Brabus, el prestigioso preparador especializado en Mercedes y afincado en Bottrop (Alemania), lo ha vuelto a hacer. En esta ocasión le ha tocado al Mercedes SL 65 AMG, el último de los deportivos de la marca de la estrella cuyo V12 sufre una profunda transformación para convertirse en un motor Brabus de altas prestaciones con 800 CV y un par de 1.420 Nm. Con estos argumentos bajo el capó, y también con una estética tan llamativa como exclusiva, el Brabus 800 Roadster se convertirá en el centro de atención del stand del preparador alemán en Ginebra.
No es para menos, pues el trabajo que han hecho los ingenieros de Brabus con el V12 del deportivo Mercedes SL 65 AMG consigue elevar al SL a la categoría de superdeportivo. El preparador alemán ha desarrollado un nuevo sistema de sobrealimentación, que bajo la denominación BRABUS high-tech Biturbo, y contando con cuatro intercoolers para mejorar la refrigeración del aire antes de la admisión, aumenta el rendimiento del V12 hasta cotas increíbles. Para dar cabida a los 4 intercoolers ha sido necesario diseñar un nuevo capó más abultado, dotado de tomas de aire y fabricado en fibra de carbono, que se convierte en uno de los elementos característicos de esta preparación.
Para completar la preparación mecánica, se recurre a la obligada reprogramación de la centralita y se dota al Brabus 800 Roadster de un nuevo sistema de escape completo, fabricado en acero inoxidable. Gracias a este nuevo escape, no solo se mejoran las prestaciones, sino que por medio de un sistema de válvulas que puede ser accionado por el conductor con la mera pulsación de un botón, se modifica el bramido del V12. De esta manera se puede optar por un sonido más discreto, por ejemplo para cruzar una zona residencial, o por desatar toda la sonoridad y rugido del V12, cuando queremos disfrutar de las prestaciones del Brabus Roadster en circuito.Con la pulsación de un botón el sonido emitido por el escape se hace más fuerte y ronco o más civilizado.
Ciertamente las prestaciones del Brabus 800 Roadster, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, y alcanzar los 200 km/h en solo 6,1 segundos más, son más propias de un coche de circuito que de un modelo de calle. La velocidad máxima está limitada electrónicamente, sí, pero a unos 350 km/h inalcanzables para la mayoría de los deportivos del mundo. A estas velocidades toma especial importancia los aditamentos del Brabus Roadster, que desarrollados en el túnel del viento y fabricados en fibra de carbono, han sido diseñados para obtener la máxima eficiencia aerodinámica.
La suspensión rebajada 25 milímetros con el módulo especial de control Brabus, junto con las nuevas llantas BRABUS Monoblock R Platinum Edition en 20 pulgadas, con neumáticos en medida 255/30 ZR 20 para el eje delantero y 305/25 ZR 20 para el trasero, contribuyen a mejorar la dinámica del modelo de Brabus, a la vez que mejoran su presencia y potencian su imagen deportiva. De la misma manera, el diferencial autoblocante trasero tarado al 40% aporta su plus a la motricidad, algo más que necesario para evitar que los 1,420 Nm (limitados a 1,100 Nm) se transformen en algo más que en goma quemada al pisar el acelerador a fondo en la salida de las curvas.