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MONOVOLUMEN CON CARACTER
El monovolumen compacto que sustituye al Premacy ofrece una identidad muy definida, dentro de un segmento que destaca por abarcar propuestas muy diferentes en cada caso. La clave es sin duda un público muy diverso que cada vez más valora la compra de un monovolumen por sus cualidades prácticas, pero que en cada caso tiene aspiraciones diferentes. El nuevo modelo de Mazda está destinado a quienes buscan un comportamiento dinámico cercano al de una berlina compacta; es decir, quienes quieren siete plazas pero no están dispuestos a renunciar a una conducción alegre.
p> En este aspecto resulta curioso que Ford, accionista mayoritario de Mazda, disponga con el C-Max de una de las referencias ‘deportivas’ del segmento. Cualquiera de los dos modelos puede satisfacer por su comportamiento al mismo tipo de usuario, con la importante salvedad de que el japonés tiene dos plazas más y es bastante más largo. En algunos mercados europeos estará disponible desde este mismo mes de junio, pero en España se retrasará hasta septiembre con el fin de disponer de los apreciados motores diesel, que supondrán tres cuartos del pastel de ventas previsto por la marca en nuestro país.
p>El equipamiento de seguridad destaca desde las versiones más básicas. Ofrece airbags delanteros frontales y laterales, así como airbag de cortina hasta la tercera fila de asientos. En España el Mazda 5 gozará de un equipamiento superior al de otros mercados y todas las unidades equiparán control de estabilidad (DSC) y ABS con asistente de frenado de emergencia. Además el equipamiento de confort ofrecerá climatizador automático, ordenador de viaje (la pantalla en la que se visualizaban estos dos elementos es muy sensible a los deslumbramientos), sensor de lluvia, llantas de aleación, etcétera, desde las versiones iniciales.
p>Versiones y precios:
Active 1.8: 22.450 €
Active + 2.0: 23.650 €
Sportive 2.0: 24.200 €
Active CRTD 110cv: 24.150 €
Active + CRTD 143cv: 25.350 €
Sportive CRTD 143cv: 25.900 €
Active 1.8: 22.450 €
Active + 2.0: 23.650 €
Sportive 2.0: 24.200 €
Active CRTD 110cv: 24.150 €
Active + CRTD 143cv: 25.350 €
Sportive CRTD 143cv: 25.900 €
p>Active / Active +
Airbag frontales y laterales delanteros
Airbag de cortina 3 filas
Climatizador
Elevalunas eléctricos
Retrovisores eléctricos
Ordenador de viaje
Sensor de lluvia
Cierre centralizado
Volante de cuero
Llantas de aleación 205/55R16
Faros antiniebla delanteros
Airbag frontales y laterales delanteros
Airbag de cortina 3 filas
Climatizador
Elevalunas eléctricos
Retrovisores eléctricos
Ordenador de viaje
Sensor de lluvia
Cierre centralizado
Volante de cuero
Llantas de aleación 205/55R16
Faros antiniebla delanteros
p>Sportive
Tarjeta inteligente
Cierre de seguridad
Control de velocidad
Llantas de aleación 205/55R17
Ventanas tintadas traseras
Tarjeta inteligente
Cierre de seguridad
Control de velocidad
Llantas de aleación 205/55R17
Ventanas tintadas traseras
p>Opciones
Pack faros de Xenon: 770€
Pack Xenon + DVD: 2.750 €
Pack DVD + Navegador + Servidor de música con disco duro para más de 3.000 canciones: 6.030 €
Pack faros de Xenon: 770€
Pack Xenon + DVD: 2.750 €
Pack DVD + Navegador + Servidor de música con disco duro para más de 3.000 canciones: 6.030 €
Carlos Lera, Autocity
2 de Junio de 2005
2 de Junio de 2005
Modularidad y maletero
MODULARIDAD Y MALETERO
La familia y uno más
El interior del Mazda 5 dispone de tres filas de asientos con dos plazas cada una, pero en la segunda es posible disponer de un tercer asiento central. La banqueta está escondida bajo el mullido del asiento izquierdo cuando no se usa, mientras que el respaldo surge del reverso del apoyabrazos. La tercera fila dispone de dos asientos en banco corrido indivisible, y al igual que la fila central, puede abatirse hasta dejar un gran espacio de carga completamente plano. Es lo que en Mazda han bautizado como ‘concepto Karakuri’, un sistema que mediante una operativa muy sencilla permite disponer de dos, cuatro, cinco, seis o siete plazas según convenga, sin tener que extraer los reposacabezas, ni perjudicar el liso plano de carga resultante. En la segunda fila puede optarse por incorporar la tercera plaza central, como ya hemos indicado, o en su lugar colocar un cajón de buena capacidad, que surge de la banqueta derecha siguiendo el mismo sistema mediante el cual aparece la butaca de la tercera plaza desde el lado izquierdo.
