En el país de los compactos donde coexisten como lenguas oficiales la alemana (Golf, A3…) y la francesa (Megane, 308, C4) y como segundo idioma el norteamericano más global (Focus), la cabida de una tercera vía de comunicación como la japonesa siempre estuvo bajo sospechosa. Eje vertebral de las ventas en Europa, en el segmento C se compite a cara de perro, con márgenes comerciales muy estrechos y amplias gamas para cubrir todo tipo de demanda, incluida la del lujo (Clase A, Serie 1, V40, CT). Tanto a las más viejas tradiciones como a los cambios más recientes, se han tenido que adaptar nuestros dos compactos de hoy, los Mazda 3 y Toyota Auris, dos japoneses que por distintas razones se han ganado sobradamente el pasaporte europeo.
El Mazda 3 de tercera generación, lanzado en octubre del año pasado, está teniendo una gran acogida de ventas, consolidándose como el producto franquicia de la marca de Hiroshima, Japón, donde se produce aunque se diseñase y desarrollase en el Centro de Oberursel (Alemania). El Auris, por su parte, fue actualizado en profundidad en diciembre de 2012, todavía bajo la sombra del Corolla, el superventas que Toyota dejó de producir para Europa en 2007.
Dos productos relativamente jóvenes, si no producidos (el Auris se fabrica en Gran Bretaña y Turquía) si ideados en suelo europeo, y que no tienen en estas versiones diésel que hoy comparamos a los ojitos derechos de las estrategias de comunicación de ambas marcas. Y es que Mazda pregona a los cuatro vientos su apuesta contracultural por los motores atmosféricos de gasolina y Toyota hace lo propio con las motorizaciones híbridas. Uno y otro, Mazda 3 Skyactiv-G y Toyota Auris HSD, sacaron buena nota en las respectivas pruebas de Autocity.Ambos han sido ideados en Europa para competir con los compactos locales de más tradición
Sin embargo, a día de hoy en España manda el gasoil. Toca examinar la calidad de las mecánicas turbodiésel de ambos modelos, que, a pesar de los esfuerzos de las marcas por diversificar, siguen siendo las versiones más vendidas de las dos gamas. Así que empecemos a analizar los motores. El del ‘3’ es un bloque más grande de 2.2 litros y más potente de 150 cv, por los dos litros y 124 cv con los que se tiene que conformar el Toyota. Ambos destacan por la elasticidad que ofrecen, aunque los bajos del Mazda son muy superiores, llegando a empujar con vigor y sin vibraciones por debajo de los 1.500 rpm. ¡Todo un lujo para la ciudad! Y permite conducirlo a un giro de régimen alto, como si de un gasolina se tratase.
Las prestaciones del Auris están en la media de la categoría: 200 km/h y 10 segundos de 0 a 100. Pero pueden ser tachadas de discretas en comparación a las de un Mazda3 que cualquiera diría que esconde bajó su capó algún caballo más del que fiscaliza: 210 km/h y 8,1 segundos de 0-100. Sin embargo, y aunque su ficha técnica diga otra cosa, el Auris 26 cv menos potente gana la batalla del consumo. En una conducción mixta por carretera y ciudad por el mismo recorrido, el Auris aventajó en cuatro décimas a su rival: 6,1 por 6,5 litros/100 km, ambos con cambio manual de seis velocidades.El Auris gasta menos, pero el Mazda 3 empuja desde un régimen muy bajo y estira todavía con más vigor
La rumorosidad mecánica del Auris juega en su contra, siendo especialmente ruidoso en frío y a baja velocidad. Es el aspecto dinámico que le aleja más de su rival, un Mazda 3 diésel que gracias a su superior calidad de construcción transfiere en menor medida la sonoridad del motor. También el funcionamiento del Star/Stop (de serie en los dos casos) es más suave en el Mazda. Donde ambos modelos están un paso por detrás de modelos referenciales como el Golf o el 308 es en calidad de rodadura: con unos neumáticos más grandes y menos perfil (215/45 R18) esperábamos más de un Mazda 3 al que pasar por asfalto rugoso le sienta casi tan mal como a un Auris con unas ruedas más pequeñas (205/55 R16) y una puesta a punto más dulcificada.Los ruidos mecánicos penalizan el confort general del Auris
Y es que en el Mazda 3 hay algo especial. Para bien o para mal, esto lo distingue en un segmento donde todo está muy igualado. El tacto del pomo del cambio (recorridos cortos y certeros), la precisión de las reacciones en curvas, la alegría con la que sube de vueltas su motor diésel, la suspensión más firme, o la dirección eléctrica que a más velocidad se endurece y ofrece bastante contacto con la carretera, lo hacen distinto. El Auris es más suave en todo, más parecido al resto: compacto cómodo, sencillo de guiar, con unas suspensiones que aguantan lo que tienen que aguatar en curva, y con una estabilidad en recta notable. Dinámicamente, el Mazda 3 se mueve con más agilidad, aunque el Auris no desentona, siendo un compacto con una puesta a punto muy mejorada
El Auris (4,27 metros de largo) es un coche ligeramente mejor aprovechado por dentro que un Mazda 3 (4,46 m) al que su ambicioso diseño de carrocería retrasada le pasa factura en las plazas posteriores. El compacto de Toyota, por el contrario, ofrece un suelo plano y un generoso ángulo de apertura de sus puertas que favorece el acceso al habitáculo y un uso más habitual de las cinco plazas homologadas. La central en el Mazda queda prácticamente descartada por la elevación del túnel. De cualquier manera, ambos coches han apostado por una configuración más deportiva en sus puestos de conducción, pudiendo situar la butaca delantera en una posición más baja de lo habitual. Esta circunstancia, junto a los gruesos pilares traseros y la acusada caída de techo, disminuyen la visibilidad trasera del Mazda 3.
