Para el circuito y para la calle
Prestaciones de competición
Para llegar al flamante LV8, el preparador germano ha partido del Mercedes C63 AMG, un coche ya extraordinariamente rápido, pero que los ingenieros de Lorinser han convertido en una máquina de competición, cuyo propulsor desarrolla ahora 500cv, y un impresionante par de 630Nm.
Con esa potencia, no resulta extraño que el Lorinser LV8 sea capaz de pasar de 0 a 100 en tan solo 4.2 segundos, y de alcanzar los 320 kilómetros por hora. Una velocidad solo apta para ser disfrutada en las autopistas de velocidad libre en Alemania, o en nuestro caso, en las rectas de algún circuito de velocidad cerrado al tráfico.
Un juguete para mayores
¿Por qué un coche de carreras puede convertirse en un objeto de deseo capaz de atraer a quien seguramente nunca van a utilizar este coche en competición? Los chicos de Lorinser tienen toda la razón cuando dicen que se trata de juguetes grandes, para chicos grandes .
Con el aroma de la competición rezumando por los cuatro costados, la preparación estéticamente ligera con aire racing, podría parecer demasiado purista para los tuners más atrevidos. Sin embarbo resulta ideal para quien quiera tener el placer de conducir un verdadero superturismo, al que solo le faltaría calzar neumáticos tipo slicks en sus llantas de 19 pulgadas, para irnos a correr a Alemania en la clase C3.
En resumen, un coche de carreras fascinante, que también puede ser un coche apto para el día a día, lo que hará las delicias de los aficionados al tuning y a la competición, que tengan el poder adquisitivo necesario para meter una de estas máquinas en su garaje.