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UNA BERLINA MUY PERSONAL
El MG ZT 190 lleva ya más de un año en el mercado, aunque no se ha convertido precisamente en una berlina muy popular. El motivo no es su precio, ni que su funcionamiento no sea el correcto, ni que la línea carezca de encantos… nada de eso; pues el MG ZT es un gran coche, de estética espectacular y de comportamiento excelente. ¿Cuál es el problema entonces? Pues que resulta ser una berlina muy personal que va dirigida a un tipo de cliente muy concreto.
La mayoría de los conductores que se decantan por una gran berlina deportiva suelen optar por modelos -generalmente alemanes- de mayores prestaciones que el ZT, aunque les cueste más dinero. Los otros, los que quieren un automóvil de representación sin procuparles tanto las cifras, normalmente eligen berlinas menos deportivas, sin tantos elementos aerodinámicos, y con suspensiones más suaves.
Por ello, el MG ZT, está allí, en tierra de nadie, con unos niveles de calidad y de agrado de conducción estupendos junto a un precio muy razonable (33.795 €), pero con unas características que encajan en pocos perfiles de usuario. Tras haberlo probado, a su favor, diremos que no es necesario disponer de una caballería mayor para disfrutar al volante. Basta con sus 190 cv, 225 km/h y 8,2 segundos en el 0 a 100 km/h; pero sobre todo con su ultraprecisa dirección, su ejemplar chasis o sus enérgicos amortiguadores. Si a esto le añadimos un diseño bonito y elegante pero a la vez agresivo y espectacular, la nota no puede ser otra: sobresaliente.
Enrique Marco, Autocity.
15 Noviembre de 2002.
DISEÑO Y EQUIPAMIENTO
La imagen exterior el MG ZT 190 impacta por su deportividad y agresividad, sobre todo su frontal. Parece mentira la base haya sido el Rover 75, una berlina bella de aspecto refinado y elegante, pues la personalidad que imprime cada uno de los automóviles es totalmente opuesta. Además del gran parachoques delantero, lleno de tomas de aire, luces y rejillas, destaca el discreto alerón trasero y las enormes llantas de aleación de 18 pulgadas. A todo ésto hay que añadirle la vistosidad que le aporta su llamativa gama de colores.
En el interior tampoco encontramos un estilo común al del Rover 75. La decoración del salpicadero es mucho más dinámica y moderna, aunque sin perder la calidad de los materiales. Los asientos recogen bien el cuerpo, y la postura de conducción es muy cómoda, por lo que estamos hablando de un habitáculo muy logrado. En todo caso podríamos decir que el espacio interior no es tan amplio como en otros coches de su categoría (el MG ZT mide 4,75 metros de largo), aunque su maletero, de 432 litros de capacidad, tiene un tamaño aceptable.
Por lo que se refiere a equipamiento, de serie el MG ZT 190 ya incluye ABS con EDB, doble airbag frontal y lateral, climatizador automático con zonas independientes de temperatura, alarma, equipo de música con CD y altavoces Harman Kardon, volante en piel, faros antiniebla, luces de xenón y cortinilla trasera eléctrica; además de todos los elementos aerodinámicos que antes hemos descrito.
CONDUCCION
El MG ZT 190 es un coche potente, pero la mecánica no es su principal virtud. Comenzando por el motor diremos que estamos ante un 2,5 litros de seis cilindros en V y 190 cv de potencia que entrega un par máximo de 245 Nm a 4.000 rpm. Es una mecánica que suena de maravilla, aunque de forma discreta y no muy audible desde el interior, que está muy bien insonorizado. Enseguida nos daremos cuenta de que el motor se siente más agusto girando en la zona alta del cuentavueltas. Empuja suave y bien desde ‘abajo’, pero su tonelada y media le pasa factura a la hora de recuperar en marchas largas. En prestaciones puras el MG ZT 190 marca 8,2 segundos de 0 a 100 km/h y 225 km/h de velocidad punta, con un consumo medio de 9,8 l/100 km.
Pero vayamos a lo que realmente engancha de este coche: su conjunto de chasis, cambio, dirección, suspensión y frenos. No es fácil encontrar una berlina de sus dimensiones y peso que se mueva con la agilidad del MG. Sin resultar tan extremadamente vivo y radical como su ‘hermano menor’, el MG ZS 180, el buque insignia de la marca deportiva británica hace gala de unas cualidades dinámicas excelente, sin resultar incomodo por ello. Su plataforma sirve como base perfecta para desarrollar un enérgico sistema de suspensiones, lo que unido a la dirección rápida y precisa, y al cambio, de recorridos cortos y bien guiados, logra un estupendo comportamiento dinámico. La guinda al pastel la ponen los infatigables y potentes frenos de gran diámetro, que aprovechan la generosa llanta de 18 pulgadas que monta neumáticos en medida 225/45.