En los últimos tiempos hay un interés creciente por un segmento que se coloca en el punto medio de toda la disponibilidad automovilística actual, el de los familiares derivados de compacto, puesto que realmente son los que mejor reflejan la teoría del “todo en uno”. En un tamaño más o menos contenido, de poco más de 4 metros y medio, permiten una conducción dinámica al estilo de una berlina media gracias a unos pesos no muy elevados, mientras que potencian su funcionalidad con la carrocería alargada dejando un gran espacio de carga y un buen espacio para el transporte “cómodo” de pasajeros.
a favor-Confort y ergonomía para cinco pasajeros-Gran capacidad y tamaño contenido-Consumos recatadosen contra-Rumorosidad en frío-Motor algo perezoso para su potencia-Tacto de la dirección siempre muy asistida
Por ello hoy nos subimos al último lanzamiento de la marca coreana Hyundai que pone en el mercado la interesante versión i30 CW derivado de su refinado superventas i30, un familiar compacto que supone una de las interpretaciones del segmento más deportivas. Esta nueva generación mejora notablemente el diseño de la anterior con rasgos mucho más afilados y trabajados que consiguen un conjunto muy atractivo y bastante más deportivo, sin olvidar unas excelentes soluciones en materia de espacio y capacidad de carga.
Con esta carrocería tan atractiva y funcional se enfrenta a los modelos más llamativos del segmento donde se encuentran su primo hermano Kia Cee´d Sportswagon, el Chevrolet Cruze SW, el Volkswagen Golf Variant, el Peugeot 308 SW, el Opel Astra Sports Tourer o el Renault Megane Grand Tour, entre otros muchos competidores.
El verdadero valor del i30 CW
El i30 destaca con una exquisita combinación de tres factores muy concluyentes, una tremenda capacidad de carga, que gracias a los asientos abatibles en configuración 60/40 puede llegar hasta los 1.642 litros desde unos sorprendentes 529 litros iniciales que ofrece hasta la bandeja, un tamaño exterior bastante contenido que facilita los desplazamientos y las maniobras por zonas urbanas, así como un diseño muy atractivo y dinámico poco habitual para los vehículos familiares del segmento.El aspecto exterior e interior del nuevo i30 CW está mucho más refinado que en la anterior generación
El i30 destaca con una exquisita combinación de tres factores muy concluyentes, una tremenda capacidad de carga, que gracias a los asientos abatibles en configuración 60/40 puede llegar hasta los 1.642 litros desde unos sorprendentes 529 litros iniciales que ofrece hasta la bandeja, un tamaño exterior bastante contenido que facilita los desplazamientos y las maniobras por zonas urbanas, así como un diseño muy atractivo y dinámico poco habitual para los vehículos familiares del segmento.El aspecto exterior e interior del nuevo i30 CW está mucho más refinado que en la anterior generación
El interior también está muy trabajado, en el que Hyundai ha hecho especial hincapié para ofrecer un gran valor en el aguerrido segmento en el que milita y no tener nada que envidiar a su competencia. La factura de su habitáculo está mucho mejor resuelto que en la anterior generación, con una gran ergonomía que nos hace sentirnos atraídos nada más adentrarnos, brindando un tremendo bienestar a sus cinco pasajeros. Incluso en las plazas traseras que se muestran bastante amplias respecto a su tamaño exterior. El salpicadero simétrico resulta muy agradable al tacto y a la vista, y presenta una consola central protagonista, rematada con marcos cromados, donde encontramos los sistemas de audio, climatización y el botón del control de estabilidad.
Disfrutamos además de un equipamiento muy completo de seguridad y confort desde el acabado base, a lo que añade en nuestra versión intermedia Tecno S Sky los asientos mixtos de tela y piel y el techo solar panorámico de gran tamaño. No faltan por supuesto el climatizador bizona, el control de velocidad o el equipo de audio de alta calidad con conexiones auxiliares y USB para reproductores de audio externos.
