Un lujo concentrado
Aprovechando el buen tiempo del que gozamos por estas fechas veraniegas y la reciente presentación del modelo más exclusivo de la marca Mini, la nueva versión Cabrio, nos ponemos a sus mandos para disfrutar de las nuevas cualidades de las que han dotado a este pequeño y exclusivo bólido en su versión Cooper S, una de las más deportivas, y comprobar las variaciones que ha experimentado respecto a su predecesor De inicio, se presenta como un cabrio urbano perfecto para cuatro pasajeros a los que les guste sentir la adrenalina.
a favorConducción muy divertidaMotor excitanteImagen muy exclusivaen contraMaletero escasoPlazas traseras pequeñasSuspensión bastante rígida
Esta versión descapotable es una de las más originales del mercado, conjugando unas medidas muy contenidas con una exquisita carrocería descapotable. Para su actualización, desde Mini han renovado ligeramente su estética y realizado pequeñas modificaciones en sus detalles técnicos, tanto mecánicos como en su sistema de plegado de la capota, para mostrar un vehículo aún más selecto en esta segunda generación, convirtiéndole en una de las piezas clave para la marca durante este 2009. El Mini Cabrio de nueva generación mejora notablemente las cualidades fundamentales del primero, con un diseño más atractivo y exquisito, una ergonomía más conseguida para los pasajeros, principalmente para el conductor, una calidad superior en cada detalle y propulsores más potentes que, paradójicamente, son más económicos en cuanto a consumos y más cuidadosos con el medioambiente. A pesar de que parece que no ha habido muchos cambios, las mejoras son muchas respecto a su antecesor
Con estas peculiares características combinadas con una calidad excelente propia del segmento premium, no encuentra apenas rivales en su segmento natural, el de los cabrios compactos premium, aunque de alguna forma puede competir con vehículos exclusivos algo diferentes por concepto como el nuevo Fiat 500C, en un escalón algo inferior en cuanto a potencia, equipamiento y precio, o el nuevo Audi A3 Cabrio, con un tamaño mayor que nuestro protagonista, e incluso motores más potentes, pero también con precios bastante más elevados. En la zona del segmento más comercial y algo menos selectos encontramos rivales como el Peugeot 207CC, el Opel Tigra o el Nissan Micra C+C. En definitiva, el Mini Cabrio se encuadra en un segmento ya existente pero con una personalidad única, convirtiéndose en el coche ideal de quien busque un cabrio de dimensiones recatadas para cuatro pasajeros, con un halo inconfundible de exclusividad y lujo y que, además, brinde unas sensaciones de conducción extremadamente deportivas. El precio tampoco es demasiado elevado, partiendo desde los 23.900 euros, aunque para nuestra versión Cooper S Cabrio alcanza los 28.800 euros de base, algo menos de 30.000 euros por nada menos que 175 cv en una deportiva carrocería descapotable.
Exclusividad inglesa, calidad alemana
Desde que la marca alemana BMW se hizo cargo de la inglesa Mini se ha podido apreciar la acertada combinación de las mejores cualidades de unos y otros. A pesar de haber variado algo el diseño respecto al concepto del clásico Mini, se mantiene fiel a los cánones de proporciones y exclusividad propios de la marca inglesa, mientras que la gran calidad de sus acabados y terminaciones, así como la excelencia de sus propulsores, es responsabilidad directa del fabricante alemán. Por lo tanto, la combinación no ha podido dar un mejor resultado desde la primera edición del Mini Cabrio, así como de todos sus hermanos de gama.
Esta nueva edición presenta algunos cambios perceptibles a nivel estético y práctico que consiguen un conjunto más refinado y elegante, donde destaca una silueta alargada en 8 centímetros, principalmente distribuidos por la zona frontal para dar cabida a motores de mayor volumen, así como repartidos por el habitáculo y la zaga, consiguiendo una mayor habitabilidad y un mayor y más aprovechable espacio de maletero, con 5 litros más en condiciones normales de uso con capota desplegada o puesta para llegar hasta los 125 y los 170 litros respectivamente, y aumentando en 55 litros hasta los 660 litros cuando se abaten los asientos traseros. Como solución de carga innovadora, a pesar de ofrecer una boca de maletero bastante justa por diseño, incorpora una nueva función denominada Easy Load que permite introducir objetos voluminosos elevando parcialmente el marco trasero con el techo de lona plegado.
