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ARISTOCRATA DE CAMPO
Cuando la división de coches de lujo de Toyota lanzó hace unos años el RX300, su objetivo era muy claro: ofrecer un SUV de lujo concebido más como ‘todo camino’ que como ‘todo terreno’, cómodo y manejable, aunque de posibilidades limitadas fuera del asfalto. Así nació el RX300, especialmente pensado para el mercado norteamericano, máximo consumidor de este tipo de coches. Por eso nació con un cambio automático lento y de sólo tres marchas, suspensiones blandas y un planteamiento general más orientado al confort que a la eficacia.
Más dinámico y europeo
Pero ahora esta segunda generación ha nacido también pensando en el viejo continente, un modelo más práctico y deportivo, con los últimos avances en seguridad, funcionalidad, diseño y tecnología, junto a una nueva estética más lograda y dinámica. Suspensiones más firmes, dirección más directa y sobre todo, un cambio también automático pero de 5 relaciones y con posibilidad de uso secuencial, que por fin permite sacar partido al motor V6 de 3 litros y 204 CV, más brillante y económico que el 3.3 empleado en el mercado USA.
Pero ahora esta segunda generación ha nacido también pensando en el viejo continente, un modelo más práctico y deportivo, con los últimos avances en seguridad, funcionalidad, diseño y tecnología, junto a una nueva estética más lograda y dinámica. Suspensiones más firmes, dirección más directa y sobre todo, un cambio también automático pero de 5 relaciones y con posibilidad de uso secuencial, que por fin permite sacar partido al motor V6 de 3 litros y 204 CV, más brillante y económico que el 3.3 empleado en el mercado USA.
Vaya por delante que el uso secuencial del nuevo cambio es relativo, porque sólo bloquea el cambio de la marcha seleccionada hacia arriba, y no hacia abajo (como suele ser normal en casi todos los automáticos nipones). Así, mantiene la relación insertada sin subir de marcha mientras no cambiemos, pero puede bajar y ponerse en 1ª si nos detenemos. Es muy útil en tierra al bajar una pendiente pronunciada, con la seguridad de que si metemos una marcha corta mantendremos la retención sin que el coche cambie a una superior y se nos embale. Pero por el contrario, incluso cambiará a primera si aceleramos fuerte, para mejorar la aceleración. Por otra parte, y aunque sigue sin llevar reductora (no olvidemos que se trata de un todo camino más que de un todo terreno), al tener ahora 5 marchas en lugar de 3 van mejor escalonadas, con una primera más corta y útil sobre tierra.
La transmisión integral también ha sido modificada, dando paso a la electrónica. Así el diferencial central de tipo viscoso que repartía el par motriz entre ambos ejes ha sido sustituido por un sistema electrónico de control de tracción que efectúa este reparto al 50% en cada eje, aunque en caso de pérdida de adherencia rápidamente traslada el par al eje que más agarra, hasta el 100% en uno y 0 al otro si es necesario.
En resumen, una opción ideal para quienes busquen un coche lujoso, amplio, cómodo y elegante, para viajar preferentemente sobre asfalto pero también capaz de incursiones ‘off road’ de cierto nivel. Sólo quienes busquen un 4×4 puro y duro y requieran hacer muchos kms (el consumo aquí es determinante) fuera del asfalto se lo pensarán dos veces. Todo esto explica los 61.975 euros del precio de este Lexus RX300 President, ciertamente no muy al alcance del gran público. Claro que por bastante menos (47.625 euros) tenemos la versión de acceso Premium, ya muy completa, y por 9.300 menos el equilibrado Luxury (52.675), con casi lo mismo que el President salvo navegador, suspensión neumática y techo practicable. Y todos con una supergarantía de 6 años ó 200.000 km.
Equipo de Pruebas Motor Mundial
DISEÑO Y EQUIPAMIENTO
Una imagen menos 4×4
La estética es también otra de sus bazas. El nuevo RX300 es más grácil y menos aparatoso que otros SUV de su clase, sin renunciar a cierto toque de agresividad junto a detalles propios de refinamiento, como los faros de efecto ‘joya’ o la marcada visera de techo sobre la luna posterior. Luego, unos cuantos cromados (perfiles, manecillas) bien dosificados aportan el toque de lujo, mientras que el deportivo corre a cargo de la luneta del portón, mucho más inclinada que antes, con una forma junto a los pilotos (por LED’s) que recuerda a los Lexus IS SportCross. Más bajo que un todo terreno normal, con más batalla y puertas mayores, el RX300 monta también unas enormes llantas de aleación de 18 pulgadas con neumáticos de 235/55 R 18, un perfil bastante bajo (55) para un TT, señal de su auténtica vocación mixta, con el asfalto por delante. Precisamente gracias a esas llantas, el RX300 puede alojar en ellas unos discos ventilados de freno de casi 32 cm de diámetro, otro punto fuerte sobre el anterior modelo, potentes y capaces de resistir el trato duro pese a un peso cercano ya a las dos toneladas.