Los maleteros no son los más capaces de la categoría, con 365 litros para el Mazda 3 y 360 l para el Auris. El cofre del ‘3’ destaca por un tapizado mejor ajustado, formas más regulares y un sistema de abatimiento de las plazas traseras muy sencillo, con un pulsador sobre los propios respaldos. Por su parte, en el Auris la terminación general es más pobre y el cofre menos regular por la invasión de los altavoces. Sin embargo, destaca por un piso de carga más próximo al suelo que facilita las labores de carga y elementos prácticos como ganchos y argollas. Ambos maleteros tienen una cortina cubrequipaje enrasada con los asientos cuando se cierra el portón.
Conducidas ambas unidades, el Mazda 3 es un producto más redondo en la presentación y calidad interior. Tal vez sea por tratarse de un modelo más joven, por el posicionamiento de una y otra marca, o por el acabado tope de gama ‘Luxury’ con todos los packs disponibles (‘Navi’, ‘Safety’ y ‘Cuero’, 4.050 euros en total), pero el de Hiroshima supera a un Auris con menos finura en la instrumentación, una botonería excesivamente discreta, un salpicadero alto con una consola suspendida y unos asientos de serie en tela muy cómodos y con buenas sujeciones laterales.Este Mazda 3 Luxury que monta todos los extras disponibles supera la frontera de los 30.000 euros
CARGADOS DE EQUIPAMIENTOS
El Auris Feel!, acabado intermedio, cuesta 20.076 euros (climatizador, bluetooth, asistente en pendientes, control crucero, LED diurno o el sistema Toyota Touch 2 con bluetooth y cámara trasera), a los que hay que sumar los packs ‘Confort’ (750 €) con sensores de lluvia y luces, acceso y arranque sin llave o retrovisores exteriores eléctricos; ‘Skyview’ (800 €) con techo solar panorámico; ‘Toyota Touch 2 & Go’ (800 €) con navegación, conectividad avanzada por bluetooth y acceso a Apps; y la pintura metalizada (475 €). En total, 22.901 €.
El Auris Feel!, acabado intermedio, cuesta 20.076 euros (climatizador, bluetooth, asistente en pendientes, control crucero, LED diurno o el sistema Toyota Touch 2 con bluetooth y cámara trasera), a los que hay que sumar los packs ‘Confort’ (750 €) con sensores de lluvia y luces, acceso y arranque sin llave o retrovisores exteriores eléctricos; ‘Skyview’ (800 €) con techo solar panorámico; ‘Toyota Touch 2 & Go’ (800 €) con navegación, conectividad avanzada por bluetooth y acceso a Apps; y la pintura metalizada (475 €). En total, 22.901 €.
Por su parte en el Mazda 3 ‘Luxury’, valorado en 26.600 euros, tiene mucho mérito que toda la dotación de equipamientos de serie y opcionales presuman de una organización tan brillante, llamando la atención elementos más modernos que en el Auris como un cuadro de mandos de inspiración deportiva (exclusivo para el Luxury), el Head-Up Display o el botón de gestión integral HMI Commander (entre los dos asientos delanteros) que aglutina el manejo de diferentes funciones.La sencillez y buena organización predominan en el habitáculo del Auris, mientras que el Mazda 3 apuesta por un plus de tecnología a bordo
El Mazda 3 ‘Luxury’ no tiene cámara trasera, elemento de serie en el Auris Feel! A partir de aquí, el compacto de Hiroshima es un derroche de tecnología a bordo, con pantalla central a color de 7”, equipo de sonido BOSE con 9 altavoces, faros bixenón con LED’s diurnos, sensores de parking, llantas de 18 pulgadas, control crucero, o los asistentes en pendientes y de cambio de carril involuntario. La relación precio/equipamiento está altamente justificada, mirando de reojo a los compactos más exclusivos. Y es que si añadimos los pack ‘Navi’ (navegador con pantalla táctil), ‘Safety’ (luces de carretera adaptativas, alerta de cambio de carril, frenada de emergencia pre-impacto o control crucero adaptativo) o ‘Cuero’ con tapicería beige, tienes un compacto diésel de 150 cv moderno, equipado y con mucha personalidad. Eso sí, con la pintura metalizada incluida, la factura asciende a los 31.100 euros.
CONCLUSIÓN
En definitiva, si buscas ese ‘algo más’ en diseño, comportamiento y tecnología sin pasar por los Golf y compañía, el Mazda 3 es un compacto con tanta personalidad como garantías. Si no llegas a ese ‘algo más’ que se paga con dinero, ojo con este Auris diésel 120D, producto sin los alardes de su compatriota, pero que cumple en aspectos como la calidad percibida y el equipamiento base y opcional y destaca por un motor comprometido con prestaciones y consumos y un chasis muy equilibrado, máximas para ser una alternativa a los compactos europeos con más tradición.
En definitiva, si buscas ese ‘algo más’ en diseño, comportamiento y tecnología sin pasar por los Golf y compañía, el Mazda 3 es un compacto con tanta personalidad como garantías. Si no llegas a ese ‘algo más’ que se paga con dinero, ojo con este Auris diésel 120D, producto sin los alardes de su compatriota, pero que cumple en aspectos como la calidad percibida y el equipamiento base y opcional y destaca por un motor comprometido con prestaciones y consumos y un chasis muy equilibrado, máximas para ser una alternativa a los compactos europeos con más tradición.