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UN CLASICO DE ULTIMA GENERACION
Con motivo del gran crecimiento que está experimentando en nuestra sociedad actual el segmento de las berlinas de lujo y los sorprendentes cambios en este sector, tanto por su concepción del lujo como en su filosofía de mostrarlo, analizamos a conciencia una de las berlinas actuales más lujosas del mundo, el Jaguar XJ, que incorpora innovadores elementos tecnológicos de vanguardia cuanto menos sorprendentes. Como carta de presentación, el modelo de Jaguar innova tanto en el campo motriz, como en el de confort o el de la seguridad, y con una nueva imagen mucho más moderna y actual, aunque manteniendo esa característica imagen conservadora y ese espíritu clásico que se percibe en cada una de las creaciones de la marca inglesa, con lo que sin duda va destinado a todos aquellos que presumen de un gusto exquisito y a tiempo no les gusta tirar el dinero en grandes cantidades de gasolina, y más al precio al que está actualmente tan deseado bien. Todo esto lo convierten en un verdadero coche de lujo, salvando las distancias con automóviles que figuran en una órbita superior, por cualidades y precio, como los exuberantes Maybach, los elegantes y refinados Rolls Royce o los deportivos Bentley. Exactamente el XJ es el buque insignia de la marca inglesa, un paso por encima de la gran berlina S-Type y varios por encima de la berlina media X-Type en cualquiera de sus versiones, aparte de una nueva versión que se presenta bajo el nombre de Daimler Super Eight, con la misma carrocería del XJ pero aún más lujoso y señorial. La imagen continúa mostrándose de un coche de lujo a la vieja usanza, con unas grandes dimensiones que sobrepasan levemente los cinco metros y unos cuidados detalles muy llamativos por todos los flancos de la carrocería con preciosos cromados a media altura y unas impresionantes llantas de aleación de 18 pulgadas. Resalta el morro clásico de Jaguar asemejándose a las garras del jaguar dejando paso a los cuatro faros bi-xenon, ahora ovalados y no redondos, que enmarcan una parrilla cromada partida en dos partes simétricas de finas barras verticales cromadas con el logotipo de la marca presidiendo el conjunto. La imagen resultante es muy refinada y elegante, al tiempo que elegante y moderna. Pero la mayor innovación que presenta el buque insignia de Jaguar es su avanzado chasis de aluminio que deja el peso total en 1.659 kg., mucho menos de lo que cabría esperar de una berlina de estas dimensiones, y permite un comportamiento dinámico y unas prestaciones excelentes.
p>En esta línea de innovación y de futuro, el XJ monta ahora una versión con propulsor diesel fruto de la colaboración para fabricar motores diesel entre los grupos Ford y PSA Peugeot Citroen, el fascinante 2.7 V6 Bi-Turbo con 204 cv, con 4 cv menos que el dinámico S-Type, pero que mueven con mucha agilidad y con todo el confort y suavidad exigible a este estandarte inglés. Con tanta exclusividad, el precio por tanto no ha dejado también de serlo, alcanzando en esta lujosa versión Executive los 69.900 euros, una cantidad de dinero de la que sólo unos pocos elegidos pueden desprenderse.
Diego Zotes, Autocity.
01 de Enero de 2006
01 de Enero de 2006
En antecedentes
EN ANTECEDENTES
La influencia del grupo americano Ford, dueño de la marca desde 1989, es más que perceptible tanto en la nueva política de la marca de lujo, que cada vez es menos elitista y más generalista, como en la innovadora tecnología aplicada a este XJ, de la que sin duda Ford dispone de grandes cantidades. Como marca generalista que es, la competencia es feroz y únicamente logra despuntar, entre otros, el que más elementos tecnológicos plasma en sus realizaciones. Así las cosas, multitud de componentes exteriores e interiores del Jaguar son originales de Ford, así como sus grupos propulsores, entre los cuales se encuentra este diesel 2.7 V6 Bi-Turbo que ahora probamos, fruto de la reciente colaboración entre los grupos Ford, madre de Jaguar, y PSA Peugeot Citroen, algo impensable hace tan sólo unos años. ¡Un diesel, y además fantástico¡ Hasta el momento de su incorporación al grupo americano, seguro que a los directivos ingleses de Jaguar no se les había pasado por la cabeza la incorporación de ningún motor diesel a sus filas, cuanto menos la puesta en escena de ninguna versión familiar o Station Wagon, como ha hecho recientemente con su modelo X-Type.