La estética es también otra de sus bazas. El nuevo RX300 es más grácil y menos aparatoso que otros SUV de su clase, sin renunciar a cierto toque de agresividad junto a detalles propios de refinamiento, como los faros de efecto ‘joya’ o la marcada visera de techo sobre la luna posterior. Luego, unos cuantos cromados (perfiles, manecillas) bien dosificados aportan el toque de lujo, mientras que el deportivo corre a cargo de la luneta del portón, mucho más inclinada que antes, con una forma junto a los pilotos (por LED’s) que recuerda a los Lexus IS SportCross. Más bajo que un todo terreno normal, con más batalla y puertas mayores, el RX300 monta también unas enormes llantas de aleación de 18 pulgadas con neumáticos de 235/55 R 18, un perfil bastante bajo (55) para un TT, señal de su auténtica vocación mixta, con el asfalto por delante. Precisamente gracias a esas llantas, el RX300 puede alojar en ellas unos discos ventilados de freno de casi 32 cm de diámetro, otro punto fuerte sobre el anterior modelo, potentes y capaces de resistir el trato duro pese a un peso cercano ya a las dos toneladas.
Con una longitud de 4,74 m de largo y una batalla de 2,72 m, el nuevo RX 300 es 16 cm más largo que el anterior, 3,5 cm más ancho y 3,5 cm más alto, beneficiándose de su notable aumento de batalla (10 cm más) para ofrecer un mejor acomodo a las plazas traseras, ya que el maletero no es más grande. Incluso pierde algunos litros, por culpa de la trasera más perfilada (de 489 a 439 litros), aunque se puede ganar más desplazando la banqueta trasera hacia adelante. Pero lo mejor de todo es que a pesar de su mayor batalla y longitud el radio de giro no aumenta, manteniéndose en 5,7 m, con un diámetro total de giro de 11,4 m, excelente para sus dimensiones.
El habitáculo también está a la altura de un Lexus de lujo; asientos motorizados, 10 airbags, equipo hi-fi Mark Levinson con lector CD y 11 altavoces, climatizador dual, ordenador de viaje, sistema de navegación y hasta una cámara de video que permite ver la parte trasera en la pantalla del navegador al insertar la marcha atrás, disponible en este acabado President, el más alto de los tres ofertados (Premium, Luxury y President). Y no faltan detalles prácticos como los múltiples huecos portaobjetos o la banqueta trasera modular y desplazable. La consola combina la madera con insertos en aluminio, a juego con los asientos de piel, y el cuadro es de fácil lectura, retroiluminado permanentemente, con una gran esfera central para el velocímetro y dos menores a los lados (cuentavueltas y una que reúne temperatura del motor, nivel de combustible y marcha seleccionada).
La habitabilidad aumenta gracias a la mayor batalla, en beneficio sobre todo de los pasajeros traseros, que pueden desplazar longitudinalmente sus asientos para buscar la postura más cómoda (12 cm de guías, como los delanteros). El reposabrazos central posterior oculta también una trampilla para transportar objetos largos en el maletero (esquíes, bastones, etc) sin renunciar a las plazas traseras. Y el portón ofrece la novedad de su apertura a distancia por mando eléctrico, con aviso sonoro al abrirse o cerrarse, a fin de evitar sorpresas, activándose tanto con el telemando de la llave, como desde el cuadro o hasta por un botón en el mismo marco del portón. Las plazas traseras se pliegan independientemente (40/20/40), y sobre el piso del maletero tenemos ganchos de sujeción, y por debajo unas prácticas bandejas para diversos objetos, además de la rueda de repuesto de tipo normal.
Comportamiento
COMPORTAMIENTO
Motor: dominio electrónico
En el motor no hay grandes cambios; el mismo V6 3.0 VVT-i de admisión y distribución variable del anterior RX300, pero con la gestión electrónica y los conductos de admisión y escape ligeramente retocados, lo que aumenta sus 201 CV a 204, siempre a 5.600 rpm, con un par máximo de 28,8 mkg a 4.500 rpm (el mismo de antes). Esto unido a su mejor aerodinámica (Cx de 0,33) y a la caja automática secuencial de 5 velocidades, permite mejorar su velocidad punta de 180 a 200 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 9,2 segundos, según cifras oficiales, obtenidas sin que el consumo aumente. Incluso hasta disminuye oficialmente un 10%, pasando de 13 a 12,2 litros/100 km en el promedio combinado europeo. Un motor alegre y silencioso que sube bien de vueltas para rendir a fondo entre 3.000 y 6.000 rpm, con el único inconveniente de un apetito aún demasiado glotón para nuestros estándares europeos, con una media en torno a los 13 litros cada 100 km, pero que pueden subir a más de 17 en ciudad sin bajar nunca de 10 en carretera.
