El rey de la jungla
A primera vista, cualquiera de los modelos de Hummer disponibles en el mercado impresiona, y mucho. Cuando se puso en el mercado el primer Hummer, el H1, derivado directamente del Humvee que empleaba el ejército americano para el desplazamiento de sus soldados, el público se quedó boquiabierto al ver un diseño tan espectacular y tan robusto en el mercado. Ese todoterreno estaba dirigido al público del mercado americano. Pero al ver la creciente demanda de este tipo de vehículos, aunque en formato un poco más discreto en cuanto a dimensiones y motores, la marca bajo el amparo del gigante automovilístico General Motors, decidió evolucionar ese H1 para un uso más cívico del mismo. Así nació el H2, con unas dimensiones algo más contenidas que su antecesor (5 metros de largo, 2 de anchura y 2 de altura) y con un nivel de lujo y confort muy amplios, aunque los motores tampoco eran precisamente pequeños, contando con un 6.0 litros V8 en dos versiones, uno atmosférico y otro sobrealimentado mediante un compresor, ambos propulsores sin duda excesivos para la gran mayoría de mortales que habitamos en Europa.
Así se gestó la idea de crear otro Hummer derivado de estos modelos originales, principalmente orientado al potencial mercado europeo, puesto que el formato todoterreno goza aquí de mucha popularidad. Así nació el H3, con unas dimensiones mucho más reducidas, aún así tremendo para los conocidos todoterrenos de nuestro mercado, y con un motor más lógico, únicamente de gasolina como es normal en las marcas americanas, un 3.5 litros con 220 cv de origen Vortec. Se enfrenta con estas cualidades a muchos SUV´s de renombre, siempre de gama alta, entre los que encontramos al Nissan Murano, al Mercedes ML, al Cadillac SRX, al Land Rover Discovery, al Lexus RX, al Jeep Commander, al Volvo XC90, al Toyota Land Cruiser, al Porsche Cayenne o al Audi Q7, con evidentes diferencias con algunos de ellos, además de otras muchas similitudes, como por ejemplo el precio, todos en el entorno de los 55.000 €, como nuestro protagonista que con su equipamiento Luxury y cambio automático se coloca en los 57.700 €. Recientemente, apenas hace dos semanas, se ha actualizado la imagen del H3 en su versión 2007, con algunos aditamentos exteriores, un nuevo motor de 3.7 litros con 245 cv y un nuevo equipamiento denominado Adventure enfocado claramente a la conducción Off-Road.
El H3 desde sus inicios ha querido mantener el estilo y la tradición que ha caracterizado desde siempre a los vehículos de Hummer, así como sus capacidades Off-Road, entre las mejores del segmento, pero presentado en un tamaño más compacto y a un precio más accesible para el mercado europeo, es decir un SUV con todo lo que ello significa. Así el H3 conserva el aspecto robusto y duro de sus hermanos de gama y la gran capacidad de carga que ofrece este formato, siendo bastante más pequeño que el H2 en todas sus dimensiones, lo que le permite una nueva capacidad para moverse con fluidez por el tráfico urbano.
Este H3 incorpora ahora un motor más adaptado a las necesidades y limitaciones europeas, en cuestión de consumos principalmente, exactamente por un motor Vortec de 3.5 litros de 5 cilindros con distribución variable, que permite obtener una relación perfecta entre una “contenida” cifra de consumo, que según datos oficiales se conforma con 11,2 litros a los 100 km en ciclo combinado, y la máxima eficacia para su cometido On y Off Road, gracias a sus 220 cv de potencia. Además es el primero de la saga que permite acoplar un cambio manual de 5 velocidades, además de su habitual cambio automático Hydra-Matic de 4 velocidades controlada electrónicamente.
Además de sus capacidades Off-Road fuera de serie, el H3 brinda un confort máximo a sus ocupantes, sobre todo al conductor, con elementos de serie en el equipamiento alto de gama Luxury como los asientos de piel calefactados, un techo solar eléctrico de grandes dimensiones, sistema de navegación por DVD o el control de velocidad, entre otros muchos.