p>Aunque una marca de lujo como Jaguar se haya rendido al poder de encantamiento que propone el diesel, sigue ofreciendo el mismo diseño exclusivo, señorial y lujoso del que siempre ha presumido, de corte clásico pero con sorprendentes innovaciones demandadas por los mejores clientes, como es una mayor habitabilidad, un chasis más ligero y dinámico y un comportamiento algo más deportivo.
DISEÑO LUJOSO Y ELEGANTE
La conservadora Jaguar se mantiene fiel a las grandes dimensiones de su buque insignia XJ, transmitiendo seguridad y confort y conservando su imagen agresiva con la silueta de las garras del jaguar sobre el capó que transmiten sensación de dinamismo y le confieren una personalidad inconfundible, aportando un aire fresco a la imagen del clásico que transmite mayor deportividad y dinamismo. De hecho, observamos que el aspecto exterior apenas varía del de las clásicas berlinas de la marca. Inmensas proporciones generales, aunque ahora más coherentes, con un habitáculo más elevado y amplio que permite mayor espacio interior, un interminable morro que daban cabida incluso a los clásicos motores V12 de la casa y que en este caso deja paso al diesel 2.7D V6 elaborado por el Grupo Ford, y una zaga simétrica al morro con una tapa muy grande y baja que deja hueco a un maletero uniforme y plano de 470 litros de capacidad, suficiente para guardar una gran cantidad de bultos de los cinco pasajeros.
p>La vista lateral es espectacular por su gran longitud, que supera ligeramente los 5 metros, donde llaman la atención los elegidos detalles cromados que rodean la carrocería, los largos voladizos delanteros y traseros que terminan en grandes llantas de aleación ligera de 18 pulgadas, el punto fuerte de la marca, con unos preciosos diseños muy refinados y elegantes.
Interior de gran berlina
INTERIOR DE GRAN BERLINA
Al asomarnos a un interior tan pleno de lujo nos quedamos sorprendidos por la gran armonía que reina el conjunto, con una piel beige muy clara, en contraste perfecto con la madera de nogal del salpicadero, de tonalidad oscura, que coronan un interior para los más exquisitos paladares. La habitabilidad se prevé muy buena, gracias al amplio espacio que hay entre los asientos delanteros y el salpicadero y, aún mayor entre los asientos delanteros y traseros, garantizando unos viajes en primera clase en cualquiera de sus plazas, que con sus mullidos asientos, el gran silencio de rodadura y la profusión de elementos de lujo inimitable, convierten el interior en un palacio sobre ruedas.El salpicadero es plano y sobrio, con un frente vertical de madera y una superficie superior de piel en forma de visera, sin otra ornamentación que no sean los tres relojes de información del cuadro de mandos, todos del mismo tamaño y con una legibilidad de los indicadores de velocidad, cuentarrevoluciones niveles de gasolina y de temperatura del refrigerante o el ordenador de a bordo muy clara y concisa. La elegante consola central, rematada por un marco realizado en piel del mismo color que todo el interior, desde los asientos o los guarnecidos hasta todos los motivos del salpicadero, se apoya sobre el salpicadero siguiendo el túnel de transmisión desde el inmenso apoyabrazos, que separa convenientemente los asientos delanteros. Al alcance del conductor se encuentran todos los mandos necesarios de confort y seguridad programables por el conductor que se reflejan en una pantalla táctil de 7 pulgadas, tales como el sistema de climatización automática independiente, el sistema de sonido Alpine o los mandos de los asientos calefactados, el botón de las luces de emergencia o el limitador de velocidad, todos ellos localizables con facilidad. También aquí encontramos la palanca del cambio automático de seis velocidades realizado por el especialista ZF, con un funcionamiento un tanto peculiar por su diseño en ‘J’ algo anticuado pero de tacto exquisito y suave.
