COMPARATIVA
Cuando hace una década comenzaba a tomar fuerza el codiciado segmento de los grandes SUV de lujo todos ellos con sus generosos motores V6 y V8- no nos podíamos imaginar que diez años después el mercado ofreciese interesantísimas propuestas con propulsores de cuatro cilindros y no mucho más de dos litros de cubicaje. Pero la tecnología más avanzada es capaz de extraer sobresalientes cifras de potencia y par de cilindradas cada vez más bajas, a la vez que se obtienen consumos y emisiones mucho menores. Estamos hablando de la imparable tendencia hacia el downsizing.
Por primera vez encontramos en la categoría de los SUV de lujo y gran tamaño dos ejemplares con mecánica tetracilíndrica turbodiésel. Nos referimos al Nissan Murano 2.5 dCi y al Mercedes ML 250 Bluetec, el japonés con un 2,5 litros de 190 cv y el alemán con un 2,2 litros de 204 cv; ambos asociados a cajas de cambio automáticas con mando secuencial (de seis marchas en el Murano y de siete en el ML). Los modelos probados y que aparecen en las fotos tienen entre sí una apreciable diferencia de precio que más adelante desglosaremos, pues el ML 250 Bluetec cuesta 56.600 y el Murano 2.5 dCi, con el acabado intermedio (Sport), 47.150 . Por imagen y lujo, quizá hubiese sido más justo enfrentar al ML con el primo rico del Murano el Infiniti FX 30d- pero entonces hubiésemos perdido la esencia de esta comparativa, que trata de comprobar la eficacia de este tipo de motores en unos todoterrenos de semejante nivel y tamaño; ya que el Infiniti recurre a un motor turbodiesel de seis cilindros y tres litros de cubicaje, al igual que el resto de rivales: BMW X5, VW Touareg, Porsche Cayenne, etc.
Mientras que el Mercedes acaba de presentarse y, de hecho, sus primeras unidades no se comenzarán a entregar hasta noviembre, el Nissan es un modelo de 2005 aunque recientemente restylizado y con esta nueva mecánica. El japonés apenas se vendió en España durante varios años debido a que únicamente contaba con mecánica de gasolina, pero ahora con su variante diésel ya es un modelo más demandado. Sus carrocerías son totalmente diferentes, pues aunque por la cota de longitud apenas se llevan 6 cm (4,80 m el ML y 4,86 m el Murano), lo cierto es que el alemán es más ancho, alto y clásico, mientras que el japonés posee una línea mucho más deportiva. Por una parte el Nissan se desmarca gracias a su originalidad, pero por otra esos trazos casi de coupé en la parte trasera le penalizan notablemente en la capacidad de maletero, que es muy superior en el Mercedes (de 402 a 1.510 litros en el Murano y de 690 a 2.010 litros en el ML).Ambos propulsores ofrecen un alto grado de refinamiento inusual en mecánicas de cuatro cilindros
En marcha ambos propulsores sorprenden por su refinamiento. No llegan al nivel de finura y contención de sonido de un V6, pero gracias a sus bien insonorizados habitáculos a velocidad de crucero en carretera es incluso difícil percibir de qué tipo de motor se trata. Los dos están obligatoriamente asociados a cajas de cambio automáticas con mando secuencial, las cuales funcionan de modo óptimo y con gran finura. No siempre a mayor cilindrada se logra mayor potencia y par, y como ejemplo así sucede en este caso. El 2.5 dCi de 190 cv y 450 Nm de la alianza Renault-Nissan funciona realmente bien, y permite a un coche como el Murano con un peso de 1.898 kilos acelerar de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos, alcanzar los 196 km/h y necesitar nada más que 8 l/100 km de media. Eso sí, las emisiones se van ligeramente por encima de los 200 g/km de CO2.