Su aspecto general resulta más personal y distinguido, combinando su carrocería de dos puertas con un elegante capota de lona personalizable con tres colores. Presenta una atractiva musculatura conseguida con unos pasos de rueda ensachados más amplios, combinados con las características ópticas circulares enmarcadas en cromo y ubicadas en los extremos y con una parrilla cromada más ancha, sugiriendo un gran aplomo. Un vistazo a la zaga permite observar que las bisagras de sujeción del portón trasero ahora se han escondido en el maletero, así como los grandes arcos cromados de seguridad se han minimizado para lograr una imagen más discreta.
Pero lo verdaderamente relevante en esta versión Cabrio es lo que se refiere a su techo, realizado en lona de varios colores y abatible en movimiento mediante un sistema electrohidráulico que funciona hasta los 30 km/h y que, en tan sólo 15 segundos, nos deja a cielo descubierto. Incorpora una función de techo solar corredizo que permite abrir parcialmente el techo hasta los 120 km/h. En este sentido y continuando con su originalidad, incluye un curioso medidor de tiempo de conducción con la capota abierta denominado Openometer o Always-Open, que busca potenciar el disfrute del vehículo con el techo desplegado.
Un vistazo al habitáculo es suficiente para percibir la adaptación de la imagen exacta de toda la gama Mini a esta versión, con un destacado reloj central que incorpora el velocímetro, los testigos luminosos de funcionamiento del motor, el iondicador da gasolina e incluso los mandos del sistema de audio o el navegador opcional. Un reloj de menor tamaño tras el volante en la columna de dirección nos muestra las revoluciones del motor para tener todo el dinamismo bajo control. Los asientos resultan realmente espectaculares, opcionalmente realizados en piel de la mejor calidad en varios colores, en nuestra unidad negros, y que pueden llevar también el ribeteado en varios colores. Los delanteros sujetan el cuerpo a la perfección en conducción deportiva así como el del conductor es extremadamente ergonómico, con el volante y la palanca en posición perfecta de conducción, mientras los traseros a pesar de ser demasiado verticales, permiten el acomodo de dos pasajeros más.
Entre las cosas especiales de esta versión encontramos un sistema de climatización con modo cabrio opcional, que desvía y aumenta automáticamente el flujo de aire y calefacción por las salidas inferiores cuando se lleva la capota abierta, así como unas ventanillas traseras de mayor tamaño que permite mayor visibilidad y los arcos de seguridad traseros, que ahora son mucho más discretos y bajos y van ocultos tras los reposacabezas traseros, desplegándose de forma electrihidráulica cuando es necesario ante un posible accidente.
Una cualidad que distingue a este pequeño cabrio, como a todos sus hermanos de gama, es la gran cantidad de elementos de personalización que existe tanto con elementos opcionales como con accesorios, pudiendo llegar a suceder que en dos años de producción no se repitan dos unidades iguales. Desde los colores exteriores, hasta los colores de las luces ambientales del interior, pasando por cantidad de molduras cromadas para la carrocería, por decoraciones especiales de los espejos retrovisores y el techo, por los asientos realizados en tela o piel, por los guarnecidos de las puertas en distintos colores y materiales o por las distintas molduras para el salpicadero… Todo es totalmente personalizable.
Como equipamiento de serie, el Mini Cooper S Cabrio dispone en materia de seguridad de elementos como dirección de asistencia eléctrica EPS, ABS, distribuidor electrónico de la frenada EBD, sistema de asistencia de frenado en curva CBC o control dinámico de estabilidad DSC, que incluye la función de arranque en pendientes Hill Assist, así como el control de tracción DTC o el diferencial delantero autoblocante opcional para las versiones más potentes. La seguridad pasiva no se descuida en absoluto, con cinturones de seguridad de tres puntos de anclaje, airbags frontales, laterales delanteros y de cortina o sensor de presión de neumáticos. En el plano del confort, el Cooper S Cabrio incluye de serie accionamiento automático de la capota, elevalunas y espejos retrovisores exteriores eléctricos, asientos deportivos con tapicería textil, un sistema de audio con lector de cd´s frontal, 6 altavoces y conexión auxiliar en la zona inferior de la consola, el control de distancia de aparcamiento PDC. Opcionalmente, como nuestra unidad, puede ofrecer sensores de lluvia y luz combinado con faros bi-xenón con iluminación activa que aumentan la visibilidad. Todo esto además de los más de 200 accesorios que se pueden solicitar bajo catálogo.