El interior del Mazda 5 dispone de tres filas de asientos con dos plazas cada una, pero en la segunda es posible disponer de un tercer asiento central. La banqueta está escondida bajo el mullido del asiento izquierdo cuando no se usa, mientras que el respaldo surge del reverso del apoyabrazos. La tercera fila dispone de dos asientos en banco corrido indivisible, y al igual que la fila central, puede abatirse hasta dejar un gran espacio de carga completamente plano. Es lo que en Mazda han bautizado como ‘concepto Karakuri’, un sistema que mediante una operativa muy sencilla permite disponer de dos, cuatro, cinco, seis o siete plazas según convenga, sin tener que extraer los reposacabezas, ni perjudicar el liso plano de carga resultante. En la segunda fila puede optarse por incorporar la tercera plaza central, como ya hemos indicado, o en su lugar colocar un cajón de buena capacidad, que surge de la banqueta derecha siguiendo el mismo sistema mediante el cual aparece la butaca de la tercera plaza desde el lado izquierdo.
¿Pero dispone realmente el Mazda 5 de siete plazas? La respuesta es ‘sí, pero’. Las plazas de la tercera fila de asientos tienen suficiente anchura para adultos, la cabeza no pega en el techo y el espacio para las rodillas, mientras las plazas delanteras no pretendan viajar con las piernas estiradas, es suficiente. Al quedar a la misma altura que los pasos de rueda traseros es inevitable que los pasajeros de esta fila estén juntos, pero sin llegar a tener que encogerse de hombros. A cambio, tienen amplios reposabrazos con portabebidas en los laterales.
Si la fila central está configurada para dos pasajeros, la anchura disponible es excelente en ambas plazas. Se trata de dos asientos completamente independientes entre sí, con un importante espacio entremedias. Tienen una anchura de 500 milímetros, muy próxima a los 510 mm. de que disponen conductor y acompañante. Además pueden reclinarse y desplazarse longitudinalmente para ganar espacio para las piernas o ajustarlo en lo posible cuando se use la tercera fila. Tras los respaldos de los asiento delantero hay dos mesitas plegables.
La plaza central de esta fila es la que podría considerarse ‘seis mas uno’. Una vez dispuesta según el procedimiento antes indicado tiene la misma comodidad que la una plaza central habitual de cualquier berlina compacta; es decir, sirve pero habrá pelea por ver a quien le toca ocuparla. En cualquier caso dispone de cinturón de tres puntos y reposacabezas regulable, como las otras seis, y tampoco queda demasiado cerca del alto techo del Mazda 5.
Los asientos, tanto de la segunda como de la tercera fila, me parecieron duros y con los respaldos demasiado planos. Más allá de las dimensiones y el espacio no destacan por comodidad, aunque se pueden tolerar. Los reposacabezas son útiles, quedan recogidos en una posición baja, para niños, pero se pueden extender hasta cualquier altura.
