Parece un coche de la película “A todo gas”, pero no, es el bólido que Lexus prepara para la próxima Subida a Pikes Peak, una de las carreras más famosas del mundo y que este año, en su 91ª edición, se celebrará el 30 de junio con muchísima expectación y con el canal de TV a través de Internet www.redbull.tv retrasmitiéndola en directo.
Este Lexus no compite en la categoría de los vehículos más monstruosos, en la que sí está, por ejemplo, el Peugeot 208 T16 de Sebastian Loeb, por lo que prácticamente no opta a la victoria abosoluta. Pero el modelo japonés sí es un firme candidato a imponerse en su categoría, pues promete ser uno de los más adaptados a esta espectacular carrera de casi 20 kilímetros y 156 curvas que termina a nada menos que 4.300 metros de altitud.
Como todos habréis visto, el bólido no está construido sobre la nueva generación del IS sino sobre la versión más racing del pasado IS, es decir, del IS-F. Pero sobre ésta, las modificaciones han sido sustanciales, ya que el reglamento de esta carrera es uno de los más permisivos de la competición mundial. Eso sí, nada de cifras astronómicas de potencia que rondan los 1.000 cv como el Peugeot de Loeb, sino que se conserva el motor V8 atmosférico de 423 cv.
La preparación más exhaustiva radica en la disminución de peso gracias a la carrocería de fibra de carbono, que rebaja la masa total en 310 kilos. Por su puesto se prescinde de todas las comodidades de un coche de calle y se monta el equipo de seguridad que obliga la FIA (barras antivuelco, baquets, etc). También se cambian los frenos y las suspensiones con unos componentes de competición, pero el conjunto motor y caja de cambios permanece casi igual que el de serie, con el 5.0 V8 atmosférico de 423 cv asociado a una caja de cambios automática de 8 velocidades. La principal preparación radica en la reducción de peso gracias a una nueva carrocería de fibra de carbono