Mercedes pone al día a su descapotable de acceso, lo que antes se hacía llamar SLK y ahora pasa a llamarse SLC, siguiendo con su nueva política de denominación comercial en su gama de modelos. Cuando esté disponible en los mercados, a prinipios de 2016, el nuevo Mercedes SLK (sin precio confirmado todavía) mantendrá el concepto de su predecesor (cabrio, de techo duro retráctil, biplaza y tracción trasera) y sus dimensiones (4,13 metros) para rivalizar fundamentalmente con los BMW Z4 o Audi TT Roadster (el Mazda MX-5 tiene un posicionamiento menos exclusivo).
Y es que si por algo se ha caracterizado la vida comercial del SLK (desde el año 2004), y ahora también el SLC, es por combinar la deportividad inherente al cabrio ligero y compacto que es con la clase y la elegancia de una marca como Mercedes. Es por eso que este cambio de nombre viene acompañado de nuevos diseños en parrilla, paragolpes, llantas (entre 16 y 18 pulgadas, según versión), pilotos y faros (puede equipar diodos de LED para la iluminación adaptativa que estrena). Por dentro, el pequeño biplaza alemán mejora la calidad de los materiales (por ejemplo con nuevas tapicerías en los asientos) y rediseño de todo el frontal (salpicadero, cuadro de mandos y una pantalla central más grande de 7′) adoptando las formas de las últimas novedades de la marca. Opcionalmente puede haber un reloj analógico en la parte superior del salpicadero.
Entre los equipamientos de confort destaca la bufanda de aire en los reposacabezas de los asientos (Airscarf), siendo en materia de seguridad activa donde el nuevo SLC protagoniza el gran avence al incluir ahora elementos como: aviso de cambio involuntario de carril, detector de presencia en el ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, sistema de aparcamiento asistido con cámara de retrovisión, o el detector de colisión con frenada de emergencia y el freno post colisión.
Hay cinco versiones disponibles, cuatro de gasolina (SLC 180, SLC 200, SLC 300 y SLC 43) y una diésel (SLC 250 d). Todos los motores están sobrealimentados y son de cuatro cilindros en línea, salvo el SLC 43, un V6 de tres litros y 367 CV de potencia capaz de acelerar de 0 a 100 en 4,7 segundos. El SLC 43, el SLC 300 y el diésel se combinan de serie con la transmisión automática de nueve velocidades 9G-Tronic, mientras que los dos motores menos potentes apuestan de serie por un cambio manual de seis marchas. El diésel, un 2.2 litros de 204 CV, es el que menos gasta, con 4,4 l/100 en ciclo homologado. El SLC 180 es el gasolina más eficiente, con un consumo de 5,6 l/100 km.
Merecedes ha apostado por ser continuista en el tema del techo, que es rígido plegable y automatizado, y no de tela como los roadster puros. Como su predecesor, el Mercedes SLC puede descapotarse o capotarse en marcha, siempre y cuando se circule por debajo de los 40 km/h, y la novedad es que ahora se puede accionar incluso si el separador de carga del maletero está en la posición de ‘maletero vacío’. Si, por el contrario, el maletero está lleno, el SLC advierte de ello y anula el mecanismo.Nuevas funciones del techo duro retráctil para mejorar el agrado de uso
De serie u opcional, todos los Mercedes SLC cuentan con el sistema Dynamic Select que modifica la configuración de distintos parámetros del vehículo mediante cinco programas distintos (Comfort, Sport, Sport+, Eco e Individual), además también de poder añadir un kit cosmético AMG. Ahora también existe la posibilidad de contratar lo que se llama Dynamic Handling package, un paquete que rebaja en 10 milímetros la altura de la suspensión, implementa unos amortiguadores de dureza variable, y ofrece una función del control de estabilidad que simula la respuesta de un autoblocante electrónico. Y ya sólo para el más prestacional SLC 43, está disponible un nuevo paquete denominado handling package que apuesta por un diferencial trasero mecánico.
Configuración estética y mecánica a la carta