Excitantes sensaciones al volante
El nuevo Mini Cabrio ha evolucionado al completo, incluidos también sus motores de gasolina que se venderán inicialmente, que ahora entregan más potencia para ofrecer unas sensaciones únicas similares a las de conducir un kart. Conducir un Mini siempre ha sido tremendamente divertido, sobre todo si se traba de el Cooper S. Ahora lo es aún más gracias al aumento de la potencia de su 1.6 litros hasta los 175 cv a 5.500 rpm y de su par motor hasta los 240 Nm, que puede llegar puntualmente con la función Overboost a los 260 Nm, una transmisión de fuerza que entrega de forma muy plana y continua desde las 1.600 rpm hasta las 5.000 rpm. Estas cifras se deben al empleo del nuevo sistema de turboalimentación por turbo Twin Scroll o de doble entrada y a la inyección directa que optimiza la combustión para desarrollar más potencia.
Las prestaciones hablan por sí solas acerca de lo que siente al pilotarlo, acelerando de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos y alcxanzando una velocidad máxima de 224 km/h, cifras que en la práctica, sobre un asiento literalmente pegado al asfalto, parecen bastante más de lo que dicen en papel. Los consumos por su parte son bastante escuetos, puesto que se conforma con un consumo en ciclo mixto de 6,4 litros a los 100 km según datos oficiales y unas emisiones de CO2 de 157 gr/km.
Para conseguir las máximas prestaciones de Mini Cooper S Cabrio, como el Cooper convencional, dispone de un botón Sport que modifica la gestión electrónica para maximizar la deportividad, actuando sobre el pedal del acelerador haciéndolo más sensible, sobre la dirección electrica mostrándose más directa y sobre el cambio automático opcional si lo llevase, cosa que nuestra unidad de pruebas no tiene. Por el contrario hemos disfrutado de una conducción absolutamente directa gracias a su cambio manual de 6 velocidades de relaciones cerradas y lanzamientos de palanca muy cortos, con lo que la inmediatez del cambio y del empuje están garantizados.
Asimismo, como política de desarrollo de todos los nuevos productos del fabricante alemán, el desarrollo del Mini se encuadra dentro del proyecto Minimalism, equivalente en Mini al Efficient Dynamics de BMW, que busca reducir las cifras de emisiones y consumos de sus motores. En el Mini Cooper S Cabrio lo han conseguido mediante un indicador de cambio de marchas en el cuentarrevoluciones, la función Start/Stop que para el motor del coche cuando está detenido, neumáticos de baja resistencia a la rodadura, recuperación de la energía de frenado y dirección asistida eléctrica EPAS de bajo consumo, una serie de elementos con los que se consigue reducir las emisiones entre un 11 y un 21 %.
Al volante del Mini Cabrio las sensaciones de todos los pasajeros son de exclusividad y lujo combinado con una deportividad inesperada. Muestra una inigualable agilidad y rapidez de reacciones de las que es responsable un chasis modificado respecto a la anterior gerenación, que se ha aligerado y ha aumentado su rigidez. También se ha mejorado el tacto de la dirección y el tarado de las suspensiones, que a pesar de ser bastante tiesas para optimizar los apoyos fuertes, filtran mejor las irregularidades del terreno. Delante emplea una configuración MacPherson y detrás emplea un eje multibrazo de aluminio, algo atípico en vehículos de este tamaño, lo que brinda un gran aplomo en apoyos fuertes y unas reacciones muy controlables.
En definitiva, un bocado de lujo cargado de sensaciones a unos precios para nada prohibitivos que hacen plantearse la necesidad de un coche más grande. ¿Nosotros nos pedimos uno, y tu?