La imagen de este Hummer H3, como decíamos, mantiene un aspecto robusto y duro como sus hermanos de gama, aunque con un tamaño mucho menor que el H2 de hasta 42,9 cm más corto con 4.742 mm, 15,2 cm más bajo y 16,5 cm más estrecho, lo que le confiere una imagen menos pesada y voluminosa y algo más ágil que la de aquel. Por dimensiones, se podría comparar a una berlina media actual del mercado generalista.
Los rasgos de identidad de este Hummer son muy claros, como la gran parrilla cromada de 8 barras verticales, unos inmensos pasos de rueda a gran altura del suelo que enmarcan unos brutales neumáticos en llantas de 16 pulgadas, el tamaño excesivamente pequeño de las ventanillas y los parabrisas delantero y trasero, que da más aspecto de solidez, unos característicos faros redondos encastrados en unas molduras cuadradas o los paragolpes abombados, así como un gran portón trasero de apertura lateral que abarca toda la zaga, que conforman la imagen más pura de un Hummer. De su esculpida imagen cuadrada metálica rezuma una gran fuerza y dureza. Este H3 deja ver otras características propias de un buen todoterreno, como una gran altura al suelo, una tremenda anchura entre ejes, voladizos muy cortos y unos enormes neumáticos, lo que garantizan la máxima estabilidad y motricidad en conducción fuera de asfalto y en terrenos verdaderamente abruptos.
El interior del Hummer H3 muestra un diseño muy moderno y refinado, que hace las delicias de los pasajeros invitándolos a pasar. Lo primero que llama la atención son los asientos de piel que presiden el habitáculo, muy cómodos y de alta calidad, mientras que la funcionalidad y sencillez moderna se aprecia claramente en el salpicadero, donde en una consola central satinada muy a mano del conductor se ubican la mayoría de los mandos de las funciones de confort, como el sistema de audio y de climatización, como de seguridad y conducción todoterreno, como el control de estabilidad o los botones para la selección de los tipos de tracción entre 4 ruedas con relaciones largas, 4 ruedas con relaciones largas y bloqueo del diferencial central o 4 ruedas con transmisión corta y bloqueo del diferencial central. Encontramos otro mando independiente para el bloqueo del diferencial trasero, muy útil cuando se atraviesan terrenos complicados y resbaladizos. Algunos detalles exclusivos de su dotación de lujo son el sistema de audio, que ofrece radio con cargador frontal de 6 cd´s y 7 altavoces, la palanca del cambio y el volante en piel perforada cosida, el cuadro de instrumentos con el fondo cromado satinado, como los marcos de la palanca de cambios y los tiradores de las puertas. Su gran volumen permite una capacidad de carga inmensa, ofreciendo también esa polivalencia, puesto que permite cargar un volumen total en su cofre de 835 litros, mientras que si se abaten los asientos traseros la capacidad aumenta hasta los 1.577 litros cargando hasta el techo.
Viajar en el interior del H3 da una gran sensación de seguridad, por el dominio de todo el entorno así como por la cantidad de sistemas de seguridad activa y pasiva que incorpora, como los controles electrónicos de tracción y de estabilidad (StabiliTrak) de serie con el cambio automático, los airbags frontales y de cortina con sensores de ocupación en ambos lados del habitáculo o una rígidez de carrocería diseñada para proteger a los ocupantes en caso de accidente. Esta dotación se completa con cinturones de seguridad de tres puntos de anclaje con pretensores en todas las plazas para salvaguardar la integridad de los ocupantes.
El motor que mueve al H3 ya no es tan desmesurado como los que montaban sus hermanos de gama H2 ó H1. Este es un Vortec de 3.5 litros de 5 cilindros con distribución variable que desarrolla una potencia de 220 cv a 5.600 rpm y un par motor de 305 Nm desde las 2.800 rpm, logrando un comportamiento muy equilibrado, buenas prestaciones generales y un empuje suficiente para mover con alegría sus más de 2.000 kgs de peso. Aún así, no está expresamente indicado para realizar grandes aceleraciones, puesto que de esa forma, los 12,9 litros de consumo a los 100 km en ciclo combinado que promete su ficha técnica se disparan aproximadamente hasta los 20 litros en un abrir y cerrar de ojos. La velocidad máxima oficial de este buque sobre ruedas es de 160 km/h, mientras que nosotros hemos visto con nuestros propios ojos la aguja cerca de la raya de los 170 km/h.
