Triangulo de poder
Deportivo como pocos
La consola central está presidida por el navegador, debajo del cual encontramos un display que nos informa de la temperatura, y los ajustes de climatización y del equipo de audio que incluye lector y cargador de DVD. El climatizador no es bizona, pero sí incluye faros de xenón, volante multifunción, control de velocidad y todos los sistemas de seguridad activa y pasiva, como el control de estabilidad, de tracción y los airbags. Todo este equipamiento es de serie, aunque echamos en falta un ordenador de viaje que nos informe de los consumos, la autonomía…
Y por si fuera poco, además de bonito, el diseño de este modelo aprovecha el más mínimo detalle para disponer de un coche práctico. ¿Quién dijo que un deportivo no puede ser cómodo y práctico? En Mazda, el túnel de la transmisión, que atraviesa el habitáculo y establece la anchura de sus 4 plazas, sirve para conseguir huecos portaobjetos de gran capacidad y utilidad, que las puertas traseras no tienen debido a su reducido tamaño. Estas se abren como las de los antiguos Seat 600. Basculan sobre el pilar C, facilitando la entrada y salida a las plazas de atrás gracias a la supresión del pilar central, poniendo las cosas más fáciles que muchos modelos de puertas convencionales, incluso para adultos de hasta 1,80 m de altura. Sólo hay un problema, que no son independientes y siempre hay que abrir las delanteras -más grandes y pesadas- antes de abrir las traseras, y cerrar estas antes que las del conductor y el copiloto. Por ello, una parada corta para dejar a un pasajero puede resultar un poco engorrosa si los ocupantes delanteros permanecen sentados.
¿Y el maletero? Pues 290 litros es la capacidad que tiene. Ronda la de un compacto, pero, claro, es un maletero y no un portón, lo que significa que la boca de carga es pequeña. ¡No olvides que es un deportivo!
Ejecutivo agresivo
Compuesto por un eje giratorio que consigue la fuerza para mover el coche y un rotor triangular -ambos se mueven de forma parecida a la maquinaria de un reloj, llevando a cabo el ciclo completo de cuatro tiempos en una vuelta-, pesa y ocupa la mitad que las mecánicas con cilindros. Esto se debe a la utilización de un 40 por ciento menos de piezas, y logra una capacidad equivalente a 1.302 cc de cilindrada.
El precio de la exclusividad deportiva que ofrece un propulsor de carreras como este es de 37.580 euros. Una cantidad ajustada por el nivel prestacional y de equipamiento que viene de serie en el auténtico coupé de 4 puertas.