El diseño ultramoderno en todos los modelos de todos los segmentos es lo que caracteriza, en la actualidad, a la marca japonesa Honda, que hace relativamente poco tiempo ha actualizado completamente al SUV de la marca CR-V. Su cuarta generación se presenta con un diseño muy asfáltico que aúna varios conceptos de tipo de coche en uno sólo y con un toque Premium sumamente interesante, que le permite acercarse notablemente a las opciones más Premium del mercado como el Audi Q5, el Mercedes GLK o el BMW X3. Pero sus rivales directos más destacados son los SUV más comerciales como el Mazda CX-5, el Ford Kuga, el Toyota RAV4, el Mitsubishi Outlander o el Land Rover Freelander.
a favor-Diseño dinámico de aspecto poderoso-Gran habitabilidad para cinco pasajeros-Motor muy suave y potenteen contra-SUV con pocas posibilidades camperas-Imagen menos personal
En líneas generales el nuevo CR-V presenta un aspecto más ligero pero también más poderoso, gracias a una carrocería de trazos muy marcados que ha disminuido su longitud y altura para verse más compacta y fuerte así como más habitable y práctica. La estampa sin duda es mucho más asfáltica que la anterior, viendo el éxito que están teniendo los SUV o crossover urbanos. Eso sí, nuestra unidad ofrece tracción total con control electrónico en tiempo real que ofrece un importante plus en seguridad y la posibilidad de acceso a zonas más campestres con alguna garantía de éxito mecánico, que no tanto de carrocería.
El interior se presenta igual de vanguardista que el exterior, con más aditamentos de lujo y una postura de conducción aún más conseguida que en la generación anterior, transmitiendo una nueva sensación de amplitud en un habitáculo con todo orientado hacia el conductor. Además el espacio de carga ha aumentado notablemente, así como la flexibilidad de los asientos traseros para mejorar las opciones de carga y transporte, y todo ello en un tamaño más contenido.Para el CR-V creemos que el motor diésel de 2.2 litros es el más indicado por potencia y par
Motor y comportamiento
Tras haberse presentado recientemente la opción diésel básica 1.6 i-DTEC de 120 cv, nosotros nos subimos hoy a la versión diésel más potente, el 2.2 i-DTEC de cuatro cilindros que desarrolla 150 cv con lo que consigue unas prestaciones más que destacables y mueve al CR-V con una soltura excelente.
Tras haberse presentado recientemente la opción diésel básica 1.6 i-DTEC de 120 cv, nosotros nos subimos hoy a la versión diésel más potente, el 2.2 i-DTEC de cuatro cilindros que desarrolla 150 cv con lo que consigue unas prestaciones más que destacables y mueve al CR-V con una soltura excelente.
De hecho, una de las cosas que más llama la atención del CR-V es cómo consigue, con el mismo motor 2.2 i-DTEC heredado de la anterior generación, la deportividad y agilidad típica de Honda con un notable tacto refinado y muy confortable. Pues sí, el motor que mueve a nuestra unidad es el diésel más potente de la gama, un 2.2 i-DTEC con inyección directa y turbocompresor que entrega una potencia de 150 cv y un par motor de 350 Nm, fuerza más que suficiente para moverse con agilidad por todos los terrenos, aunque parece en ocasiones algo perezoso por la combinación con el cambio automático. Éste es tradicional de convertidor de par con 5 relaciones. Mediante una profunda revisión de todos los componentes del motor, ha conseguido reducir las emisiones de CO2 de 195 gr/km a 174 gr/km con el cambio automático.
Las prestaciones sin embargo en cifras puras no defraudan consiguiendo los 100 km/h desde parado en unos aceptables 10,6 segundos y alcanzando los 187 km/h de velocidad máxima de crucero. Además los consumos, según ficha técnica, se quedan en unos escasos 7,4 litros a los 100 km.
Para ello entre otras cosas han dotado al nuevo CRV de serie de dos sistemas que ayudan a reducir emisiones y consumos, el ECON y el Eco Assist. El sistema ECON es un sistema activo que consta de un botón junto al cuadro de mandos y actúa sobre la respuesta del acelerador y sobre la intensidad de trabajo del aire acondicionado, mientras que el Eco Assist es un sistema pasivo que indica al conductor, mediante un juego de luces azules y verdes en el cuadro, la forma específica en la que conduce en cada momento para ayudar a conseguir el mayor ahorro de combustible.El nuevo CR-V es mucho más dinámico que el anterior, con una posición de conducción baja y todos los mandos a la mano del conductor
Por otra parte, además de este confort y dinamismo, en el CRV se ha buscado a toda costa una conducción de tipo turismo, cómoda, directa y sin inercias. Para ello se ha optimizado el sistema de suspensión, McPherson delante y multibrazo detrás, aumentando su rigidez en un 10% para evitar molestos balanceos y cabeceos, que se beneficia también de un aumento de la rigidez de la carrocería en torno a un 8%, así como se ha incorporado una nueva dirección de gestión electrónica de la asistencia que se adapta a la velocidad y el movimiento, y es capaz de modificar la resistencia del volante ante pérdidas de tracción detectadas por el control de estabilidad VSC para corregir trayectorias.
