Honda tiene ya lista la tercera generación de su todoterreno medio tipo SUV, el CR-V, y lo pondrá a la venta en enero de 2007, una fecha muy próxima a la del nuevo Freelander II, que junto con los coreanos -Tucson, Sportage y Kyron- y los japoneses -Grand Vitara, Rav4 y X-Trail- serán los rivales más similares al modelo de Honda.
Respecto al CR-V actual esta nueva generación resulta más refinada, equipada y de conducción más dinámica en carretera. De hecho, su centro de gravedad baja 35 mm, aumenta el ancho de vías y monta llantas de 17 o 18 pulgadas. Es decir, más orientado todavía a la carretera. Además incorporará elementos de ayuda a la conducción como en control de estabilidad en remolque TSA, y por supuesto los electrónicos de tracción y estabilidad VSA.
Son muchas las novedades en cuanto a elementos de última tecnología orientados a la seguridad, como el control de crucero adaptativo (ACC, Adaptive Cruise Control), con función de velocidad de crucero controlada por radar, que mantiene una distancia prefijada con el vehículo que le antecede; y el sistema de mitigación de impactos (CMBS, Collision Mitigation Brake System), que emite una serie de advertencias al conductor si la distancia del vehículo que marcha delante se reduce por debajo de un valor aceptable, antes de frenar y retraer los cinturones de seguridad delanteros si la situación se vuelve crítica.
Otros elementos que podrá llevar el nuevo CR-V según versiones son la cámara para el aparcamiento trasero, los sensores de aparcamiento delantero, los reposacabezas activos, el techo panorámico, la tapicería de piel, los asientos regulables eléctricamente y el alumbrado activo que gira en las curvas. También cabe destacar, sobre todo para un vehículo de estas características, la gran capacidad de remolque, que se ha aumentado hasta los 1.600 kilos en el gasolina y hasta 2.000 kilos en el diesel.
Y hablando ya de las mecánicas, seguirá existiendo una de gasolina de 2,0 litros y 150 cv y otra diesel 2.2 i-CDTi 140 cv. El diesel no se ha retocado respecto al motor actual, pero con una carrocería mucho más aerodinámica logra una ligera reducción de consumo y aumento de prestaciones: 6,5 l/100 km de media y 10,3 segundos de 0 a 100 km/h (únicamente disponible con cambio manual de seis velocidades). El de gasolina sí ha experimentado modificaciones, y así se refleja en las prestaciones, que mejoran la marca de aceleración hasta los 10,2 segundos de 0 a 100 km/h (12,2 segundos con el cambio automático). El sistema de tracción 4×4 también se ha mejorado, detectando ahora mejor el deslizamiento y por tanto repartiendo de forma más adecuada y rápida el par a las ruedas.
En cuanto al nuevo diseño del habitáculo, ahora se puede deslizar la banqueta de la fila trasera para ampliar el espacio de las piernas o del equipaje y reclinar para mayor comodidad; mientras que la sección central se puede plegar por completo para transportar objetos largos sin perder dos plazas de pasajero traseras. Al plegar los asientos hacia delante y dejarlos en posición vertical se obtiene una amplia zona de carga, suficiente para colocar dos bicicletas de montaña sin necesidad de desmontar las ruedas delanteras. Por medidas, en contra de la tendencia actual, esta nueva generación tienen menor longitud (4,53 metros), aunque su anchura es mayor (1,82 metros), lo que le da un aspecto mucho más deportivo y atractivo. No obstante, se anuncia un tamaño y espacio interior similar al del modelo que sustituye. Por fuera el nuevo CR-V destaca gracias a un diseño frontal más moderno y robusto, con su prominente capó, doble parrilla, faros tipo proyectores y abultados pasos de rueda.