A fondo
-Sistemas tecnológicos de seguridad
-Conducción confortable
-Pantalla LCD de información
-Plazas traseras estrechas
-Visibilidad trasera
-Freno de mano aparatosoEl nuevo Ford Focus, en su tercera entrega, es uno de los productos más redondos y competitivos del actual mercado generalista. Su lanzamiento global, en el pasado mes de abril, coincide con uno de los peores momentos históricos que vive el sector en España, y sin embargo, el Focus, que tradicionalmente ha ido de la mano de palabras como superventas, calidad y fidelidad, se convierte en una unidad mucho más madura y codiciada por un público más amplio y diverso, gracias a su imagen rejuvenecida y deportiva la gama Ford y su lenguaje Kinetic Design que arrancó con el Ford Fiesta- y fundamentalmente por una remesa de elementos tecnológicos al servicio de la seguridad activa sin parangón en una categoría donde los diversos fabricantes se parten la cara: Opel Astra, Volkswagen Golf y Renault Megane, el gallo del segmento, son las alternativas.
-Conducción confortable
-Pantalla LCD de información
-Plazas traseras estrechas
-Visibilidad trasera
-Freno de mano aparatosoEl nuevo Ford Focus, en su tercera entrega, es uno de los productos más redondos y competitivos del actual mercado generalista. Su lanzamiento global, en el pasado mes de abril, coincide con uno de los peores momentos históricos que vive el sector en España, y sin embargo, el Focus, que tradicionalmente ha ido de la mano de palabras como superventas, calidad y fidelidad, se convierte en una unidad mucho más madura y codiciada por un público más amplio y diverso, gracias a su imagen rejuvenecida y deportiva la gama Ford y su lenguaje Kinetic Design que arrancó con el Ford Fiesta- y fundamentalmente por una remesa de elementos tecnológicos al servicio de la seguridad activa sin parangón en una categoría donde los diversos fabricantes se parten la cara: Opel Astra, Volkswagen Golf y Renault Megane, el gallo del segmento, son las alternativas.
a favorSistemas tecnológicos de seguridadConducción confortablePantalla LCD de informaciónen contraPlazas traseras estrechasVisibilidad traseraFreno de mano aparatoso
Descuentos aparte, el nuevo Focus es un coche que se sitúa por precio en una franja intermedia: es unos 1.000 euros más caro según versión que el compacto del rombo y el compacto del rayo, mientras que es 1.500 euros más económico que el distinguido rival alemán del grupo VAG. Su precio de salida en ciclo diésel, con el motor 1.6 TDci de 90 cv, es de 19.200 , aunque el escalafón superior de potencia, el 1.6 TDci de 115 cv la motorización más aclamada- se ofrece por un coste oficial de 20.200 , idéntico precio que si nos decantamos por el motor gasolina 1.6 Ecoboost turboalimentado de 150 cv, dejando como propulsor gasolina de acceso, el 1.6 TI-VCT 105 cv de naturaleza atmosférica, disponible desde 17.700 euros, el Focus cinco puertas más barato de la nueva generación. Ford ha eliminado de la gama la carrocería de tres puertas.1.000 más caro que el Astra y Megane, y 1.500 más barato que el Golf
‘Su silueta coupé penaliza el espacio en las plazas traseras’Es un producto equilibrado por fuera, con cotas que no llaman la atención ni por exceso ni por defecto: 4.358 mm de largo, 2.010 mm de ancho y 1.484 mm de alto. Cuando nos subimos en el interior del nuevo Focus, lo primero que notamos es una ganancia de centímetros, tanto en las plazas delanteras como en las traseras, que quizás siguen estando algo penalizadas a lo alto por la silueta coupé que describe la nueva carrocería. Como es habitual en este segmento, tres personas detrás en un desplazamiento largo no viajarán demasiado holgadas, sobre todo si superan el 1.80 metros de altura, y la visibilidad trasera es muy justa por culpa de la inclinación de la luneta y el grosor de los pilares C. Con una plaza central trasera algo estrecha muy similar a la de su primo Mazda 3-, los viajeros traseros pueden verse perjudicados también de piernas si el conductor y el acompañante son muy grandes. Su maletero, de 363 litros ampliables a 1.148 l con los respaldos traseros abatidos, es más grande que el del Golf (350 l), pero más pequeño que el del Astra (370 l) y sobre todo que el del Megane (405 l).Su silueta coupé penaliza el espacio en las plazas traseras