Además, destaca por su completísimo equipamiento de serie; control de tracción TRC y control dinámico de estabilidad (VSC), IAFS, (Iluminación Activa Frontal Inteligente), que mejora la visibilidad en curva en conducción nocturna, faros de xenon, (con nivelador automático, lavafaros y encendido automático), limpiaparabrisas automático con detector de lluvia, retrovisores electrocrómicos (todos), reglajes eléctricos de asientos y volante (con memoria), tapicería de piel con asientos calefactados, techo practicable, navegador GPS, etc
En el motor no hay grandes cambios; el mismo V6 3.0 VVT-i de admisión y distribución variable del anterior RX300, pero con la gestión electrónica y los conductos de admisión y escape ligeramente retocados, lo que aumenta sus 201 CV a 204, siempre a 5.600 rpm, con un par máximo de 28,8 mkg a 4.500 rpm (el mismo de antes). Esto unido a su mejor aerodinámica (Cx de 0,33) y a la caja automática secuencial de 5 velocidades, permite mejorar su velocidad punta de 180 a 200 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 9,2 segundos, según cifras oficiales, obtenidas sin que el consumo aumente. Incluso hasta disminuye oficialmente un 10%, pasando de 13 a 12,2 litros/100 km en el promedio combinado europeo. Un motor alegre y silencioso que sube bien de vueltas para rendir a fondo entre 3.000 y 6.000 rpm, con el único inconveniente de un apetito aún demasiado glotón para nuestros estándares europeos, con una media en torno a los 13 litros cada 100 km, pero que pueden subir a más de 17 en ciudad sin bajar nunca de 10 en carretera.
Además, destaca por su completísimo equipamiento de serie; control de tracción TRC y control dinámico de estabilidad (VSC), IAFS, (Iluminación Activa Frontal Inteligente), que mejora la visibilidad en curva en conducción nocturna, faros de xenon, (con nivelador automático, lavafaros y encendido automático), limpiaparabrisas automático con detector de lluvia, retrovisores electrocrómicos (todos), reglajes eléctricos de asientos y volante (con memoria), tapicería de piel con asientos calefactados, techo practicable, navegador GPS, etc
Y de remate el Control de Asistencia de Aparcamiento, que recurre a una diminuta videocámara montada en la parte trasera que permite ver en la pantalla del navegador la zona posterior con toda claridad, facilitando la marcha atrás y permitiendo ver hasta objetos situados fuera del campo normal de visión, gracias a su objetivo gran angular. Y lo mismo cabe decir de su dotación de 10 airbags, de conductor y acompañante, de tipo cortina para las cabezas, laterales de tórax y pelvis, y hasta para las rodillas (el primer 4×4 en incorporarlos).
Suspensión neumática
Pero además de entrar por los ojos, este RX300 resulta seguro y fácil de conducir, gracias a todas las ayudas electrónicas con que cuenta y a su tracción total permanente, que facilita que siga siempre la trayectoria indicada por el conductor. También ayuda a ello su suspensión, de las más sofisticadas entre los SUV ‘todo camino’. No sólo es independiente en ambos ejes, de tipo Mac Pherson en los dos y adaptada a la estructura monocasco del vehículo, sino que además en este nivel máximo President cuenta con la nueva modalidad de suspensión neumática con nivelación automática de altura en un margen de 55 mm de variación. Con ésta en la posición ‘lo’, la altura total se reduce en 15 mm para un mejor comportamiento en asfalto (la altura al suelo baja de 19 a 17,5 cm), mientras que en la posición ‘Hi’ sube 3 cm más para facilitar la conducción en tierra. Y a más de 100 km/h, la reduce automáticamente en 7,5 mm para mejorar la estabilidad a gran velocidad; y como guinda, al apagar el motor entra en acción la función ‘acces’ que baja su altura 2,5 cm para facilitar la entrada y salida de ocupantes
Pero además de entrar por los ojos, este RX300 resulta seguro y fácil de conducir, gracias a todas las ayudas electrónicas con que cuenta y a su tracción total permanente, que facilita que siga siempre la trayectoria indicada por el conductor. También ayuda a ello su suspensión, de las más sofisticadas entre los SUV ‘todo camino’. No sólo es independiente en ambos ejes, de tipo Mac Pherson en los dos y adaptada a la estructura monocasco del vehículo, sino que además en este nivel máximo President cuenta con la nueva modalidad de suspensión neumática con nivelación automática de altura en un margen de 55 mm de variación. Con ésta en la posición ‘lo’, la altura total se reduce en 15 mm para un mejor comportamiento en asfalto (la altura al suelo baja de 19 a 17,5 cm), mientras que en la posición ‘Hi’ sube 3 cm más para facilitar la conducción en tierra. Y a más de 100 km/h, la reduce automáticamente en 7,5 mm para mejorar la estabilidad a gran velocidad; y como guinda, al apagar el motor entra en acción la función ‘acces’ que baja su altura 2,5 cm para facilitar la entrada y salida de ocupantes