Muchas posibilidades de configuración para decidirse, pero una idea inicial en la mesa de diseño: cuando las plazas no sean necesarias, el interior del Mazda 5 debe facilitar la comunicación entre los ocupantes. La disposición tanto de lo asientos del conductor y del acompañante, como de los dos ocupantes de los asientos laterales de la segunda fila, deja un importante hueco en el centro. El efecto que se busca es, con las lógicas salvedades, como el de una mesa de comedor: todos sentados en torno a un espacio central diáfano que facilita la comunicación entre las seis plazas principales.
El maletero queda obviamente muy reducido si se despliega la tercera fila de asientos, 112 litros, capacidad como máximo para una maleta de fin de semana y poco más; pero si se utilizan sólo las dos primeras filas y por tanto lo medimos con el mismo criterio que cualquier turismo, dispone de 426 litros de capacidad, un suelo completamente plano y un doble fondo de 15 litros bajo el piso. La capacidad máxima con las dos filas escondidas alcanza 1.566 litros. De serie se ofrece una bandeja rígida para colocar tras la tercera fila de asientos y esconder el espacio de carga, pero si se esconden las dos plazas posteriores y se utiliza el maletero de 426 litros, habrá que adquirir una cortina enrollable que se ofrecerá como accesorio si queremos mantener las maletas ocultas.
MOTORES Y CONDUCCION
La gama estará compuesta por dos motores de gasolina con cuatro cilindros y 16 válvulas y transmisión manual de cinco velocidades. Un 1.8 litros de 115 caballos y un 2.0 de 145 cv. El primero mueve la tonelada y media en vacío del Mazda 5 sin demasiada alegría pero con soltura suficiente para un uso tranquilo, mientras que el segundo consigue unas buenas prestaciones que permiten extraer lo mejor del excelente equilibrio dinámico del coche. Los dos motores diesel, que no estuvieron presentes en la presentación a la prensa por haber comenzado antes la producción de las unidades de gasolina, serán en realidad el mismo: el 2.0 litros CRTD que Mazda comparte con Ford (TDCi), Peugeot y Citroën (HDI), con diferente puesta a punto, para ofrecer 110 y 143 caballos de potencia máxima en cada caso. Ambos dispondrán de cambio manual de seis velocidades.
Conducción
Desde el momento de tomar su volante, el Mazda 5 trasmite la sensación de tratarse de una berlina. El volante queda bastante recto; el asiento no tiene porqué estar alto, incluso sorprende lo bajo que puede llegar a ajustarse su banqueta; la posición de los pedales hace que las piernas queden en posición bastante horizontal, sin que tengamos que flexionar las rodillas; los asientos sujetan el cuerpo No parece un monovolumen, salvo por la palanca de cambios colocada en la consola central. Este es el elemento que menos me gustó del coche, su manejo no es del todo suave en algunas marchas, y en primera queda demasiado cerca del gran botón que apaga el climatizador, siendo fácil pulsarlo sin querer.
Desde el momento de tomar su volante, el Mazda 5 trasmite la sensación de tratarse de una berlina. El volante queda bastante recto; el asiento no tiene porqué estar alto, incluso sorprende lo bajo que puede llegar a ajustarse su banqueta; la posición de los pedales hace que las piernas queden en posición bastante horizontal, sin que tengamos que flexionar las rodillas; los asientos sujetan el cuerpo No parece un monovolumen, salvo por la palanca de cambios colocada en la consola central. Este es el elemento que menos me gustó del coche, su manejo no es del todo suave en algunas marchas, y en primera queda demasiado cerca del gran botón que apaga el climatizador, siendo fácil pulsarlo sin querer.
En movimiento la dirección muestra ligereza y precisión. El balanceo de la carrocería es mínimo, desde luego menor que en cualquier otro monovolumen del segmento (salvo el Opel Zafira OPC, que no deja de ser una versión radical y mucho menos cómoda), y sin embargo las amortiguaciones permiten una buena comodidad. El equilibrio que pude constatar en las unidades de pruebas creo que refleja perfectamente lo que busca el cliente para el que está pensado el coche: familiar cómodo y compacto divertido de conducir al mismo tiempo.