p>La comodidad para los ocupantes es superlativa, como la postura de conducción es siempre la idónea mediante sus regulaciones eléctricas en multitud de posiciones, gracias a unos asientos sin duda enfocados hacia el confort que permiten realizar largos viajes sin apenas notar el paso de los kilómetros, el verdadero objetivo de este automóvil de lujo, sujetando asimismo el cuerpo suficientemente bien para llevar a cabo una conducción más dinámica.
p>Como todo en este Jaguar, el equipamiento es inmejorable, con climatizador de regulación dual, asientos delanteros de piel calefactados, con regulación eléctrica y memoria, equipo de sonido de alta calidad Alpine con 8 altavoces, cambiador de 6 cd´s y conexión telefónica Bluetooth, revestimientos interiores en piel y madera, volante de piel con mandos de funciones, pomo del cambio en madera, ordenador de a bordo, sistema de navegación con pantalla táctil opcional en las versiones Executive desde donde se controlarán el climatizador, el teléfono Bluetooth y el equipo de audio, control de estabilidad y tracción ESP+TCS, ABS, control de velocidad de crucero, opcionalmente adaptativo, llantas de aleación de 18 pulgadas, etc.
UN DIESEL PRODIGIOSO Y MUY BURGUES
Desde que la marca de automóviles de lujo Jaguar está inmersa en la órbita del Grupo Ford ha cambiado mucho. Y es que últimamente está muy de moda transmitir a los productos lo que los clientes exigen de ellos, o en este caso, lo que los posibles usuarios de un Jaguar pedirían de uno de los modelos de la marca, con lo que se aprecia claramente la mano del grupo americano para superar con holgura los antiguos estándares de calidad, siendo una marca más atractiva y competitiva, e incluso con más fiabilidad en cualquiera de sus mecánicas.
Y así ha sucedido tanto con los grupos propulsores como con las carrocerías de los últimos Jaguar, entre los que figuran los motores diesel, como el que analizamos hoy en este XJ, o las versiones Wagon para el pequeño de la familia X-Type.
Pues sí, finalmente parece que incluso las firmas más exclusivas de automóviles han tenido que replantearse sus prioridades y se han rendido al diesel, y Jaguar no lo ha hecho a la ligera. Esta decisión la han tomado gracias al motor diesel existente en el grupo de 2.7 litros y 6 cilindros en V apoyado por dos turbos (Bi-Turbo), uno por bancada, para desarrollar los 204 cv y lograr unas cifras de mediciones excelentes. Este es el protagonista de nuestra prueba, que no puede recibir más que todo nuestro reconocimiento. Nada más arrancar el coche no queremos decepcionarnos por un ruido demasiado intenso, cosa que no ocurre, es muy silencioso, llegando a parecer un gasolina cuando vamos circulando. La aceleración es muy suave pero contundente, empujando con la fuerza de sus más de 200 cv desde muy bajas vueltas, exactamente desde 1.800 rpm que continúa entregando su par máximo hasta las 4.000 rpm de régimen máximo. El motor mueve con bastante alegría la carrocería de aluminio del XJ, aunque está algo por debajo en aceleraciones y velocidad máxima que todos sus rivales donde encontramos al BMW 730d con 231 cv, al Audi A8 3.0 TDI con 233 cv o también al Mercedes E320 CDI de 204 cv. Aún así alcanza los 100 km/h desde parado en solo 8,2 segundos y logra una velocidad máxima de 225 km/h, mientras los consumos se quedan en torno a los 9,0 litros llevando a cabo una conducción mixta por ciudad y carretera a ritmos elevados, resultando una cifra de las más bajas de la categoría que se ponen en torno a los 10 litros.
