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UN MONOVOLUMEN DISTINTO
Pese a que ya lleva casi dos años en el mercado, el Fiat Multipla sigue sin tener rivales directos dentro de su fórmula única y original: un monovolumen de 6 plazas reales que no supera los 4 metros de largo, actualizado ahora con el nuevo logo Fiat, mejoras en su instrumentación y nuevos motores.
Con el Multipla, Fiat reinventó un nuevo concepto de automóvil: el del monovolumen utilitario a gran escala, bajo la idea de ofrecer en menos de 4 metros de largo un turismo capaz de acoger 6 adultos y su equipaje, con una capacidad de transformación y adaptación modular a las más variadas necesidades de espacio que exija el usuario.
Bajo una estética exclusiva, el Fiat Multipla es un coche revolucionario por dentro y por fuera, diseñado para un sinfín de usos con un carácter superfuncional bajo una personalidad polifacética plena de simpatía. El Multipla cambia el concepto «monovolumen» en «multivolumen», diferenciando con ello su versatilidad de aplicaciones, a base de reunir en uno las distintas cualidades y posibilidades de diversos automóviles.
Diseño
EL DISEÑO AL SERVICIO DE LA FUNCIONALIDAD
Con el Multipla, Fiat se propuso ofrecer el máximo aprovechamiento del espacio y su máxima funcionalidad práctica, con una flexibilidad de uso capaz de adaptarse a las más diversas exigencias. Así, el Multipla acoge cómodamente 6 adultos gracias a su inteligente solución de ofrecer dos filas de asientos con tres plazas cada una, pero además, cuenta con un espacioso maletero que, si es necesario, puede ampliar sus 430 litros suficientes para el equipaje de sus 6 plazas hasta más de 1.300 en apenas un minuto, conservando un mínimo de 3 plazas. Además, acepta cargas tan diversas como 5 adultos y una bicicleta, 4 y 2 tablas de surfing, o ayudar en una mudanza, etc.
Con el Multipla, Fiat optó por reproducir las necesidades de sus usuarios y, a partir de ahí, diseñar un vehículo capaz de cubrirlas. No hubo más compromiso inicial que mantenerse por debajo de los 4 metros de largo, para aprovechar al máximo sus posibilidades de uso urbano. De ahí que su apariencia sea tan radicalmente distinta a los demás vehículos de su categoría y, al tiempo, tan sorprendentemente práctica y lógica, con su frontal en dos pisos que rompe la continuidad parabrisas/capó de los monovolúmenes clásicos, y sus faros situados en tres niveles, con una función específica para cada uno: el superior para los faros de carretera, el medio central para los de cruce y el inferior para los antinieblas, abajo, en el paragolpes. Un proyecto pues nacido a la medida del usuario, sin renunciar por ello a una acusada personalidad exterior e interior.
Su singular carrocería es un prodigio de aprovechamiento espacial, obtenido sin penalizar la longitud total. Para ello, Fiat ha recurrido a potenciar al máximo la anchura llevándola hasta 1,87 m, mediante unos flancos muy verticales y luminosos gracias al generoso tamaño de las lunas, que se prolongan hacia el techo desde una cintura relativamente baja hasta alcanzar una altura total de 1,67 m. Con ello se logra un gran volumen interno, muy luminoso, para facilitar la visibilidad del conductor, que puede dominar así las 4 esquinas del coche.
Espacio
EL ESPACIO MÁS INTELIGENTE
Su original diseño va acompañado de infinidad de aplicaciones prácticas: los retrovisores constan de un doble espejo uno para el campo medio y superior y otro para el inferior eliminando ángulos muertos y facilitando las maniobras de aparcamiento; el tirador de puertas se prolonga hacia arriba como un asa para no robar espacio transversal, agrupando en su módulo la manilla de apertura y los mandos de los alzacristales eléctricos, y por fuera, las manillas integran una especie de «uña» protectora de caucho que actúa como un tope que impide los roces del marco de la puerta al abrirlas en espacios reducidos.
En el interior, destaca su salpicadero con dos guanteras una a cada lado en el plano superior, con el satélite central de ventilación (la «torre del clima») al lado del cuadro de instrumentos orientado hacia el conductor y la juiciosa disposición de mandos, repartidos en torno al conductor, como si de una mesa de trabajo se tratara.
El asiento del conductor es regulable en altura (por mando eléctrico en el ELX) y apoyo lumbar, y el volante también es regulable en altura, lo que facilita encontrar la posición correcta sea cual sea la talla del conductor. El asiento central va algo más retrasado que los otros dos, lo justo para que su ocupante no estorbe al conductor al manejar el cambio, situado en una torreta en el mismo salpicadero, en un ergonómico emplazamiento que apenas exige retirar la mano derecha del volante para accionarlo. Ahora además, el cuadro amplía su instrumentación, añadiendo al cuentarrevoluciones el ordenador de viaje (trip computer), nivel de temperatura del agua, testigo del nivel del aceite y testigo de puertas abiertas.