Si el propulsor de Nissan obtiene una buena nota, la calificación del de Mercedes es de matrícula de honor. Tiene que mover más peso todavía (2.150 kilos), y aún así lo hace con mayor agilidad gracias a su espectacular rendimiento, pues el 2,2 Bluetec genera 204 cv y 500 Nm. Sus cifras de prestaciones hablan por sí solas, ya que alcanza 210 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos, pero lo realmente increíble es su cifra de consumo: ¡6 l/100 km! Además, de CO2 también emite muy poco, concretamente 158 g/km. Vistas estas cifras queda claro que el ML 250 Bluetec tiene un rendimiento superior al Murano 2.5 dCi, y lo cierto es que en la práctica también se nota una mayor sensación de empuje en toda la gama de revoluciones al volante del coche de la estrella.
Por lo que se refiere a su comportamiento dinámico, ambos cuentan con una buena fama de saber hacer excelentes sistemas de tracción integral: el 4Matic de Mercedes y el All-Mode 4x4i de Nissan. La gran diferencia la encontramos en las suspensiones, ya que el ML llevaba instalado el sistema opcional Airmatic (2.388 ), el cual funciona de forma excelente y mejora así la comodidad que puede proporcionar el Murano, que no obstante alcanza un buen nivel. En cuanto a neumáticos, para los modelos con el precio inicialmente mencionado, el japonés recurre a medida 235/65 R18 y el alemán a 235/65 R17; aunque opcionalmente se puede llegar a llantas de 20 pulgadas y anchos de rueda mayores.
De serie, el Nissan Murano viene más equipado. La lista de opciones es mucho más amplia en el ML
Ya en el apartado de detalles y equipamientos podemos comprobar como, en la unidad del Murano probada por Autocity (Sport, 47.150 ), Nissan ofrece muchos elementos de lujo como dotación estándar (recordemos que existe otro acabado básico Acenta por 43.150 y otro todavía más completo Premium por 50.950 ). Este Murano Sport cuenta con faros bixenón, tapicería de cuero, navegador con cámara de ayuda al parking, asientos eléctricos, puesta en marcha mediante botón y acceso sin llaves, etc. Por el contrario, el Mercedes, si bien monta de serie algunos sistemas de seguridad de última generación Pre Safe o Attention Assist- deja como extras la mayoría de los elementos mencionados en el japonés.
Como conclusión podemos decir que si, inicialmente, tras bajarnos de ambos coches y si únicamente conocemos el precio de tarifa (56.600 el ML y 47.150 el Murano) podríamos pensar que en este nivel de precios sí merece la pena pagar esos 9.000 euros de diferencia por el mayor refinamiento y eficacia del Mercedes; a la hora de analizar al detalle lo que ofrecen uno y otro nos encontramos con que el precio del alemán se puede encarecer notablemente, pues si añadimos todo lo que el Murano lleva de serie (cuero, navegador, xenón, cámara, etc) más las suspensiones Airmatic que tanto nos gustaron, el SUV de la estrella se puede acercar a los 70.000 euros. Con estas diferencias, la valoración general ya no tiene un claro vencedor, pues la relación precio-producto del japonés puede ser incluso mejor que la del alemán dependiendo de cómo valoremos algunos aspectos.
Su relación precio-producto es similar, por lo que la elección queda sujeta a presupuesto y preferencias personales
En definitiva, el Mercedes ML tiene un motor diésel de cuatro cilindros superior, y montándole varios extras resulta más cómodo y más refinado; además de tener un habitáculo más generoso y un maletero mucho más capaz. Pero por mucho menos dinero el Nissan Murano ofrece casi lo mismo con un vehículo de línea más original y deportiva. En esta comparativa, teniendo en cuenta el siempre imprescindible aspecto del precio, no hay vencedor ni vencido, ya que cada uno ofrece unos ingredientes acordes con su coste. Lo que sí podemos afirmar claramente es que con motores diésel de cuatro cilindros tan bien afinados como éstos, se puede ‘dar vida’ a vehículos del tamaño y peso de nuestros dos protagonistas. Puede que su sonido no sea tan agradable como el de los V6, pero las cifras de prestaciones y consumos hablan por sí solas y certifican su sobrada valía.