Diseño y capacidades muy renovados
Nada más acercarnos el nuevo CR-V nos damos cuenta de que no es un SUV convencional, con una imagen atípica que más parece una versión familiar, y un toque deportivo en sus rasgos diferente que el resto de sus competidores, con rasgos de diseño de ángulos muy marcados, una cintura muy alta ascendente hacia la zaga y un morro prominente y elevado, muy al estilo de los modelos de Honda para el mercado americano. La parrilla tridimensional de tres lamas horizontales cobra mucho protagonismo, alcanzando unas nuevas ópticas hundidas en un segundo plano muy expresivas, así como el portón trasero en ángulo, dibujando un diseño ágil y muy aerodinámico. El frontal recoge todo el aspecto todoterreno del modelo con una zona inferior del paragolpes con buen ángulo de ataque realizada en plástico de color gris que se extiende por la zona baja del coche hasta la zaga y es resistente a los roces. La imagen se corona con unas atractivas llantas de aleación en 18 pulgadas. Algo específico para nuestro continente y que gusta mucho es la iluminación por led tanto detrás como delante con la iluminación diurna.
Nada más acercarnos el nuevo CR-V nos damos cuenta de que no es un SUV convencional, con una imagen atípica que más parece una versión familiar, y un toque deportivo en sus rasgos diferente que el resto de sus competidores, con rasgos de diseño de ángulos muy marcados, una cintura muy alta ascendente hacia la zaga y un morro prominente y elevado, muy al estilo de los modelos de Honda para el mercado americano. La parrilla tridimensional de tres lamas horizontales cobra mucho protagonismo, alcanzando unas nuevas ópticas hundidas en un segundo plano muy expresivas, así como el portón trasero en ángulo, dibujando un diseño ágil y muy aerodinámico. El frontal recoge todo el aspecto todoterreno del modelo con una zona inferior del paragolpes con buen ángulo de ataque realizada en plástico de color gris que se extiende por la zona baja del coche hasta la zaga y es resistente a los roces. La imagen se corona con unas atractivas llantas de aleación en 18 pulgadas. Algo específico para nuestro continente y que gusta mucho es la iluminación por led tanto detrás como delante con la iluminación diurna.
El CR-V como buen vehículo orientado al transporte familiar, a pesar de haber experimentado un encogimiento de la carrocería, ha maximizado el espacio interior para hacerse más habitable para todos los pasajeros. Cinco pasajeros irán a placer en su interior con una impresionante modularidad de los asientos traseros para facilitar la carga o el transporte de pasajeros. Además, los asientos delanteros permiten ahora una posición más elevada para mejorar la visibilidad, ayudado por una luneta más adelantada que en la anterior generación y un capó más acortado, mientras que en los traseros ha bajado el punto de cadera en 38 mm dejando más espacio hacia el techo y resultando más cómodo en general. Y no sólo se ha ampliado el espacio para los ocupantes, sino que además el espacio de maletero ha ganado 148 litros respecto a su antecesor cuando se abate la segunda fila de asientos, llegado hasta los 1.648 litros, mientras que con los cinco asientos en uso alcanza los 589 litros, que no está nada mal. Para facilitar aún más la carga, se ha rebajado la altura del portón trasero en 25 mm, que además se abre de forma eléctrica.
Todo este espacio está reforzado con unos acabados excelentes, como ya es costumbre en la marca, consiguiendo un silencio de rodadura muy mejorado y presentando uno de los equipamientos más completos de la categoría, con sistemas como la cámara de ayuda al aparcamiento, los asientos de piel, los sistemas Econ y Eco Assist de ahorro de combustible y entradas auxiliares para fuentes externas de audio. Los mandos está dispuestos en capas a la mano del conductor, las que hacen referencia a la conducción a ambos lados detrás del volante y las que se refieren a información en la consola del salpicadero. El salpicadero es simétrico con dos niveles en distinto color, negro el superior y beige el inferior como el resto del habitáculo, dividido por una moldura en plata satinada central que aporta un toque elegante. El protagonismo recae en la nueva pantalla central i-Mid de 5 pulgadas desde donde se controla el sistema de audio, de telefonía y el de navegación en nuestra versión Luxury.