Como la apariencia y los buenos acabados interiores, el diseño exterior también ha recibido importantes mejoras transmitiendo muchas más agresividad y dinamismo. El protagonismo, como en su hermano pequeño y el resto de la nueva gama Hyundai, recae en las ópticas delanteras tan afiladas y expresivas, a juego con una parrilla de forma hexagonal partida al medio con una barra gruesa prominente en color carrocería que le otorga personalidad. En la zona inferior de los acabados altos de gama como el nuestro, se incluyen los faros antiniebla también muy rasgados que incorporan dentro de la ópticas una tira de iluminación diurna por led´s de serie, dándole un aspecto sofisticado y vanguardista.Presenta una línea muy dinámica que no suelen ostentar los familiares del segmento
Pero el mayor peso de su imagen se percibe de perfil, donde resaltan tanto la línea dinámica de hombros que recorre las puertas como la que subraya la carrocería por debajo sugiriendo prestaciones. La línea superior define los grandes pasos de rueda que albergan las llantas de 17 pulgadas en nuestra unidad. La línea dinámica cae en la zona de la zaga hasta la parte baja del portón sugiriendo al tiempo dinamismo y capacidad de carga, con un amplio portón que bajaa hasta el paragolpes. Ls ópticas traseras trapezoidales, idénticas a las de la versión de 5 puertas, le dan un aspecto moderno y ofrecen una gran iluminación.
Diésel eficiente pero no deportivo
El motor diésel 1.6 CRDI de 110 cv no es precisamente un ejemplo de deportividad, con una conducción suave y muy progresiva, y destacando su gran refinamiento y silencio de rodadura a buena temperatura, porque en frío suena, y mucho. Esta suavidad junto a unos consumos muy contenidos de 4,5 litros a los 100 km en ciclo combinado, son dos facetas que lo hacen perfecto para familias viajeras. Este propulsor de serie va asociado a un cambio manual de 6 velocidades, como nuestra unidad, mientras que opcionalmente se puede solicitar con el cambio automático de convertidor de par de 6 velocidades.
El motor diésel 1.6 CRDI de 110 cv no es precisamente un ejemplo de deportividad, con una conducción suave y muy progresiva, y destacando su gran refinamiento y silencio de rodadura a buena temperatura, porque en frío suena, y mucho. Esta suavidad junto a unos consumos muy contenidos de 4,5 litros a los 100 km en ciclo combinado, son dos facetas que lo hacen perfecto para familias viajeras. Este propulsor de serie va asociado a un cambio manual de 6 velocidades, como nuestra unidad, mientras que opcionalmente se puede solicitar con el cambio automático de convertidor de par de 6 velocidades.
De todas formas las prestaciones no deslucen en absoluto, ni mucho menos, puesto que acelera hasta los 100 km/h en 11,8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 185 km/h, lo que nos permite una conducción alegre sin ser deportiva. Lo que sí es cierto es que le falta algo de contundencia en aceleración, aunque consigue cruceros elevados y con bajo consumo de combustible.
Los ingenieros han trabajado para conseguir un comportamiento cómodo, estable y, sobre todo, equilibrado. Es decir que nos permita entrar alegremente en curvas, pero no haga sufrir a sus pasajeros con cada bache que se encuentren en el camino, y lo han logrado mediante una sofisticada configuración de la suspensión. Delante han apostado por el sistema McPherson, mientras que para el eje trasero lo han hecho por la cómoda y eficaz multibrazo, filtrando muy bien las irregularidades del terreno y resultando muy cómodos todos los desplazamientos incluso a plena carga. A este confort general contribuye notablemente la nueva dirección eléctrica Flex Steer con tres parámetros diferentes de funcionamiento seleccionables desde el volante, Normal, Sport y Comfort, que aunque en recorridos urbanos funciona a las mil maravillas y permite mover la dirección con un solo dedo en posición Comfort, cuando nos enfrentamos a una conducción más dinámica en Sport nos parece muy artificial y siempre demasiado asistida, sin apenas resistencia.