El crecimiento más llamativo actualmente en los segmentos del automóvil es el que están experimentando los SUV grandes y de tamaño medio, como respuesta por parte de las marcas relevantes del mercado a las demandas del mercado. Y esto es así puesto que en un tamaño más o menos contenido solucionan casi todas las necesidades de espacio que requiere la familia, combinado con una gran agilidad dinámica y un aspecto robusto, con el añadido además de poder adentrarse con solvencia en algunos caminos sin asfaltar.
a favorPotente motor diésel con cambio automáticoConfort y equipamientoDiseño más moerno y refinadoen contraEscaso enfoque OffRoadMenor agilidad que en manualFalta la sexta velocidad para rebajar consumos
Por toda esta dura competencia, los chicos de Honda han decidido renovar uno de los modelos pioneros del segmento que contribuyó a darle nombre a la categoría, el Honda CR-V, que introduce importantes cambios mecánicos. Si ya era un SUV muy atractivo y demandado hasta la fecha gracias a sus cualidades dinámicas, su versatilidad y su avanzada tecnología de confort y seguridad, ahora lo es más por una estética más distinguida y refinada y un dinamismo optimizado mediante su nuevo motor diésel 2.2 i-DTEC heredado de su hermano Accord, que entrega ahora 150 cv y se combina además con un demandado cambio automático que ya le hacía falta.
Con estos nuevos privilegios y una de las mejores dotaciones de equipamiento del segmento, se coloca ahora en la zona más premium de la categoría de los SUV de gran tamaño, para competir directamente con los más equipados Mitsubishi Outlander, Mazda CX-7, Peugeot 4007, Citroën C-Crosser, Land Rover Freelander, Audi Q5, BMW X3 o Volvo XC60. Entre toda su competencia, el CR-V representa una de las opciones más enfocadas a la carretera que existe, junto con los de las marcas premium alemanas y el japonés Mazda. También se enfrenta con cierta superioridad a vehículos SUV compactos del tipo del Ford Kuga, del Volkswagen Tiguan o del Renault Koleos, entre otros muchos.
Los cambios fundamentales en la nueva generación del CR-V los encontramos principalmente a nivel mecánico, puesto que utiliza un nuevo propulsor denominado i-DTEC de 2.2 litros que ya emplease anteriormente su hermano de gama Accord, caracterizado por una mayor suavidad que la del i-CTDI de 140 cv del que deriva, gracias a un sistema de inyección directa multietapa a mayor presión, ofreciendo además más potencia y par motor y logrando unas menores emisiones con el filtro de partículas sin mantenimiento de serie, aunque no mejora ni los consumos ni las prestaciones, debido a la introducción de un nuevo, y por otra parte deseado, cambio automático de 5 velocidades evidentemente algo más gastón y suave, pero mucho más cómodo y lógico para este tipo de vehículo.
En cifras este motor que entrega 150 cv y 350 Nm (en lugar de los 140 cv y 340 Nm), se demora en acelerar de 0 a 100 km/h unas 0,3 décimas de segundo más que el anterior modelo con cambio manual y 140 cv, cumpliéndolo definitivamente en 10,6 segundos, y alcanza una velocidad máxima exactamente igual de 187 km/h. Sin embargo los consumos medios ascienden a 7,4 litros a los 100 km en ciclo combinado frente a los 6,5 de su antecesor, eso sí, siempre según datos oficiales. Aún así estamos seguros de que gran parte del público se decantará más por este tipo de cambio, aunque sólo tenga 5 velocidades y gaste algo más que el manual de 6 relaciones.
Al volante, la conducción tiene un plus de confort frente a su antecesor, puesto que el cambio automático es muy cómodo y sencillo de uso, mostrando además una gran agilidad general como es concepto en la marca gracias a un chasis reforzado de gran rigidez y a un tacto de la suspensión y de la dirección con un concepto incluso deportivo, muy firme y directa respectivamente.
Como en todos los CR-V de última generación con todos los motores posibles, que habría que añadir al diésel el gasolina de 2.0 litros i-VTEC de 150 cv, el sistema de tracción es siempre integral denominada 4×4 Real Time, que se adapta de forma inteligente al terreno y al tipo de conducción, con un diferencial central electrónico que lleva de forma automática la fuerza al eje trasero cuando se detectan pérdidas de tracción. En condiciones normales de conducción funciona como un tracción delantera, que se convierte en 4×4 cuando encuentra situaciones de baja adherencia.
Gran refinamiento general
A estos acertados cambios mecánicos, acompaña un diseño exterior que ha experimentado una ligera actualización, transmitiendo una imagen más sofisticada. A pesar de que los cambios son leves, son resultones en el conjunto total, incorporando nuevos paragolpes delanteros y traseros con faros antiniebla de forma más moderna, un nuevo capó más afilado y aerodinámico, nuevos pasos de rueda en color carrocería en las versiones altas de gama como la Innova nuestra, una nueva parrilla con una barra central en color carrocería y el logotipo de la marca presidiendo el conjunto de forma más destacada. Otro detalle muy llamativo son los nuevos diseños de las llantas de 17 y 18 pulgadas, más modernas que las anteriores.
El interior también acoge nuevos detalles de diseño e incorpora un destacado equipamiento de nuevo cuño. Se crea un ambiente más sofisticado mediante una atractiva combinación de nuevos tonos de la tapicería y las molduras decorativas ubicadas sobre los paneles interiores, sugiriendo mayor confort a sus 5 pasajeros. El refinamiento es total con unos materiales de primera calidad en el salpicadero y la consola central, sugiriendo gran ergonomía. Bordan la imagen de exclusividad unas nuevas molduras metálicas grabadas en los umbrales de las puertas y en el umbral del maletero.
Entre los gadgets más destacados de equipamiento tecnológico que ofrece el CR-V destaca un nuevo y esperado conector auxiliar para adapotar fuentes externas al sistema de audio, disponiendo ahora de una toma USB para todo tipo de fuentes en la guantera superior, combinado con un sistema de audio mejorado. El resto del equipamiento más innovador y tecnológico viene de la generación anterior, con sistemas de serie para esta versión Innova como el Control de Crucero adaptativo ACC o el Sistema de Frenada de Mitigación de Impactos CMBS.
Un Honda CR-V aún más destacado que el anterior por un diseño más refinado, un motor diésel más potente combinado con un nuevo cambio automático que lo hace mucho más práctico y cómodo y una tecnología de seguridad y confort realmente llamativas.