Funcionalidad
FUNCIONALIDAD DINAMICA
Los asientos centrales se pueden convertir en mesitas y los traseros son abatibles, reclinables y fáciles de extraer (sólo pesan 15 kg). Bajo el asiento del tercer pasajero delantero hay una pequeña bandeja portaobjetos, así como huecos en puertas, bolsillos en los respaldos, portagafas en el techo y hasta un portabotes en el propio salpicadero. Detrás, las tres plazas disponen de su propio asiento, desplazables sobre sus guías hasta 15 cm, de modo que los 430 litros oficiales (y casi 450 reales) del maletero en su configuración más retrasada pueden aumentar hasta 540 litros en la más avanzada, y ello sin renunciar a las seis plazas.
A toda esta funcionalidad espacial se añade un comportamiento dinámico realmente sorprendente para su anchura y altura, que le permite desenvolverse de maravilla en el tráfico urbano, gracias a su rápida dirección (2,8 vueltas de volante de tope a tope) y a la gran visibilidad que ofrece bajo todos sus ángulos (incluida la nocturna, gracias a su ingeniosa disposición de faros). Con una batalla de 2,67 m, el diámetro de giro es sorprendentemente corto (11 m) para un vehículo tan ancho, y, a la hora de aparcar, gracias a sus 4 metros entra donde lo hace cualquier compacto.
Mecánica
MEJORAS MECANICAS
En su agrado de conducción influye decisivamente su brillante mecánica, tanto con el motor 1.6 de 16 válvulas y 103 CV, de gran elasticidad a bajo régimen, como con el turbodiesel 1.9 JTD de inyección directa «common rail» que ahora aumenta su potencia de 105 a 110 CV, superando ligeramente la velocidad punta del 1.6 16V (173 frente a 170 km/h) y mejorando sus aceleraciones (12,2 segundos de 0 a 100 km/h y 33,8 en el km desde parado), con unos consumos increíblemente bajos. Porque si el 1.6 se muestra notablemente sobrio para sus prestaciones, con un consumo extraurbano de 7,2 litros/100 km (11,1 en circuito urbano y 8,6 en el combinado), el 1.9 JTD roza lo increíble, con sólo 5,5 litros/100 km en carretera, 8 en ciudad y 6,4 en el promedio combinado. Por cierto, el 1.6 16V estrena nuevo bloque de carrera más larga (80,5 x 78,4 mm, frente a 84,4 x 67,4 mm antes) elevando ligeramente su cubicaje de 1.581 cc a 1.596 cc, al tiempo que mejora en una décima (14,8 mkg frente a 14,7 antes) su par máximo, siempre a 4.000 rpm.
A todo lo anterior se une un comportamiento dinámico excepcional. Con unas suspensiones muy afinadas a base de un eje independiente delantero Mac Pherson y un trasero por ruedas tiradas, sorprende el resultado conseguido mediante unos acertados reglajes de amortiguación que eliminan casi por completo el balanceo, con la ayuda de unas barras estabilizadoras bien calibradas y ancladas directamente a la base de los amortiguadores. Los muelles de flexibilidad progresiva y la amortiguación de gas del eje trasero más su caída negativa consiguen unos apoyos en curva cerrada impropios de un vehículo de su altura.
Finalmente unas adecuadas ruedas, ahora con llantas de aleación de 15 pulgadas y neumáticos de 195/60R15 de serie (antes 185/65R15), y unos eficaces frenos con discos ventilados de 284 mm en el eje delantero y tambores de 228 mm en el trasero (con ABS+EBD de serie) completan este apartado a la perfección.
Equipamiento
EQUIPAMIENTO DE PRIMERA, SEGURIDAD A LA ÚLTIMA
En materia de seguridad, y como no podía ser menos, el Multipla ofrece unos estándares a la altura de los mejores de la competencia, con una carrocería diseñada para asegurar la máxima integridad de sus ocupantes en caso de accidente gracias a su estructura «space frame» con anillos de deformación diferenciados que asegura la máxima rigidez de la célula central. Además es serie el airbag de conductor y otros dos delanteros (un triple airbag anterior), a los que se añaden los laterales en opción. Las 6 plazas llevan cinturones con pretensor de 3 puntos de anclaje, e incorpora el sistema antifuego FPS y el inmovilizador Fiat Code.
Y lo mismo cabe decir de su nivel de equipamiento, unificado ahora en nuestro mercado en el nivel de lujo ELX que de serie viene con ABS, llantas de aleación, aire acondicionado por climatizador, el plegado a distancia de los retrovisores exteriores eléctricos, faros antiniebla, lavafaros, cierre centralizado con telemando, ajuste longitudinal de asientos traseros, asientos posteriores plegables y extraíbles, respaldos reclinables, volante regulable en altura, dirección asistida, ajuste interior de altura de faros, bandeja trasera, toma de corriente de 12V, cuatro alzacristales eléctricos delanteros, lunas atérmicas, etc…
En opción queda el radiocassette (con lector CD), pintura metalizada, alarma antirrobo, doble techo practicable y hasta detalles tan exclusivos como los sensores traseros de distancia de aparcamiento, el sistema de navegación GPS (con pantalla escamoteable y extraíble que se puede llevar tanto delante del conductor como del acompañante) o un minifrigorífico en lugar del asiento delantero central. Y todo ello por un precio que oscila entre los 2.810.000 ptas del Multipla 1.6 16V ELX a los 3.160.000 del 1.9 JTD ELX, ciertamente muy competitivo para un coche como éste y en función del nuevo equipamiento añadido como equipo de serie, que lo sitúa como una de las más atractivas alternativas del mercado en el segmento de los monovolúmenes compactos.