Es viernes 19 de julio. Se corre en el caluroso verano francés. Antepenúltimo día de Tour de Francia; jornada alpina con terreno propicio para la batalla. Seis horas después de que el pelotón arrancase, los grandes favoritos llegan de la mano, bandera blanca, y, por fin, el portador del maillot amarillo desde hace 14 días, sonríe: la guerra estaba ganada. Es Chris Froome, de nacionalidad británica, como su equipo, el potente, científico y odiado Sky Team, la escuadra perfecta, dicen, y también británico como es uno de los patrocinadores oficiales del equipo: la marca de automóviles Jaguar, una de las firmas mundiales con más reputación por aunar en sus coches lujo y deportividad a partes iguales.
Dos días después de aquello, ya en los Campos Elíseos de París, Chris Froome luce su maillot amarillo en el peldaño más alto del podio del Tour de Francia 2013 que apunta al imponente Arco del Triunfo, una bonita metáfora de lo que acababa de conseguir. Menos metafórico, más material, pero con la misma sonrisa (qué raro en él) lucida 48 horas antes, el hombre blanco nacido en Kenia hace28 años hecho así mismo como un gran campeón recibe un último obsequio dentro de la interminable liturgia que cada año acompaña al campeón: en esta ocasión, las llaves de un pedazo F-Type, el vehículo con el que Jaguar recupera el viejo concepto de roadster perdido en el tiempo con la desaparición del E-Type. Jaguar recupera con el F-Type el viejo concepto de roadster perdido en el tiempo con la desaparición del E-Type
No es un F-Type cualquiera. Es un F-Type con pinturas de guerra amarillas, identificándolo como un coche único y exclusivo para el campeón del Tour de Francia 2013. Chris Froome luce un F-Type con carrocería de color negro brillante y una franja central amarilla que recorre toda la carrocería desde la parrilla delantera, pasando por el portón y alcanzando a la escueta zaga, además de las siglas del equipo Sky, también en color amarillo, incrustadas en las puertas de este precioso deportivo.El regalo de Jaguar a Froome no es un F-Type cualquiera: es exclusivo y luce una enorme franja central amarilla en referencia al triunfo en el Tour
El F-Type, que como buen roadster puro incorpora la tracción trasera y la capota de lona, no ha sido el único Jaguar que ha estado bajo los focos en este Tour de Francia 2013. El Jaguar XF ha sido el coche de equipo más lujoso dentro del pelotón durante las tres semanas que ha durado la ronda gala. Aunque Sky ha contado con la carrocería berlina del citado modelo para sus invitados, el verdadero coche de equipo ha sido el nuevo Jaguar XF Sportbrake, esto es la carrocería familiar de la gama XF que se caracteriza, además de por su estética deportiva, por su gran tamaño (4,97 metros de longitud) y su gran capacidad de carga (550 litros de maletero, ampliables a 1.675 l). Cuando en la séptima etapa, Chris Froome se vistió de amarillo por primera vez -y ya no dejó esa indumentaria hasta París-, el equipo Sky tiñó también de amarillo su coches de equipo.