, de gran calidad, es continuista respecto al 5p, y apenas se aprecian diferencias por las nuevas tapicerías o colores aplicados. Así, en las versiones más altas están disponibles acabados Premium en cuero con aditamentos en alcántara y nappa, percibiendo un ambiente interior bastante elegante. Por su parte, los asientos incluyen hasta ocho posibilidades de ajuste, incluido el de banqueta extensible, quedando como opciones las regulaciones automáticas para la zona lumbar o la calefacción, entre otros. El acceso a la parte trasera es bastante amplio, facilitado en parte porque el piso está muy abajo, y los asientos en aquella zona son cómodos y más espaciosos de lo que se esperaba, siempre asumiendo que la sensación de agobio (ventanillas pequeñas, caída de techo) es bastante apreciable y que la plaza central trasera es decorativa.
Comparado con el Astra cinco puertas, la altura de la carrocería del GTC es 10 mm más baja (1.495 mm), mientras que el ancho de vías se ha agrandado (40 mm en el eje delantero y 30 mm detrás) y la distancia de ejes también es ligeramente mayor (+ 10mm) con 2.695 mm en total. En qué se traducen estas cotas. Pues especificaciones técnicas aparte, se logra una estabilidad en marcha mayor y sobre todo una agilidad a la hora de entrelazar curvas muy notoria. El Astra GTC está más asentado sobre su chasis, su aplomo es incontestable y su precisión chasis/dirección- en carretera de montaña asombra, apenas notándose el cabeceo propio de los propulsión delantera.
En el eje delantero, todos los GTC de serie incorporan la amortiguación HiPerStruts, ya incorporado en el Opel Insignia OPC. Básicamente la diferencia con el sistema tradicional McPherson, es que se reduce el ángulo de ‘pivotaje’ de la dirección, y que aporta un tacto más directo y una fidelidad mayor, es decir, sentimos más la carretera. ¿Más incómodos? Pues no tiene porqué, ya que el chasis adaptativo FlexRide, con tres programas de funcionamiento, Sport, Normal y Tourer, configura la electrónica del coche (dirección, acelerador, amortiguación y ESP) a nuestras necesidades, y además el eje trasero se sustenta en la timonería de Watt que básicamente reduce los rebotes y las inercias laterales.
Mecánicamente no hay sorpresas. De inicio tres motores y cuatro escalones de potencia. En ciclo gasolina, se arranca con el motor gasolina 1.4 turboalimentado e inyección directa de 120 ó 140 cv, ambos con tecnología Star/Stop de serie, un par de 200 Nm y 5,9 l/100 km. El plus lo aportará el gasolina 1.6 turbo de 180 cv y 220 km/h de velocidad punta. Son tres motores bastante lineales, sin vacíos en todo su régimen pero con un cierto déficit de empuje, lo que nos obliga a tirar del cambio y a cuestionarnos en determinadas situaciones adelantamientos- dónde está esa potencia fiscalizada. Por otro lado, sus consumos reales son bastante coherentes.Entre 120 y 180 cv de potencia
‘El automático y el 1.7 CDTI para el año que viene’Por su parte, la oferta diésel en este arranque se reducirá al motor 2.0 CDTI common rail de 165 cv y Star/Stop de serie, con una relación prestaciones/consumo notable: acelera de 0-100 km/h en 8,9 segundos y ofrece puntas de 210 km/h, para un consumo mixto homologado de 4,8 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 127 g/km. La gran laguna de este motor sigue siendo su ruido, ya perceptible a baja velocidad, mientras que a bajas vueltas le reconocemos una respuesta bastante viva y eficaz. Todas estas mecánicas irán asociadas a la caja manual de seis recorridos, dejando para 2012 el cambio automático, que se podrá configurar con el gasolina 1.4 turbo de 140 cv y el diésel de dos litros. También para el próximo año se introducirá un propulsor diésel de bajo consumo, el archiutilizado 1.7 CDTI con dos niveles de potencia, 110 y 130 cv, S/S, 4,5 l/100 km y 119 g/km de emisiones de CO2.El automático y el 1.7 CDTI para el año que viene