Con una gama que se simplifica en dos acabados Trend y Titanium- y con las carrocerías sedán y familiar también en la calle falta la versión deportiva ST de 250 cv para finales de año-, el Focus 3.0 es gestualmente más esbelto y musculoso que su predecesor, ganando en impronta de coche distinguido mirándole por cualquiera de sus aristas. Por delante, sus líneas dinámicas se dejan notar en su nueva parrilla tridimensional con rebordes acentuados y unos faros bixenón de nuevo cuño. Lateralmente, la figura se tensa gracias a un perfil de cintura más elevada y un techo de inspiración coupé que va a parar a una zaga completamente nueva a la que habrá que acostumbrarse-: los grupos ópticos pierden su tradicional diseño vertical y ahora se ensanchan, alargándose hacia la zona de las aletas, ganando en fuerza y dibujando un trazo futurista; por su parte, el portón ofrece una apertura bastante elevada, favoreciendo la carga.
‘Interior muy similar a los C-Max’En Autocity hemos tenido la oportunidad de asistir a las presentaciones internacionales de los últimos lanzamientos de la marca del óvalo. Pues bien, el interior del nuevo Focus es prácticamente idéntico a la gama de monovolúmenes compactos que tan bien representada está con los nuevos C-Max y Grand C-Max. La sensación global de calidad en un primer vistazo es indiscutible. Plásticos bien ajustados en general, los menos vistosos y más duros cubriendo las partes inferiores de las puertas. El salpicadero, moderno y atractivo, gana en volumen y, al igual que en el Fiesta y C-Max, incorpora en su zona central una consola que imita un teléfono móvil, con una pequeña pantalla a color audio, teléfono, sistema de navegación si lo equipa- que queda algo pobre y disminuida para el conductor. Más abajo están los mandos del climatizador bizona, asistente de aparcamiento automático, sensor de parking y el de activación del start&stop. Con bastantes huecos a nuestra disposición en puertas y entre los asientos, es una pena que la palanca del freno de mano manual, de serie- sea tan aparatosa y sobresalga tanto estéticamente se podían haber buscado mejores soluciones- cuando se active.Interior muy similar a los C-Max
Bien insonorizado, la comodidad de los asientos delanteros y su sujeción lateral es buena y la totalidad de los mandos son accesibles desde la posición de conducción, con un volante de cuatro radios multifunción que en un primer contacto puede saturar un poco, aunque una vez nos acostumbramos aglutina todas las informaciones del vehículo, incluidas todas las tecnologías que puede incorporar. El cuadro de instrumentos, igual que el de la familia C-Max, se basa en cuatro relojes analógicos dos de gran tamaño, velocímetro y cuentarrevoluciones, y dos centrales, combustible y temperatura del motor- y una pantalla en LCD muy bien resuelta en la parte superior que informa al detalle sobre el funcionamiento de sistemas como el asistente de cambio de carril, detector de señales, consumos o autonomía.
Ford vuelve a dotar a su Focus de un equipamiento de tronío, ya con elementos altamente cualificado en el acabado de acceso Trend, como por ejemplo, faros antiniebla delanteros, volante forrado en cuero o control crucero; por 1.500 euros más avanzas hasta el acabado Titanium, que añade a la dotación de serie, climatizador bizona, LED en las luces traseras, arranque sin llave, sensores de aparcamiento, bluetooth+USB o llantas de aleación de 17, entre otros.
