Hace unos meses que Infiniti sorprendía en el Salón Internacional del Automóvil de Detroit con su nueva berlina Premium deportiva, el Infiniti Q50. Un sedán de tamaño medio, con 479 cm de largo, 182 de ancho y 145 de alto, comparable por dimensiones, calidad y orientación al BMW Serie 3, al Audi A4 o al Mercedes Clase C. En el Salón de Ginebra se presenta estos días la variante Europea del nuevo Q50, que se venderá en el viejo continente, donde de la mano de su nueva mecánica diésel pretende plantar cara a los sedan deportivos alemanes.
Argumentos no le faltan, pues con el nuevo motor diésel de 4 cilindros, inyección directa turbo de 2,2 litros y 170 CV, fruto de la colaboración de la marca Infiniti con Daimler AG, el Infiniti Q50 puede presumir de eficiencia y deportividad a partes iguales. Con esta mecánica, que representa una clara apuesta del fabricante japonés por el mercado europeo, se conjuga un extraordinario rendimiento de 170 CV y 400 Nm, con un consumo que a falta de las pruebas de homologación, se fija en 4,4 litros de promedio cada 100 kilómetros, y unas emisiones de CO2 de solo 115 gramos por kilómetro. Las prestaciones están en línea con las de sus rivales alemanes, acelerando de 0 a 100 km/h por debajo de 9 segundos, y alcanzando una velocidad máxima de 230 km/h.
El Infiniti Q50 contará con una versión turbo diesel de 170CV
El Infiniti Q50 contará con una versión turbo diesel de 170CV
Además de estrenar mecánica, el nuevo sedán de Infiniti estrena también la denominación Q, que a partir de ahora será la nueva nomenclatura con la que se identificará a sus berlinas, cabrios y coupés. La letra Q irá seguida de dos cifras con las que se identificará a cada modelo de Infiniti, como es el caso del nuevo Infiniti Q50, dejando las siglas QX para los SUVs o crossovers, como el nuevo Infiniti QX56, ya a la venta en Estados Unidos.
La mecánica diésel no será la única disponible para Europa, pues ya en el momento de su lanzamiento se podrá optar por la más deportiva versión híbrida con la que el Infiniti Q50 alcanza los 364 CV. Esta cifra de potencia combinada tan alta se obtiene gracias a la suma de los 302 CV del motor de combustión interna, un V6 de 3,5 litros, con los 62 CV que aporta el propulsor eléctrico. Si bien se trata de una variante híbrida cuya orientación es puramente prestacional, los beneficios de la tecnología híbrida se plasman no solo en unas prestaciones de auténtico deportivo, como su sorprendente capacidad de aceleración, pasando de 0-100 en 5,5 segundos y su velocidad punta (limitada) de 250 km/h, sino en unos consumos de 6,2 litros de promedio y 145 gr/km de emisiones de CO2. Estamos por tanto ante un vehículo que combina unas prestaciones cercanas a las de sus rivales BMW M3 y Audi RS4, pero que es capaz de conseguir, en conducción normal, unos consumos dignos de una berlina diésel.
La apuesta por la deportividad que Infiniti, la división de automóviles de lujo de Nissan, hace con este modelo es total y también su mayor valor diferenciador con la competencia. Por eso se recurre a la tracción trasera, tanto para el diésel como para el híbrido, si bien este último estará también disponible con tracción total, y a un sistema de suspensiones independientes multi-link puesto a punto por los ingenieros y pilotos del equipo de F1 Infiniti Red Bull Racing. En cuanto a la transmisión, para el diésel estará disponible la transmisión de serie manual de 6 velocidades, o la automática de 7, mientras que el deportivo híbrido solo estará disponible con cambio secuencial de 7 velocidades. Concepción deportiva que se completa con un equipo de frenos de altas prestaciones que cuenta discos perforados en ruedas delanteras, asistidos por los sistemas ABS, EBD y Brake Assist, que aseguran una muy buena capacidad de frenada.
El interior no defrauda, con un cockpit futurista, donde destaca el sistema de info-entretenimiento con doble pantalla LCD táctil, y que cuenta con detalles de corte deportivo como el diseño de los asientos, que inspirado en los estudios de la NASA, no solo aportan la sujeción suficiente, sino que además permiten mantener una postura óptima durante más tiempo. En Otoño está previsto su llegada a los concesionarios de toda Europa, para plantar cara a los modelos Premium más asentados del mercado Europeo, como el BMW Serie 3, el Audi A4 y el Mercedes Clase C, modelo este último con el que compartirá motor en su variante diésel de 170CV.