Infiniti FX30d S Premium

Tras su presentación hace poco más de un año, nos ponemos al volante del buque insignia de la marca japonesa Infiniti, el FX, uno de los SUV más agresivos del mercado y el icono de la marca a nivel mundial. Se trata de la nueva generación de uno de los crossover de concepto más deportivo del segmento, cuyas aspiraciones son fundamentalmente de carretera, combinando magistralmente diseño, tecnología, altas prestaciones y un concepto de lujo muy vanguardista. Este legendario modelo presenta una carrocería aún más musculosa que la de su antecesor con detalles nuevos que recorren el exterior y un equipamiento mucho más completo, así como un interior con retoques que refinan notablemente el producto.

a favor-Aspecto exclusivo poderoso-Diesel potente y económico-Excelente apariencia interioren contra-Habitabilidad reducida para su tamaño-Escueta capacidad de carga-Visibilidad mínima
Con estas nuevas cualidades el nuevo Infiniti FX es capaz de plantar cara a las propuestas diésel más lujosas del segmento SUV Premium, donde militan contendientes de tanto nombre como el BMW X5 y X6, Audi Q5, Lexus RX450h, Volkswagen Touareg o Porsche Cayenne, curiosamente con un extremado parecido a nuestro protagonista.

El diseño es su punto fuerte
Sin duda lo que más llama la atención de este nuevo FX, como en su anterior generación, es su descarado y agresivo diseño distintivo, con unos pronunciados pasos de rueda enlazados unos con otros mediante una línea dinámica fluida realizada en plástico que recorre el lateral y consigue una silueta corta, musculosa y muy deportiva. La imagen general es como la de un felino a punto de saltar a devorar a su presa. El frontal ha cambiado por completo, como demuestran los detalles más llamativos como la inmensa parrilla enmarcada en cromo heredada directamente del concept car Essence que llega hasta los faros, con la mirada rasgada de siempre y a juego con los traseros también afilados e iluminados por led. Coronan la imagen en nuestra versión S Premium unas preciosas y tremendas llantas de 21 pulgadas, evidentemente con neumáticos de carretera de altas prestaciones, mientras que las barras del techo cromadas ponen el lazo a un conjunto muy exclusivo y a juego con las branquias laterales de las aletas delanteras.El interior presume de un aspecto muy alemán en cuanto a diseño y acabado, con una excelente apariencia visual
El interior es sinceramente precioso y con un aspecto muy alemán, empleando materiales de calidad bien colocados y terminados, logrando una excelente apariencia visual. Los asientos son de gran calidad y en nuestra versión Premium estaban realizados en piel, destacando el logotipo de Infiniti en el cabecero, regulables eléctricamente con memoria y de gran sujeción. Los traseros son algo más justos de lo que cabe esperar en un coche de este tamaño, así como se echa en falta algo más de espacio de carga en el maletero, que se va hasta unos escasos 410 litros en el cofre que se pueden ampliar tan sólo hasta 1.305 abatiendo los respaldos de los asientos traseros. La única pega que encontramos en su habitáculo es que su diseño tan deportivo de techo caído resta cantidad de espacio, haciendo incómodo el viaje para cinco pasajeros y dejando una visibilidad tanto lateral como trasera bastante reducida por la forma de arco de las ventanillas. Eso sí, en pocos SUV tendremos una sensación de conducción tan deportiva e integración con el puesto de pilotaje como en el FX.

El equipamiento es mayúsculo en nuestra versión S Premium con elementos como sistema multimedia táctil con navegador, asientos de piel con ajuste eléctrico calefactados y ventilados, volante de ajuste eléctrico, avisador de cambio de carril, control de velocidad adaptativo mediante láser, dirección activa en las ruedas traseras que giran ligeramente en el mismo sentido que las delanteras y control continuo electrónico de la amortiguación que varían su dureza.

Motor diésel potente y muy refinado
Otra gran baza de este Infiniti FX, como de su antecesor, es la gran suavidad y refinamiento que ofrece el motor diésel de 3.0 litros V6 con cambio automático de 7 velocidades que ya introdujo su hermano pequeño EX, que desarrolla 238 cv de potencia y un par motor de 550 Nm desde tan sólo 1.750 vueltas, lo que anticipa unas prestaciones muy convincentes. Acelera de forma muy suave pero contundente hasta 100 km/h en sólo 8,3 segundos y alcanza los 212 km/h, cifras muy buenas contando con que un peso de más de dos toneladas. Sus consumos sorprenden, puesto que con su peso y con el sistema de  tracción total electrónica logra una cifra combinada a los 100 km de 9 litros. En definitiva es un SUV rápido y económico.Con su motor diésel V6 de 3.0 litros la conducción es tan refinada como prestacional, gracias al cómodo cambio automático de 7 velocidades y a su suspensión controlada electrónicamente
La conducción de este FX30d es realmente suave, cómoda y sencilla en todos los sentidos, gracias a la suavidad de su suspensión controlada electrónicamente que afronta los baches con una entereza absoluta sin resultar incómodo, hasta su impecable dirección ayudada por el sistema de dirección a las ruedas traseras, que ayuda notablemente a trazar las curvas a alta velocidad, con un importante plus de seguridad.
Lo que menos nos gusta de este coche sin duda es su escasa habitabilidad y el reducido espacio del maletero, que no ofrece solución ninguna para el que busca la polivalencia de un SUV con capacidades.

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