Tiene 2.750 milímetros de batalla, una distancia entre ejes notable, muy superior a la del Ford Focus C-Maxe incluso algo mayor que la del Renault Grand Scénic (2.736 mm.), al que también supera en longitud total y anchura de vías (1.530/1.520 frente a 1.506/1.506). Esto repercute en una estabilidad lineal muy buena sin necesidad de emplear suspensiones duras, aunque como contrapartida dificulta el movimiento en giros cerrados, lo que da la sensación que combate con estabilizadoras más rígidas, centro de gravedad más bajo o las dos cosas, logrando un dinamismo convincente. En definitiva un comportamiento muy divertido, marca de la casa, sin que por ello la comodidad de los pasajeros salga perjudicada.
CARACTERISTICAS Y PRECIOS
Ficha Técnica 1,8 litros 2,0 litros CRTD 110cv CRTD 143cv Motor y transmisión Culata 4 cilindros 16 válvulas 4 cil. Iny. directa. Common Rail Cilindrada 1.798 cc. (83,0 x 83,1) 1.999 cc. (87,5 x 83,1) 1.998 cc. (86 x 86) 1.998 cc. (86 x 86) Potencia Max. 115 cv a 5.300 rpm 145 cv a 6.000 rpm 110 cv a 3.500 rpm 143 cv a 3.500 rpm Par Max. 165 Nm a 4.000 rpm 185 Nm a 4.500 rpm 310 Nm a 2.000 rpm 360 Nm a 2.000 rpm Transmisión Tracción delantera Desmultiplicación 5 velocidades 6 velocidades 1ª 3,666 3.307 3.538 3.538 2ª 2,059 1.842 1.913 1.913 3ª 1,392 1.310 1.218 1.218 4ª 1.030 1.030 0.880 0.880 5ª 0.795 0.795 0.809 0.809 6ª — — 0.673 0.673 Marcha atrás 3.454 3.454 3.831 3.831 Relación final 4.388 4.588 1ª-4ª: 3.611
5ª, 6ª y M.A.: 3.095
5ª, 6ª y M.A.: 3.095
1ª-4ª: 3.611
5ª, 6ª y M.A.: 3.095 Suspensión / Dirección / Frenos Suspensión del. MacPherson estabilizadora 23 mm. Suspensión tras. Multibrazo estabilizadora 20 mm. Giros volante entre topes 2,9 Radio giro entre muros 11,2 m. Frenos del/tras ventilados/macizos Prestaciones y consumos
5ª, 6ª y M.A.: 3.095 Suspensión / Dirección / Frenos Suspensión del. MacPherson estabilizadora 23 mm. Suspensión tras. Multibrazo estabilizadora 20 mm. Giros volante entre topes 2,9 Radio giro entre muros 11,2 m. Frenos del/tras ventilados/macizos Prestaciones y consumos
Velocidad máxima 182 km/h 196 km/h 179 km/h 197 km/h Aceleración 0-100 km/h 11,4 s 10,8 s. 12,9 s. 10,4 s. Consumo urbano (l/100km) 10,7 11 7,3 7,3 Consumo extraurbano 6,3 6,6 5,7 5,7 Combinado 7,9 8,2 6,3 6,3 Dimensiones, pesos y capacidades Longitud total 4.505 mm. Distancia entre ejes 2.750 mm. Anchura total sin espejos 1.755 mm. Vías del/tras 1.530 / 1.520 mm. Altura total 1.665 mm. Coef. aerodmco. (CX) 0,29 Capacidad maletero (VDA) 7 plazas 112 l. 5 plazas hasta ventana 426 l. 2 plazas hasta techo 1.566 l. Capacidad combustible 60 l.