Reportaje
Mercedes-Benz, dentro del programa de actos de conmemoración de su 125 aniversario, quiere establecer un nuevo récord de resistencia con su urbano-ecológico Clase B F-CELL, el primer vehículo con pila de combustible fabricado en serie. La marca de Stuttgart pretende dar la vuelta al mundo con esta unidad en 125 días, atravesando cuatro continentes y 14 países diferentes, en la carrera de fondo que se ha denominado F-CELL World Drive. ¿El objetivo? Demostrar el rendimiento y desarrollo de esta tecnología alternativa y su capacidad de aguante para el día a día. Una red mundial de gasolineras con surtidores de hidrógeno se encargará del abastecimiento del urbano de Mercedes.
Este vehículo, que circula sin emitir gases contaminantes a la atmósfera tanto en su conducción urbana como en trayectos de larga distancia, será la punta de lanza de la gran madurez técnica alcanzada por los vehículos eléctricos Mercedes, dice Thomas Weber, responsable de investigación y desarrollo de la marca. Esta aventura, además, conlleva la necesidad de disponer de una infraestructura para el repostaje, lo que necesita de la cooperación de los distintos actores del sector. Por eso estoy convencido de que, en cooperación con todos los involucrados, encontraremos también en este aspecto una solución apropiada para aprovechar el gran potencial de esta tecnología, afirma Weber. Para contrarrestar la escasez de estaciones de repostaje de hidrógeno a lo largo del recorrido, Mercedes-Benz echa mano de su socio Linde AG, capaz de garantizar un suministro seguro gracias a sus centros de producción y empresas filiales repartidos por todo el mundo. Incluso, en los trayectos por áreas más recónditas está garantizado el abastecimiento, gracias a una furgoneta Sprinter de Mercedes-Benz, desarrollada para la ocasión por Linde AG, la encargada de abastecer de hidrógeno a los vehículos de pila de combustible.
El Clase B F-CELL, cuya pieza clave es la nueva generación de motores eléctricos con pila de combustible, combina una autonomía de 400 kilómetros con tiempos de repostajes cortos. Así, la pila de combustible genera siempre la electricidad necesaria en el mismo vehículo, a partir de la reacción química del hidrógeno y el oxígeno. Con este reto, Mercedes espera captar una cartera de clientes que buscan vehículos más seguros, confortables y potentes, al mismo tiempo que eficientes y limpios. De este modo sería posible cumplir el sueño de una movilidad sostenible.El Clase B F-Cell combina una autonomía de 400 kilómetros con tiempos de repostajes cortos
‘Alemania es el país europeo con un mayor desarrollo de la industria petrolera para desarrollar una amplia infraestructura de surtidores de hidrógeno’Como requisito para lograr una buena aceptación entre los clientes y favorecer una difusión rápida de los vehículos eléctricos, Daimler promueve junto con otros fabricantes de automóviles y operadores de suministro eléctrico la estandarización del enchufe y del interfaz de comunicación entre el vehículo y la infraestructura de carga. Además, la firma de Stuttgart trabaja intensamente en proyectos y acuerdos de cooperación que tienen como objetivo crear una infraestructura con amplia cobertura de estaciones eléctricas de carga y de gasolineras con surtidores de hidrógeno. Los vehículos eléctricos de las marcas Mercedes-Benz y smart circulan ya con éxito gracias a proyectos de ‘e-mobility’ en Alemania, Francia, Italia, España, Gran Bretaña y Suiza. Dentro de la iniciativa ‘H2-Mobility’ Daimler colabora con empresas de suministro energético y con la industria petrolera para desarrollar una amplia infraestructura de surtidores de hidrógeno en Alemania.Alemania es el país europeo con un mayor desarrollo de la industria petrolera para desarrollar una amplia infraestructura de surtidores de hidrógeno
Esta insólita prueba de fondo llevará a los vehículos con pila de combustible a atravesar 14 países. Desde el sur de Europa Francia, España (entre el 7 y 11 de febrero) y Portugal cruzarán a América del Norte, donde recorrerán EE.UU y Canadá. Seguirán por Australia y de allí pasarán al continente asiático, donde atravesarán China, Kazajstán y Rusia. Por último, cruzarán al norte de Europa y concluirán su vuelta al mundo a principios de junio, después de 125 días, en la ciudad alemana de Stuttgart.