Dignos herederos
El cambio profundo que está desarrollando Ford Europa, con los rasgos propios del Kinetic design, alcanza ahora a los monovolúmenes de la firma estadounidense. Tanto el deportivo S-Max como el familiar Galaxy estrenan mecánicas más ecológicas, EcoBoost, acopladas al cambio automático de doble embrague, Powershift, retoques más profundos en el S-Max- en sus trazos exteriores, nuevos equipamientos en materia de seguridad y un mejor refinamiento en sus cabinas, para competir en la categoría de grandes monovolúmenes. A partir del mes de abril se verán circular por las carreteras las primeras unidades de ambos modelos.
A simple vista resulta más logrado el resultado final obtenido en el S-Max, que refuerza sus vientos deportivos, por delante; con un nuevo capó, parrilla trapezoidal, un paragolpes más bajo, y por detrás; con un rediseñado portón, unas ópticas traseras horizontales LED que alcanzan la cintura del coche y una moldura cromada en la que aparece inscrito el logo S-Max. Todos estos elementos se incorporan a una carrocería que presenta una longitud de 4.77 metros, una anchura de 1.88 metros y una altura de 1.66 metros.
El motor estrella en los nuevos modelos será un 2.0 EcoBoost gasolina de cuatro cilindros, capaz de desarrollar 203 cv de potencia a 6.000 revoluciones a sus ruedas delanteras. El cambio automático de doble embrague Powershift será de serie con esta mecánica, mientras que en los tres motores diésel (2.0 TDCi Duratorq, con tres niveles de potencia: 115, 140 y 163 cv) únicamente habrá que pagarlo como extra en el más pequeño.
En el interior los cambios son apreciables en materiales de mejor calidad y una consola central orientada hacia el conductor. Con asientos confortables y que aumentan la habitabilidad en ambos modelos, Ford se ha esforzado por aislar el habitáculo de ruidos externos. Ambos coches disponen de nuevos equipamientos de seguridad, con el sistema Blind Spot Information que evita el ángulo muerto en el retrovisor, y el nuevo sistema de cierre de puertas traseras para niños Rear Door Power Child Lock. A nivel de audio, los compradores del S-Max o Galaxy disfrutarán como opción del sistema Premium Sound System, basado en un amplificador de ocho canales con una salida total de 265 watios, en el que se incluye altavoces adicionales en mitad del salpicadero y un gran subwoofer situado en la parte de atrás.
Con un Galaxy en el que lo más reseñable es su nuevo techo con barras cromadas y los retoques en el salpicadero y consola central, en ambos vehículos viene de serie el FoldFlatSystem, un cómodo plegado de asientos para la segunda y tercera hilera, aumentando así la ya de por sí notable habitabilidad que irradian ambos modelos. Los precios, bastante competitivos, del S-Max irán desde los 28.300 euros del diésel menos potente hasta los 35.100 del gasolina de 203 cv. Cifras a tener muy en cuenta para rivalizar de tú a tú contra el Citroën C8, Chrysler Grand Voyager, Kia Carnival o Renault Espace, coches todos ellos, enfundados en carrocerías portentosas.