Como muestra de su gran esfuerzo de adaptación a nuestro mercado, con el H3 es la primera vez que Hummer ofrece montar en uno de sus modelos el cambio manual de 5 velocidades, aunque en nuestra unidad Luxury Auto de pruebas el protagonismo recaía en el clásico cambio automático de 4 relaciones, de largo desarrollo evidentemente.
Pero yendo a lo que realmente interesa de este 4×4, que es su manejo por terrenos rotos y llenos de obstáculos, y como no tenemos miedo a nada, nos acercamos a uno de los mejores centros para hacer todoterreno de Castilla y León, muy cercano a la Comunidad de Madrid. Gracias a nuestro gran amigo y colega Jaime Sornosa, conocido en su faceta de piloto como “Correca”, pudimos comprobar en su nueva Escuela de Conducción del “Centro de Perfeccionamiento de Bercimuel (CPB)”, en el pueblo de Bercimuel perteneciente al municipio de Segovia, las verdaderas aptitudes todoterreno de esta leyenda rodante americana.
A lo largo de 18 complicados ejercicios para todoterrenos puros, desde un pequeño vadeo, pasando por grandes pendientes de subida o bajada, hasta un exigente trayecto por un terreno pedregoso, el pequeño de los Hummer se mostró como un verdadero super4x4, como podréis apreciar en las fotos que se adjuntan al reportaje. Subía sin rechistar, bajaba sigiloso como un gato, atravesaba cualquier obstáculo de cruce de ejes con maestría, superaba con enorme facilidad las pendientes más resbaladizas, vamos, algo asombroso. Más aún si contamos con que no lleva el sistema de Control de Descenso, del que presumen otros todoterrenos de la competencia, pero no le hace falta, gracias también a su sistema de reductora, que además incorpora el bloqueo del diferencial trasero para aumentar su capacidad de tracción. En ningún momento “se quejó” ante ningún obstáculo.
Esta finura y poderío se consigue mediante una tracción integral permanente controlada electrónicamente y seleccionable por el conductor con varios mandos en la consola central, pudiendo recurrir desde a la tracción total con relaciones largas, la misma con el bloqueo del diferencial central, recomendada para afrontar terrenos resbaladizos y pequeños obstáculos, y tracción integral con relaciones cortas y bloqueo del diferencial central, que además se puede complementar con el bloqueo del diferencial trasero para aumentar la motricidad y el agarre en situaciones verdaderamente complicadas y adversas. A todas estas cualidades ruteras, se añade el control de tracción y el de estabilidad StabiliTrak, de serie con el cambio automático. En el buen comportamiento fuera de asfalto también tiene algo que ver la rigidez de su chasis, el clásico de doble viga con travesaños, combinado con un eje delantero de suspensión independiente con barras de torsión y un eje trasero rígido con ballestas, muy robusto en conducción extrema y para soportar la carga, pero algo obsoleto para un todoterreno de su nivel.
Con una distancia al suelo de 23,1 cm, la capacidad de vadeo sobre el agua del H3 es de hasta 40,6 cm a una velocidad de hasta 32 km/h, mientras que puede afrontar pendientes y rocas de hasta 40,6 cm de altura, mientras que se mueve con facilidad en terrenos de arena profunda e ir a alta velocidad por terrenos arenosos. El pequeño tamaño general del conjunto facilita una maniobrabilidad similar a la de un turismo, algo que realmente nos sorprendió, con un ángulo de giro de la dirección de 11,3 metros que facilita las maniobras de aparcamiento y la realización de grandes giros en conducción fuera de asfalto. El ángulo de ataque para pendientes pronunciadas es de 40º, el ventral es de 25º, mientras que el de salida se queda en 37º, unas medidas que permiten al H3 meterse en grandes agujeros y no quedarse colgado ni por la zona frontal ni la trasera. De hecho el H3 está construido para ese fin, principalmente para su conducción fuera del asfalto.