Como es costumbre en Jaguar, se ha dotado al XJ 2.7D de un comportamiento muy progresivo y burgués, con unas suspensiones neumáticas diseñadas con un tarado fijo, no como las autoadaptativas CATS de modelos más potentes, para filtrar con esmero y dedicación cualquier imperfección o sobresalto del terreno. Además, gracias al empleo del innovador chasis ligero de aluminio, que rebaja con mucho el peso del conjunto, se consigue un comportamiento aún más neutro y dinámico. La frenada es muy buena con unos discos delante y detrás, ventilados los primeros de 350 mm y 280 mm respectivamente, con lo que se consigue un mordiente ejemplar. Aún así, el enfoque de este coche no es precisamente deportivo, aunque tenga un motor que empuje con mucha fuerza siempre que le exijamos y unas características técnicas que digieran muy bien cualquier potencia y cualquier tipo de conducción.
Y así ha sucedido tanto con los grupos propulsores como con las carrocerías de los últimos Jaguar, entre los que figuran los motores diesel, como el que analizamos hoy en este XJ, o las versiones Wagon para el pequeño de la familia X-Type.
Pues sí, finalmente parece que incluso las firmas más exclusivas de automóviles han tenido que replantearse sus prioridades y se han rendido al diesel, y Jaguar no lo ha hecho a la ligera. Esta decisión la han tomado gracias al motor diesel existente en el grupo de 2.7 litros y 6 cilindros en V apoyado por dos turbos (Bi-Turbo), uno por bancada, para desarrollar los 204 cv y lograr unas cifras de mediciones excelentes. Este es el protagonista de nuestra prueba, que no puede recibir más que todo nuestro reconocimiento. Nada más arrancar el coche no queremos decepcionarnos por un ruido demasiado intenso, cosa que no ocurre, es muy silencioso, llegando a parecer un gasolina cuando vamos circulando. La aceleración es muy suave pero contundente, empujando con la fuerza de sus más de 200 cv desde muy bajas vueltas, exactamente desde 1.800 rpm que continúa entregando su par máximo hasta las 4.000 rpm de régimen máximo. El motor mueve con bastante alegría la carrocería de aluminio del XJ, aunque está algo por debajo en aceleraciones y velocidad máxima que todos sus rivales donde encontramos al BMW 730d con 231 cv, al Audi A8 3.0 TDI con 233 cv o también al Mercedes E320 CDI de 204 cv. Aún así alcanza los 100 km/h desde parado en solo 8,2 segundos y logra una velocidad máxima de 225 km/h, mientras los consumos se quedan en torno a los 9,0 litros llevando a cabo una conducción mixta por ciudad y carretera a ritmos elevados, resultando una cifra de las más bajas de la categoría que se ponen en torno a los 10 litros.
Como es costumbre en Jaguar, se ha dotado al XJ 2.7D de un comportamiento muy progresivo y burgués, con unas suspensiones neumáticas diseñadas con un tarado fijo, no como las autoadaptativas CATS de modelos más potentes, para filtrar con esmero y dedicación cualquier imperfección o sobresalto del terreno. Además, gracias al empleo del innovador chasis ligero de aluminio, que rebaja con mucho el peso del conjunto, se consigue un comportamiento aún más neutro y dinámico. La frenada es muy buena con unos discos delante y detrás, ventilados los primeros de 350 mm y 280 mm respectivamente, con lo que se consigue un mordiente ejemplar. Aún así, el enfoque de este coche no es precisamente deportivo, aunque tenga un motor que empuje con mucha fuerza siempre que le exijamos y unas características técnicas que digieran muy bien cualquier potencia y cualquier tipo de conducción.
p>En definitiva, el Jaguar XJ es un coche elegante, lujoso y con mucho estilo para los amantes de lo exclusivo, que representa el culto más exquisito por la belleza clásica, eso sí, en la actualidad con una tecnología de última generación.
A favor y en contra
A FAVOR Y EN CONTRA
A favor:
+ Diseño conservador y moderno.
+ Motor potente y silencioso.
+ Lujo y exclusividad interior.
+ Motor potente y silencioso.
+ Lujo y exclusividad interior.
En contra:
+ Maletero poco profundo.
+ Suspensión blanda en conducción rápida.
+ Visibilidad trasera con reposacabezas.
+ Suspensión blanda en conducción rápida.
+ Visibilidad trasera con reposacabezas.