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Uno de los primeros todoterreno recreacionales que se comercializó en nuestro mercado, el Honda CRV, presenta el nuevo aspecto que tendrá a partir de febrero o marzo de 2002. Junto a los nuevos elementos estéticos, encontramos un interior más espacioso y versátil, un evolucionado motor 2.0 VTEC y la opción de montar cambio manual o automático.
Con los cambios efectuados en el CRV, Honda pretende conseguir un lugar de privilegio en el difícil segmento de los SUV (Sport Utility Vehicles) ya que, si en el momento de su aparición en España (1998) únicamente tenía que competir con los Toyota Rav y Land Rover Freelander, hoy el número de rivales se ha triplicado.
Autocity, 3 de octubre de 2001.
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Por el momento parece que Honda no se decide a introducir una mecánica diesel en la gama CRV, dejando como única opción el motor 2.0 VTEC. Lo que si ha hecho ha sido mejorar el ya de por sí brillante propulsor de distribución variable, incrementando ligeramente la potencia y consiguiendo así unas prestaciones superiores combinadas con unos consumos más ajustados. Con 150 cv de potencia máxima y 192 Nm de par motor, el Honda CRV acelera ahora de 0 a 100 km/h en 10,0 segundos y consume como media 9,0 l/100 km. Estos datos corresponden a la versión con cambio manual de cinco velocidades, mientras que los de el modelo automático no se han facilitado.
La carrocería del todoterreno japonés ha experimentado diversos cambios que afectan tanto al interior como al exterior. El diseño frontal, como se puede apreciar en la fotos, es lo que más varía pero en el interior también hay muchas novedades, tomando ahora el actual concepto de versatilidad y espacio heredado de los monovolúmenes. Con una segunda fila de asientos que ofrecen múltiples configuraciones, el espacio destinado a la carga puede variar de 527 a 628 litros (952 si se abaten los asientos), sumandose así a la moda de todoterrenos capaces y prácticos. Por último, lo que el CRV conserva es el sistema de tracción 4×4 conectable automáticamente, funcionado con tracción delantera cuando las condiciones del terreno son favorables y con tracción total cuando se detecta una pérdida de adherencia.