A todo esto hay que añadir su plus tecnológico, muy por encima al que ofrece cualquier otro rival. Derivado de un sistema de cámara digital avanzado, el compacto norteamericano puede equipar, sistema de aparcamiento automático, control de crucero adaptativo, cambio de luces largas automático, asistente de obstáculos en el ángulo muerto, aviso de cambio de carril y sistema para volver al carril correcto, reconocimiento de señales de tráfico, alerta de fatiga del conductor (no muy optimizado) y sistema de precolisión a baja velocidad a menos de 30 km/h-, detectando obstáculos, actuando sobre los frenos y a menos de 15 km/h- llegando incluso a detener el vehículo. Ninguna de estas ayudas es nueva en la industria. También será un extra, la elección del cambio automático de doble embrague Powershift (1.500 euros).Su plus tecnológico no tiene parangón en el segmento C
En marcha, el Focus es un coche sencillo de conducir, cómodo de suspensiones, ágil de reacciones y con una dirección asistida eléctrica optimizada EPAS, montada en cremallera y siendo capaz de ofrecer una respuesta bastante directa a altas velocidades. Su chasis, que no deja de ser una evolución de los conceptos ya asimilados en el Focus II configuración McPherson delante y multibrazo independiente Control Blade detrás-, nos permite encadenar curvas de manera muy rápida, con mucho aplomo y estabilidad, sin que apenas se descomponga su figura. Los frenos aguantan un uso prolongado, y cierra el círculo un elenco de sistemas de seguridad – ABS, ESP, EBD- entre los que destacamos el control vectorial del par de serie en toda la gama-, que trabaja sobre los frenos, imitando el efecto de un diferencial autoblocante mecánico, mejorando la tracción y reduciendo el nivel de subviraje; y el pilar B distribuido por espesor, con diferentes diámetros desde abajo hasta arriba, aumentando la dureza en los puntos de anclaje de las puertas y en la intersección de los puntos de soldadura de los cinturones.
Durante dos semanas consecutivas tuvimos la oportunidad de probar los dos motores referentes del modelo: el 1.6 litros diésel TDci con alimentación por common rail de 115 cv y el 1.6 l gasolina Ecoboost de inyección directa y turboalimentado de 150 cv, ambos más eficientes gracias a su transmisión manual de seis velocidades, al sistema star&stop y a un indicador del momento óptimo de cambio de marcha. El diésel, que gana 6 cv con respecto a su antecesor, es una mecánica equilibrada entre prestaciones y consumos. Gracias a su turbo, el Focus gana en vigor a bajo y medio régimen, con un par motor máximo de 270 Nm entre las 1.750 y 2.500 rpm. Apenas notamos vibraciones ni ruidos, ni siquiera cuando el motor está frío o conducimos a altas velocidades. Empuja mucho y gasta poco: 4,2 l/100 km (ciclo mixto homologado) y 6 l/km en situación real de conducción, con unas cifras prestacionales respetables: 193 km/h de punta y una aceleración de 0-100 km/h de menos de once segundos.Dos motores muy pujantes; un diésel de 115 cv y un gasolina turbo de 150 cv
Por su parte, el motor 1.6 Ecoboost de 150 cv nos ha vuelto a cautivar. Es elástico todavía más en el escalón superior de 180 cv-, resolutivo y extremadamente contundente ya a muy bajas vueltas, como es normal en la filosofía de motores gasolina de baja cilindrada downsizing que están ejecutando distintos fabricantes. Su sonido es bronco a consecuencia del funcionamiento del turbo, pero sin llegar a ser molesto. En carretera abierta, es genial (210 km/h de velocidad máxima) y las recuperaciones que ofrece son notarias, facilitando maniobras de adelantamiento (acelera de 0-100 km/h en 8,6 segundos). Con todo, su consumo mixto real es de 7,6 l/100 km, que se dispara en una conducción deportiva por carretera de montaña hasta los 9,4 l/100 km
Diésel:
Ford Focus 1.6 TDci 115 cv Trend: 20.200
Ford Focus 1.6 TDci 115 cv Titanium: 21.700
Ford Focus 1.6 TDci 115 cv Titanium: 21.700
Gasolina:
Ford Focus 1.6 Ecoboost A-S-S 150 cv Trend: 20.200
Ford Focus 1.6 Ecoboost A-S-S 150 cv Titanium: 21.700 .
Ford Focus 1.6 Ecoboost A-S-S 150 cv Titanium: 21.700 .