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LA FAMILIA DEPORTIVA
El concepto por el que apuesta Honda con el Stream es prácticamente inédito. En la categoría en la que más coincidencias le podemos encontrar es en la de los monovolúmenes compactos (Citroen Xsara Picasso, Renault Megane Scenic…) pero el Stream es bastante más largo que todos ellos y además ofrece siete plazas (sólo el Opel Zafira tiene siete plazas). En todo caso, la llegada del Toyota Avensis Verso (en octubre) puede ser la competencia más directa por medidas, motores y habitabilidad.
Lo cierto es que el Honda Stream resulta un monovolumen de lo más deportivo, tanto por su carrocería de tipo coupé como por la potencia del motor de la versión probada. Con un propulsor de dos litros de cilindrada, que recurre al efectivo sistema de distribución variable, se consiguen 156 cv de potencia, más que suficientes para mover con soltura los 1.427 kilos que pesa el conjunto.
Enrique Marco, Autocity.
28 de agosto de 2001.
DISEÑO Y EQUIPAMIENTO
De frente y de lado parece un Civic, pero su gran longitud y la zaga lo delatan. La línea del Stream resulta muy aerodinámica y por ello se le ha bautizado como ‘un coupé de siete plazas’. En el interior nos encontramos con un salpicadero muy parecido al de su hermano pequeño, en el que destaca la ubicación de la palanca de cambios (en la consola central). El aspecto visual de los materiales empleados es muy bueno, dando impresión de calidad, aunque como manda la norma japonesa, el diseño resulta austero e incluso algo soso.
La carrocería del Stream tiene una longitud de 4,57 metros, lo que le permite albergar tres filas de asientos sin complicaciones. Sin embargo, la anchura del habitáculo es muy escasa (1,69 metros) por lo que, en la segunda fila, tres personas viajarán algo apretadas. La cota de altura (1,59 metros) también parece un poco limitada pero, al tener un suelo plano y no muy alto, esto no reviste ningún problema de cara a la habitabilidad. Además, la configuración de los asientos permite adaptar la amplitud de cada espacio dependiendo de las necesidades del momento. Es decir, que la segunda fila de asientos se puede desplazar hacia delante y hacia atrás, al igual que los respaldos, que son abatibles. De esta forma, el acceso a la tercera fila es sencillo y en ella pueden acomodarse dos adultos de estatura media sin ningún tipo de inconveniente. Para el maletero, con las siete plazas disponibles, queda un espacio muy limitado (158 litros) aunque plegando las últimas butacas la capacidad asciende a 435 litros (877 l. hasta el techo). Si se necesita la máxima capacidad de carga, ésta puede aumentar aún más abatiendo los cinco asientos traseros, disponiendo entonces de 718 litros (1.349 l. hasta el techo).
En cuanto a nivel de acabados se refiere, para la versión más potente se asocia el denominado ES Sport. Éste incluye de serie elementos como ABS, cuatro airbags, climatizador con salidas de aire para la tercera fila, llantas de aleación, volante y pomo forrados en cuero aunque echamos en falta el control de tracción y el de estabilidad, ayuda electrónica que dada la gran potencia de su motor no vendría nada mal.
CONDUCCION
Es curioso observar como, partiendo de la base del Civic y siendo más voluminoso y pesado, el Stream se comporta mejor que el modelo compacto. El trabajo realizado en la amortiguación ha tenido que ser el responsable de que el monovolumen de Honda no acuse excesivos balanceos en curvas de firme irregular, algo que si sucedía con el Civic. De esta forma, el Stream transmite confianza en la conducción a la vez que proporciona un alto grado de confort a los ocupantes. Más elogios todavía merece el cambio de marchas que, al margen de que su ubicación pueda gustar o no, los recorridos de la palanca resultan cortos y precisos, con lo que la velocidad requerida se selecciona rápida y cómodamente. En el apartado de frenos no observamos ninguna deficiencia, actuando éstos con potencia y progresividad y con un correcto funcionamiento del ABS. Quizá lo que menos nos convenzca sea la posición al volante, y eso que el asiento permite varios ajustes así como el volante (con ajuste vertical aunque no horizontal).
El motor 2.0i VTEC es fabuloso y convierte al Stream en uno de los monovolúmenes más rápidos del mercado (por ejemplo, en aceleración de 0 a 100 km/h ninguno le supera). El cuatro cilindros japonés da lo mejor de sí en la zona alta del cuentavueltas pero ya desde abajo responde con decisión y contundencia. El único punto criticable es la elevada sonoridad a alto régimen pero, lo que es la ralentí, prácticamente ni se siente. Con una potencia de 156 cv a 6.500 rpm y un par motor de 192 nm a 4.000 rpm, las prestaciones no defraudarán ni a los más exigentes (205 km/h de velocidad punta y 9,3 segundos para pasar de 0 a 100 km/h) y lo más meritorio: el consumo tampoco es que se le pueda calificar de alto ya que se conforma con 8,6 litros cada 100 kilómetros como media (una cifra muy inferior a la de otros monovolúmenes de similares prestaciones).
Competidores
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