McLaren P1
Aunque no es habitual que nos hagamos eco de la salida del mercado de un modelo, cuando se trata de uno tan especial, exclusivo y deportivo como el McLaren P1, es imposible no reseñar su despedida aunque sea de manera breve. Y es que McLaren, inmersa en una nueva política de producto donde hay cabida para modelos menos elitistas y potentes (los 650S y 675LT), ha decidido poner fin a la producción de su actual súper deportivo, el P1, sucesor del McLaren F1 y con el que la marca británica se enfrentaba a otros coches de similar pedigri como Ferrari LaFerrari o Porsche 918 Spyder.Fue el sucesor del mítico McLaren F1, producido hasta 1998
Según el comunicado del fabricante, desde su lanzamiento, el P1 fue diseñado con el objetivo de ser el coche de los ‘mejores’ conductores tanto en la carretera como en la pista. En concreto, el último ejemplar de color naranja nacarado, que actualmente está disponible en toda la gama de McLaren Automotive, cuenta con tejidos de fibra de carbono y con un acabado accesible externamente. Además, también integra aspas aerodinámicas a lo largo de la parte inferior y ruedas ligeras acabadas en plata. En el diseño interior, resaltan la tapicería en negro y naranja y los detalles que se realizan a través de la costura en el volante.
El consejero delegado de McLaren Automotive, Mike Flewitt, afirmó que el McLaren P1 había logrado más de lo que esperaban en la compañía, ‘tanto como una nueva generación de superdeportivos como en la mejora de la imagen de la McLaren a nivel mundial’.El P1, un punto de inflexión para la marca
DOS COCHES IGUALES, NUNCA
La producción del McLaren P1 comenzó en el verano de 2013 con todos los coches vendidos antes de que el primer encargo fuese entregado y contaba con un equipo de operaciones especiales de McLaren que se encargaban de integrar especificaciones exactas del propietario y que hacían que no hubiese dos coches iguales.
La producción del McLaren P1 comenzó en el verano de 2013 con todos los coches vendidos antes de que el primer encargo fuese entregado y contaba con un equipo de operaciones especiales de McLaren que se encargaban de integrar especificaciones exactas del propietario y que hacían que no hubiese dos coches iguales.
Los 375 McLaren P1 se vendieron antes de que el primero de ellos fuese entregado