Inicio
Interior
El Toyota presenta un salpicadero bien rematado de impecable ajuste, con un revestimiento granuloso central y liso por delante y por debajo. No es muy lujoso, pero sí práctico, sobre todo para un descapotable. Discretos detalles de aluminio (barras de puerta, cercos en mandos de aireación, consola) dan el toque deportivo, sin pasarse. Tiene un cuadro de fácil lectura, una buena posición al volante (regulable sólo en altura, y no mucho) y mejor de pedales, grandes (en aluminio). Hay una guantera muy aprovechable, y un compartimento pequeño con tapa en la parte superior central para llevar unas gafas o el teléfono móvil. Los asientos, de suficiente banqueta y apoyacabezas integrados, recogen bien la espalda y la zona lumbar. El cambio es rápido y preciso, sin superar el del Mazda, que es sencillamente de lo mejor si no fuera por su excesiva dureza.
El interior del MX5 es más coquetón, especialmente el de este Special Version, con su tapizado bicolor en piel (poco aconsejable para un descapotable) y su volante Nardi forrado en madera, lo mismo que el pomo del cambio y el freno de mano. Hay un refinamiento que va desde los cercos cromados de los relojes (contando además con manómetro de aceite en el cuadro) a los remates de las puertas, impecables. Pero los retrovisores exteriores están peor colocados que en el Toyota y la guantera es más pequeña, aunque posee un portaobjetos central entre los asientos bastante práctico. Lástima que la apertura de su tapa quede tan retrasada, lo que la vuelve dificultosa en marcha. Bajo la misma están los mandos de apertura de maletero y depósito de gasolina.
Equipamiento
Abajo izquierda: compatimento portaobjetos MR2
Motores
y consumos
Comparando rendimientos, ambas mecánicas trasladan al cronómetro su igualdad teórica. El motor del MR2 es el 1.8 del Celica, el 1.794 cc de carrera larga y distribución variable VVT-i, que asegura en esta ligera carrocería un excelente rendimiento a bajo y medio régimen, girando redondo desde 2.000 rpm al corte de inyección, con una zona casi plana de par entre 2.500 y 4.500 rpm. Con 5 marchas y no las 6 del Celica, no se echa mucho de menos la 6ª salvo rodando rápido en autopista, y más por ruido que por economía. Si en el Celica este mismo motor nos supo a poco, en el MR2 da su justa talla, dado su peso. 196 km/h de velocidad punta (sobre 210 oficiales) con capota y 187 sin capota no son registros desdeñables para un coche con apenas 3.000 km de rodaje, aunque en proporción destaque más su aceleración, que rompe la barrera de los 30 segundos en el km desde parado (29,8) y cubre el 0 a 100 km/h en sólo 8,3 segundos.
Comportamiento
Cara para el MX5, cruz para el MR2.
Características
técnicas